Desde el municipio aseguran que velarán por el cumplimiento de las normativas nacionales y provinciales, que son las que rigen en el proceso de radicación de esta industria. Pese a los cuestionamientos que existen sobre la planta depuradora, confirmaron que podrá recibir hasta 15 mil litros de efluentes por hora provenientes de la central

Desde que rige cierta incertidumbre sobre el consumo de agua que demandará la central termoeléctrica que se instala en el Parque Industrial, es la primera vez que el municipio se expide sobre el tema.

Si bien en procesos de radicación como el de esta planta generadora de energía los organismos de control corresponden a la Provincia y a la Nación, la Municipalidad opera “acompañando los controles ambientales que realiza la provincia y monitoreando los mismos”.

Así lo expresó a EL DIARIO la titular del área de Habilitaciones Unicas de la Municipalidad, Valeria Suárez, quien contó algunos detalles sobre el proceso de emplazamiento de la planta por parte de la empresa MSU Energy, de capitales sojeros y que incursionará por primera vez en el rubro energético.

Se pudo conocer que la firma obtuvo la licencia ambiental -que es emitida por la Secretaría de Ambiente de la Provincia- pero que aún restan los estudios de tres de los cuatro pozos de los que se proveerá de agua.

En todo momento Suárez recordó que la tarea del Estado municipal es “acompañar y controlar el cumplimiento de la normativa, pero no autorizar”.

Otro de los datos interesantes que surgieron de la entrevista con la funcionaria es que la planta depuradora tiene capacidad para recibir hasta 15 metros cúbicos por hora (unos 15 mil litros) de efluentes que provengan de la central.

La condición para que esa agua de rechazo ingrese a la depuradora es que cumpla con los parámetros establecidos en la legislación vigente, que rige para toda industria que se instale en la provincia de Córdoba.

Con licencia

El 24 de mayo de este año se realizó la audiencia pública para evaluar el estudio de impacto ambiental presentado por MSU ante la Secretaría de Ambiente de la provincia.

En agosto, esa cartera del Estado provincial otorgó la licencia ambiental al proyecto de instalación de la central termoeléctrica, pero todavía se encuentran en “etapa de evaluación” las perforaciones de las que la planta “beberá” el agua de las napas.

“La Provincia está en etapa de evaluación, son varias perforaciones. Como Estado municipal garantizamos que se cumplan las normativas provinciales y nacionales”, afirmó Valeria Suárez, directora de Habilitaciones Unicas del municipio.

En total son cuatro pozos, de los cuales, hasta el momento, solo uno de ellos cuenta con el visto bueno de le Secretaría de Recursos Hídricos de la Provincia, el órgano que tiene la potestad sobre el recurso natural del agua.

“Es la provincia quien determina la cuantía (metros cúbicos que permite consumir a cada industria), nosotros debemos exigir que nos acrediten eso. Después, los controles lo vamos a hacer cuando inicie la actividad”, expresó la funcionaria, ante la pregunta sobre la cantidad de agua que consumirá la central.

Luego agregó que desde esa cartera provincial se hace “una determinación en función de priorizar el consumo humano”.

“El municipio va a ir a controlar que estén los registros de la apertura de caudales y que estén las horas y consumos establecidos por la Provincia”, resaltó.

En este sentido, si bien no se especificó sobre el caso puntual de la termoeléctrica de Villa María, Suárez mencionó que para este tipo de industrias se prevé un funcionamiento “en promedio de 7 a 10 horas por día, no los siete días de la semana”.

Las horas de actividad las determinará la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), de acuerdo a la necesidad energética.

Efluentes a la planta

En principio, según lo que la propia empresa MSU pidió a las autoridades del Parque Industrial, estaba previsto que se desechen unos 35 mil litros de agua por hora desde la central termoeléctrica.

Ahora sucede que el municipio determinó que podrán llegar solo 15 mil litros de agua por hora a la planta depuradora de líquidos cloacales.

“En su origen, hubo un proyecto que establecía un número más amplio, pero cuando empiezan a evaluar la tecnología y el proceso en sí, vuelven a presentar la memoria de cálculo estimada, y por eso se autoriza este caudal”, explicó Valeria Suárez.

Consultada sobre si la depuradora está en condiciones de recibir esa cantidad de líquidos, respondió: “Ese informe surge de una evaluación técnica de la planta en la que estudiamos su condición”.

“El municipio va a ir a controlar que estén los registros de la apertura de caudales y que estén las horas y consumos establecidos por la Provincia”. Valeria Suárez