Quedó rubricado ayer un singular convenio entre la UNVM y la reconocida Escuela Miyazato, a partir del cual se otorgará una diplomatura a cinturones avanzados, para generar una mejor educación de este arte marcial
“Un sueño hecho realidad. El sensei Shoei Miyazato seguramente estará llorando de alegría por este gran momento. Se cumple su sueño”, dijo Masatoshi Miyazato, el hijo y actual director de la Escuela que fundara el pionero del karate do en nuestro país hace más de 50 años.
En la jornada de ayer se concretó la firma del convenio, a partir del cual en la Universidad Nacional de Villa María se dictará una diplomatura de karate, para artistas de cinturones avanzados, en principio para el estilo Shorin Ryu.
La firma del acuerdo se realizó en la sede de Extensión Universitaria, donde estuvieron presentes el rector Luis Negretti, Omar Barberis (director del Instituto de Extensión), Misatoshi Miyazato y referentes de la escuela de karate que cuenta en nuestra ciudad con dos filiales, conducidas por José Caminos y Sergio Martínez, respectivamente.
Acuerdo inédito
El convenio es inédito a nivel mundial y de gran relevancia, no solo para la reconocida escuela. A través de este acuerdo, la UNVM certificará un proyecto de capacitación generado por la Escuela Miyazato para capacitar a sus instructores y alumnos avanzados de Argentina y del resto del mundo.
Se trata de una diplomatura en enseñanza del karate do, cuyo objetivo es optimizar la calidad de la enseñanza de quienes tienen la responsabilidad de transmitir los conocimientos de este arte marcial de origen okinawense.
Por primera vez una universidad nacional certificará una actividad de capacitación impartida por una escuela de karate do tradicional.
“La diplomatura apuntaría a tratar de perfilar una formación que habilite a aquellos que están en la enseñanza del karate, con una habilitación con una diplomatura de la universidad con la escuela, para mejorar los detalles de la educación que se está prestando”, señaló Omar Barberis.
Por su parte, Miyazato dijo: “Nosotros los karatecas no somos buenos hablando, somos buenos para hacer. Estamos contentos de realizar y empezar a trabajar en este convenio. El sensei Muyazato seguramente hoy está llorando de alegría con este gran momento”.
A su turno, el rector Luis Negretti agradeció a Miyazato “por haber pensado en nuestra Universidad para firmar este vínculo asociativo”.
“Proponer a la comunidad en general, pero particularmente a niños, niñas y adolescente que practican el karate, además de ser una actividad deportiva, próxima a ser un deporte olímpico, tiene una serie de connotaciones, como la disciplina, el comportamiento, y un sinnúmero de reglas a seguir, que hoy por hoy están un tanto ausentes en ciertos sectores de la sociedad. Que mejor que ir cultivando la posibilidad de participar en este deporte para niños y adolescentes”, dijo el rector Luis Negretti.
La firma y otros detalles
Estuvieron presentes durante la firma el presidente del Ente Deporte y Turismo, Marcos Bovo, y numerosos cinturones negros de toda la provincia, integrantes de la prestigiosa escuela Miyazato.
La rúbrica del convenio que vincula a la Escuela Miyazato de Karate Do, con la Universidad Nacional de Villa María, para el dictado de la Diplomatura en la Enseñanza del Karate Do a partir de 2018.
En contacto con los medios, Negretti contó que “hizo de nexo Marcos Bovo, del Ente Deporte y Turismo, y nos reunimos con autoridades locales de la escuela. Nos acercaron una propuesta educativa de la diplomatura que inmediatamente nos pusimos a trabajar para ajustarla a los distintos parámetros que en la UNVM tenemos para este tipo de propuestas formativas, a cuyo fin era necesario formalizar el vínculo entre ambas partes con este convenio”.
Sobre la formación específica, Miyazato destacó que “es una historia larga. Mi padre fue un soñador. Durante la Segunda Guerra Mundial, una época no muy grata, él decía que había que estudiar, a pesar de los momentos difíciles al extremo, donde la gente moría de sed y hambre. Él decía que quien estudiaba iba a triunfar en el futuro. Empezó este bello arte marcial, para sentirse más fortalecido, como ser humano, antes de hacer lo que soñaba. Cuando él llega a Okinawa estaba toda devastada, la vida costaba un gran sacrificio, con ese anhelo vinimos a Argentina para enseñar karate. Aquel sueño me llevó hoy a mí a lograr el sueño de mi padre, él decía que el estudio está reflejado en la historia del karate, la aritmética, la física, la geometría, fue el único maestro que mimetizaba todo lo que enseñaba con lo que los chicos aprendían en la escuela”.
Sin antecedentes
No hay antecedentes a nivel internacional de algo parecido y ya hay alumnos de la Escuela Miyazato de karate Shorin Ryu. Artistas marciales de Italia, España, Chile e Isla de Pascua ya han mostrado interés en realizar esta diplomatura.
José Caminos, el padre del karate villamariense, contó que “entre las materias que deberán cursar los alumnos están “Psicología evolutiva y educativa, pedagogía didáctica, fisiología, anatomía, historia, entre otras y durará unos cinco meses”.
Aún se está armando el protocolo de ejecución, pero tendrá dos perspectivas, una presencial y otra virtual. Estará destinado a personas avanzadas en la enseñanza del karate. Para mejorar su capacidad de enseñanza y comprensión de la problemática. También habrá un proceso de inscripción y de admisión. La duración sería de cinco meses y con un examen final presencial.
Si bien la Escuela Miyazato ya ha tenido una experiencia interna con una capacitación similar, en este caso está encuadrado en un marco pedagógico de importancia que le da el vínculo con la UNVM.
Un gran maestro
Shoei Miyazato fue el pionero en nuestro país del karate do. Nació en 1928 en la isla japonesa de Okinawa y falleció el 2 de diciembre de 2013, por una afección respiratoria.
En 1959 llegó a Argentina y se radicó en el mes de marzo en Córdoba, donde comenzó la enseñanza del karate do, convirtiéndose en el primero en mostrar este arte marcial en nuestro país.
Comenzó a practicar a los 13 años, con el estilo Shito Ryu en Osaka, y al finalizar la Segunda Guerra Mundial regresó a Okinawa, donde ingresó al Dojo Miyahira.
En 1948 se casó con Yoshiko Nakasone y tuvieron seis hijos: Masao, Yuriko, Masatoshi, Suiko, Mercedes y Noemí Miyazato. En el año 1955 recibió el 3er. dan y en 1958 el 4to. dan.
En 1959 emigró a Argentina con toda su familia y eligió a Córdoba para brindar sus enseñanzas, donde Miyahira lo autoriza para difundir el karate shidokan fuera de la isla de Okinawa.
En 1979 inaugura el Dojo de Villa Cabrera, actualmente la sede central de la Escuela Miyazato (Hombu Dojo).
En 1991 regresó a Okinawa y en 1997 retornó a Córdoba.
La Escuela tiene dojos en más de 15 provincias argentinas, también en Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay, México, Perú, España, Israel y Suecia.
En 2011, Shoei Miyazato recibió una Mención de Honor por su dedicación y difusión de la cultura japonesa en Argentina y en el mundo. Fue la primera en la historia del karate.
Falleció en 2013.