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Desde arriba y desde abajo: la discusión de lo neoliberal

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Desde arriba y desde abajo: la discusión de lo neoliberal
“El emprendedor es una nítida forma de vivir como empresa y es el sujeto por excelencia de esta fuerza política”, afirma el autor de la nota de opinión (foto: Agenda 4P)

Escribe Pablo Delgado (*) ESPECIAL PARA EL DIARIO

“El emprendedor es una nítida forma de vivir como empresa y es el sujeto por excelencia de esta fuerza política”, afirma el autor de la nota de opinión (foto: Agenda 4P)

A dos años de la victoria de Cambiemos en las elecciones presidenciales y a un mes de haber ganado elecciones de medio término, no asistimos solo a un cambio de etapa política, estamos frente a algo más complejo todavía, estamos ante un brutal cambio de época y el advenimiento de un clima cultural sumamente banal, sin intensidad épica, en donde el PRO, un partido diseñado para instaurar el dominio del empresariado (y su modo de vida) sobre la política, avanza a pasos concretos en la construcción de su hegemonía cultural y política. Esto indica, a priori, que la correlación de fuerzas se está inclinando pronunciadamente a su favor y que probablemente la foto actual sea la siguiente: si hoy hubiera elecciones ganaría nuevamente Macri si se presentara. De allí, una pregunta que no termina de responderse: ¿por qué? Es insostenible y contraproducente argumentar que, un partido orgánico a la derecha, ganó y se sostiene solo por imposturas y engaños. Es necesario, entonces, ir a fondo con los debates y los balances.

En este marco, creo que una punta necesaria y a la vez realista para pensar la Argentina actual es la preguntarse por la corporeidad y consistencia del Neoliberalismo. En este sentido, cuando hablamos de lo neoliberal muchas veces se sobreentiende un rápido y determinado diagnóstico, una serie de imágenes y lugares comunes comprensibles por todos que implican pensarlo solo como una cuestión de los grandes actores o macropolítica, como una “receta” de políticas que cambiaron el tejido social de nuestra región produciendo el desguace del Estado y que incluyeron privatizaciones, flexibilización laboral, mega-endeudamientos, desregulación financiera, reducción de protecciones sociales, etcétera, perteneciente a cierta etapa histórica del modelo de acumulación capitalista y en el marco de un determinado clivaje: Estado o Mercado.

Ahora bien, esta definición cuasi de manual se torna problemática porque reduce al neoliberalismo a su definición “desde arriba”.

En efecto, los acontecimientos que desde finales de 2015 constatan un importante avance de las fuerzas conservadores en Latinoamérica, con apoyo popular en varios casos, pero también cuestiones como la lógica Neoextractivista, la generalización del paradigma competitivo y gerencial de la existencia como también de los criterios de valorización del capital para los cuales todo puede ser comprado, la segmentación, jerarquización y segregación de espacios, el aumento de las fuerzas de seguridad públicas y privadas, “La proliferación del racismo, el clasismo y el sexismo por efecto de una introyección de las nociones de éxito y fracaso del universo neoliberal exacerbado ” en nuestras vidas, la financierización de las economías populares y tantos otros fenómenos, dan cuenta de la constancia del Neoliberalismo y de una realidad de larga duración del mismo en la que observamos que también de despliega “por abajo”, es decir, en un plano que incluye todos los aspectos de nuestra subjetividad.

 

¿Qué es el neoliberalismo?

Por abajo y por arriba, las imágenes convencionales que nombrábamos se ponen en tensión, se tornan insuficientes, entonces ¿qué es el neoliberalismo? Una imagen fecunda y fresca nos la ofrecen Christian Laval y Pierre Dardot en sus libros “La nueva Razón del Mundo” y “La pesadilla que no acaba nunca”: el neoliberalismo es una racionalidad, un orden racional capaz de configurar hasta lo más íntimo de nuestras vidas para que existamos como empresa.

Para cerrar, volvamos al PRO (Cambiemos): ¿de dónde saca fuerza y potencia su mensaje? Mariano Mayer, secretario de Emprendedores y Pymes de la Nación da un indicio: “Queremos ser un país de 40 millones de emprendedores ”.

El emprendedor es una nítida forma de vivir como empresa y es el sujeto por excelencia de esta fuerza política, por lo cual han realizado todo un trabajo de leer esta racionalidad, de empalmar con ella y fomentarla. Es decir, Cambiemos no solo es una maquina comunicacional muy efectiva, extrae su fuerza también de la diseminación de esta racionalidad neoliberal.  

Así, el neoliberalismo es un fenómeno mucho más complejo de lo que se suele pensar y una comprensión cabal del mismo es condición de posibilidad para lograr proponer un horizonte alternativo.

(*) Estudiante de Ciencia Política en la UNVM