Están en boca de toda la ciudad por la belleza de sus flores, pero, ¿qué pasaría si no los cuidamos?
Por estos días, las redes sociales se coparon de comentarios sobre la hermosura del paisaje que integran los jacarandás florecidos en distintos puntos de Villa María.
No es una novedad, ya que año a año, en esta estación, estos árboles deslumbran con su floración, aunque algunos aseguran que “esta vez están como nunca”.
Una de las arterias que cuenta con gran cantidad de plantas de esta especie es la avenida Hipólito Yrigoyen. En ese punto, en la intersección con calle Entre Ríos, se puede comprobar la fórmula perfecta de eliminar parte de este paisaje que nos enorgullece a los villamarienses.
El año pasado, en plena temporada de poda, se realizaron intervenciones invasivas a los jacarandás en ese sitio, situación que fue advertida por el personal municipal encargado de controlar este tipo de actividades.
El llamado de atención a los podadores se hizo luego que éstos accionaron de mala manera sobre tres de las cuatro plantas ubicadas en esa esquina. Es decir, solo una llegó a salvarse de los “hachazos” y es la única que este año floreció (la primera de derecha a izquierda en la imagen inferior).
¿Se imaginan lo que sucedería si esa poda irresponsable se realizara en todos los árboles de la ciudad? Seguramente las calles ya no tendrían el color y la armonía que aportan las flores de cada especie.
Cabe recordar que la poda solo es permitida cuando pone en riesgo a personas o bien a algún tipo de infraestructura, de lo contrario, los árboles no se tocan. Aquellos que se ubican en el espacio público son patrimonio municipal.