A través de la TDA se vehiculizan en forma gratuita señales del Ministerio de Educación, del INCAA, así como canales de noticias y del ámbito internacional. Los despidos pusieron en alerta a los efectores locales de la comunicación
El anuncio de más de 150 despidos en la Televisión Digital Abierta (TDA) puso en duda, en las últimas horas, la continuidad del grupo de señales que muchos hogares reciben gratuitamente en todo el país, incluidos los de Villa María.
Diversos medios de Buenos Aires indicaron que numerosos empleados podrían ser desvinculados de la TDA en el marco del ajuste que el Gobierno nacional está implementando en varios sectores estatales.
Unos 180 trabajadores de las distintas señales del sistema de acceso gratuito fueron informados de que sus contratos no continuarán más allá del 31 de diciembre.
De esta manera, Paka Paka, Encuentro y DeporTV, que emplean a 240 personas, quedarían al borde del vaciamiento y sin planta para poner a esas señales en el aire. También se registraron despidos en TDA Contenidos, se remarcó.
Los despedidos recibieron una oferta de dos meses de indemnización como único pago. El conflicto se sumó a los que dieron pie a la Asociación Trabajadores del Estado para anunciar una huelga para el 4 de enero.
El creador del mencionado sistema, Osvaldo Nemirovsci declaró ayer que “me cuentan sobre la posibilidad que desmantelen TDA. Es un dolor personal sobre otros dolores colectivos. Por los mas de 150 trabajadores que allí están y por que se coarta una manera original y técnicamente correcta de acceder a la televisión. En 2009 comenzamos a construir una innovación tecnológica con aplicabilidad social. Fuimos pioneros en América Latina y pusimos en valor la modernidad tecnológica para la TV abierta. Intentamos y creo tuvimos aciertos en desarrollar un modelo de televisión gratuito, inclusivo, accesible y federal. No hay motivo para que no continúe. Es un valor activo para la industria cultural argentina. No lo tiren a la basura”.
EL DIARIO consultó sobre el tema a varios villamarienses que de una forma u otra estuvieron o están vinculados al sistema estatal de medios.
Así, María Eugenia Fiorenza, de la productora Ayllu Contenidos Audiovisuales, consideró que “más allá de los cuestionamientos que se le puedan hacer a la TDA, no es ninguna solución eliminarla, porque es una posibilidad para la población de acceder gratuitamente a contenidos educativos y culturales”.
“La Televisión Digital Abierta es un proyecto muy bueno, para hacer más federal la comunicación, y para que todas las provincias tengan sus voces. Como crítica a su implementación, creo que debería haberse generado más trabajo para el interior. Quedó confinado a Buenos Aires, y así no se llegó a desarrollar. Se apostó mucho al frente judicial, en la lucha con el Grupo Clarín, y se dejó de lado lo otro”, dijo Fiorenza, cuya productora elaboró años atrás la serie “Abriendo Caminos”, y dio charlas de capacitación en diversos lugares del país sobre cómo adecuar los equipos para adaptarse a la recepción de las señales de la TDA.
En tanto, Juan Montes, el coordinador del grupo Pucara, que organizara varios encuentros acerca de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y temas afines, expresó ayer a nuestra cronista que el desmantelamiento de la TDA “forma parte del proceso que lleva a cabo el actual Gobierno nacional, que entiende a la comunicación como un comercio”.
Agregó que la mencionada ley “sigue vigente, por lo que me parece que todo el desguace que se está haciendo es una violación a la Ley de Medios”.
El Pucara integra la Coalición por una Comunicación Democrática, y es probable que sea uno de los convocantes para analizar la realidad de la comunicación social en la Argentina.
Montes observó que el sector comunicacional atraviesa una severa crisis en el país, “con cierre de carreras universitarias en la materia, radios comunitarias decomisadas, radios de pueblos originarios vaciadas, y con el cierre del único canal de televisión de pueblos originarios, el de Bariloche, cerrado”.
“El cierre de la TDA favorecerá el fortalecimiento de los monopolios, como el de Clarín, al que el Gobierno le dio todo lo que pedía”, remarcó.
Por otra parte, Montes cuestionó los contenidos actuales de la televisión nacional, diciendo que “son en esencia iguales que los de hace quince años, no hay producción audiovisual importante”. También reprochó el rol de las universidades en el tema, y observó que “no politizan su labor”. Puso como ejemplo, a la señal local Uniteve, que “la mayoría de los villamarienses no pueden ver ni por Cablevisión ni por Direct TV”.
En el caso de esta última distribuidora de señales, “no solo no se ve Uniteve, sino tampoco Mirate, ni los canales de Córdoba”.
También Eric Muzart, desde la Agrupación Audiovisual Villa María, calificó a la situación provocada por los despidos en TDA como “un vaciamiento” que “no solo destruye una fuente de trabajo, sino de contenidos alternativos y un sistema federal que ni siquiera la Televisión Pública garantiza”.
“La solución a la problemática actual no debería ser cerrar los organismos, sino por el contrario generar más contenidos”, dijo Muzart, quien en cambio afirmó que “por suerte en Córdoba contamos con la Ley de Fomento y Promoción para la Industria Audiovisual de Córdoba, una especie de paraguas para evitar que la crisis nacional nos golpee de lleno”. La norma tiene por objetivo la creación de un fondo para fortalecer la producción audiovisual tanto en su dimensión cultural como en la industrial en todo el territorio provincial. Declara el quehacer audiovisual como actividad industrial: exenciones impositivas para productoras locales, subsidios a tasa de créditos para infraestructura y equipamiento, subsidio para la creación de empleo directo.
En cuanto a lo acontecido en los dos últimos años a nivel nacional, resaltó que “se vienen produciendo recortes de fondos, y ya nos están informando que el año próximo se eliminarán los créditos”. Asimismo, refirió que los aportes estatales “se están haciendo difíciles para las nuevas productoras, ya que hay un nuevo sistema de puntajes que no refleja la situación de quienes necesitan equiparse”.
Muzart produjo diversos materiales para el sistema nacional de medios, entre ellos una serie para el canal infantil Paka Paka.
Carta
Melina Martínez, una de las empleadas cesanteadas, escribió: “Despedida, o ni siquiera eso, porque estaba trabajando en negro para el Estado. Por lo que el rótulo, legalmente no va. Pero es eso. Estoy despedida. Hoy nos avisaron que en tres días nos rajan. Que el 1 de enero cierran la TDA. Que no habrá más BACUA, contenidos, señales, producciones, ni servicios audiovisuales bajo esa estructura. Que la plata que se invirtió ahí, va a la basura. Que 160 familias, quedamos sin trabajo. Así, de un día para el otro”.
“Ayer corría por grabar un mensaje del presidente de la Nación con una responsabilidad en la espalda demasiado grande, y comprándome ropa acorde para moverme en los eventos de Casa Rosada, y hoy estoy sacando cuentas para ver cómo pagar esa ropa y el alquiler donde vivo, rearmando el Currículum Vitae y pensando a dónde mandarlo. Son 159 técnicos audiovisuales más, estarán mañana enviando sus currículums a las productoras”.