Siesta navideña

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Siesta navideña

El viernes por la noche y en vísperas de Navidad, los comercios del centro de la ciudad abrieron sus puertas hasta las 12 de la noche para que todos los vecinos pudieran comprar los regalos para sus seres queridos.

Fue allí, donde, entre una multitud, este simpático perro durmió una siesta, sin reaccionar frente a las decenas de personas que iban y venían cargadas de bolsas ni a la música que tocaba el artista callejero que estaba sentado detrás.