
La bebida se desarrolló en cuatro funcionalidades para ayudar en problemas cotidianos de los animales domésticos en salud bucal, pelo y piel
La idea original fue una “Coca-Cola” para perros (como premio al cariño de las mascotas).
Pero con el tiempo mutó hacia una bebida saludable y se transformó en un complemento líquido (para las razas canina y felina) con diferentes funcionalidades: salud bucal, pelo y piel.
Pablo Pedace, Diego Granda y Montserrat Granda son los desarrolladores de esta bebida que llamaron LIQ, tal como detalló InfoNegocios.
Según aseguran desde Petdrink, la empresa que desarrolló LIQ, hasta ahora todos los “premios o recompensas” para mascotas son sólidas.
Hace dos años Diego Granda, uno de los tres socios de la empresa, comenzó a desarrollar con su equipo lo que hoy presentan como un snack líquido saludable para perros y gatos.
La bebida está elaborada con el 70% de agua saborizada y mejorada sustancialmente de acuerdo a cada funcionalidad; aceite de chia y aceite de pescado (sustancia con alta concentración de ácidos grasos polinsaturados omega 3, 6 y 9 que son antiinflamatorios y antioxidantes naturales) y levadura de cerveza (fuente de vitaminas del complejo B, calcio, fósforo, azufre y magnesio).
Presentación oficial
La bebida se presenta en sistema roll on (de 600 cm) para que el animal lama la bolilla giratoria dosificada.
A su vez, su diseño anatómico permite realizar masajes a las mascotas. Si se suministra la bebida cinco veces por día dura aproximadamente un mes y el precio sugerido al público es de $180.
La bebida se desarrolló en cuatro funcionalidades para ayudar en problemas cotidianos de las mascotas, tres para perros: salud bucal, pelo y piel, articular; y una para gatos pelo y piel.
LIQ, se presentó oficialmente el 5 de octubre en el Congreso de la Asociación de Veterinaria de Argentina y ya está presente en 1.200 veterinarias en todo el país. En los próximos meses se espera llegar a los 2.000 puntos de venta.
Además, ya tuvieron ofertas para exportar el producto a países limítrofes y hasta de Israel.
El producto requirió -hasta el momento- una inversión de US$1 millón.