Quien fuera titular de la fundación que tiene a su cargo la Escuela de Lechería cuestionó en duros términos a Martín Gill y al rector Luis Negretti por el fin de la articulación en Agronomía entre la ESIL y la UNVM
El acto y la cena por las Bodas de Oro de la Escuela Superior Integral de Lechería (ESIL) fue el escenario en el que Orlando Pfaffen, hombre que le puso su impronta a la institución por 46 años, dio un discurso de despedida.
En primera fila era escuchado atentamente por el intendente Martín Gill y por el rector de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), Luis Negretti, entre otras autoridades.
En un tramo de la alocución, Pfaffen hizo un repaso de los hitos de la institución. Ahí fue cuando se dirigió directamente hacia Gill: “Usted le debe a esta escuela una explicación”, dijo Pfaffen señalando al intendente.
Acto seguido, miró al rector y le remarcó: “Le deseo el mejor de los éxitos, pero le recuerdo que los éxitos no se construyen destruyendo la historia educativa de Villa María”.
Muchos asistentes aplaudieron en el preciso momento en que la tensión iba en aumento. Tal vez por eso, al terminar el acto los invitados especiales decidieron retirarse sin probar la cena.
Pfaffen: “No dije nada que no sepan”
Ante esa situación, EL DIARIO consultó a Orlando Pfaffen, quien repasó los motivos de su discurso. “Estoy tranquilo, no dije nada que no sea cierto ni que no haya dicho antes”, planteó.
Como se recordará, el conflicto entre la UNVM y la ESIL se originó en torno a la carrera de Agronomía. Como informó Pfaffen en muchas oportunidades, la Escuela de Lechería ya tenía aprobada la creación de una universidad privada cuando se empezó a gestar la UNVM. “Renunciamos a poner en marcha la Universidad Mediterránea por las presiones políticas que recibimos”, recordó Pfaffen.
Pese a que hubo presión, según él mismo dijo, decidieron acompañar la creación de la UNVM. “Estuve cuatro años en la comisión sin cobrar un peso ni viáticos, trabajando a la par del primer rector”, dijo. La Universidad se puso en marcha y con ella la articulación con instituciones terciarias como la ESIL. “El primer tiempo anduvo bien, pero luego, como todos saben, rompieron relaciones”, dijo en alusión al fin de la articulación para la carrera de Agronomía.
“Por todo eso nuestra escuela ha sufrido mucho. Perdimos mucho dinero, tranquilidad y tiempo para llevar adelante esa universidad privada”, dijo Pfaffen.
“Del 25% al 30% de los egresados de las carreras de grado de la Universidad Nacional son fruto de la articulación con nosotros”.
“Para algunos fue un discurso duro, pero no para mí. Solo les pedí al rector y al intendente que por favor traten de hacer honor a las palabras y cumplir con lo asumido. También les pedí que le hagan posible una mejor vida a los que hoy les toca trabajar con ellos”, dijo.
“Recomendé que caminen lo que falta caminar y no sobre los caminos vigentes. Que debían completar el espectro de lo que hacía falta, no de lo que ya estaba. No se si les cayó bien o mal, pero me siento muy tranquilo por haberlo dicho, porque parecen no recordar que antes de la Universidad había en Villa María tres mil estudiantes terciarios”, señaló. “Podrían hacer tantas cosas lindas sin pasar por encima del resto”, agregó.
Pfaffen decidió que el acto por los 50 años de la ESIL era el momento propicio para cerrar un ciclo “muy fuerte” de 46 años en la institución. “Fue un tiempo lindo, próspero y, pese a todo lo que pasó, no tengo rencor, sino dolor. Por la escuela y por la ciudad. Siento que recibimos un trato desigual con respecto a otras instituciones educativas”, planteó.
“Quiero que la Universidad pase a ser una cosa importante, pero no lo que es hoy, que es un activismo político. Los dirigentes van a tener que pensar que la Universidad no es un lugar para poner hermanos o políticos; porque los pagamos entre todos. Tiene que ser un lugar de prestigio, para mandar a nuestros hijos a estudiar”, señaló.
“La autonomía universitaria surgió como libertad de cátedra, no para hacer lo que se quiera con los recursos”, concluyó Pfaffen.
El acto
Fundadores
Además de Pfaffen fueron oradores los directivos de la institución y en representación de los que iniciaron el emprendimiento habló la profesora Norma Edith Oliva. Recordaron a aquellos fundadores de la ESIL que fueron, además de la propia Oliva, los siguientes docentes: Susana Juárez de Miozzo, Emilce Antonia Pérez, Ertha Josefina Monsberger, Graciela Mirtha Trobbiani, Elvio Omar Toscano, Tulio Angel Roganti, Haydeé Jorgelina Rosales, Juan Ramón Vargas y Beatriz Estévez.
También estuvo el obispo de Villa María, Samuel Jofré, quien reivindicó la “educación pública de gestión privada”.