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Pequeñas casas inmensas

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Pequeñas casas inmensas
Los sistemas tecnológicos no siempre están en uso. El televisor y el equipo de música se pueden esconder con los muebles de almacenaje adecuados. Algunos incluso ofrecen la opción de cambiar la orientación para utilizarlos en diferentes espacio sin necesidad de cambiarlos de lugar

Reformas

De donde sobra siempre se puede quitar, pero ¿y de donde falta? ¿Es posible conseguir metros de más donde solo hay lugar de menos? El diseño también sirve para ampliar entornos como por arte de magia.

El tamaño es siempre algo delicado. Hay espacios grandes y los hay pequeños, pero lo importante es que todos puedan cumplir con su función: contener aquellos objetos que rodean nuestras vidas. Por eso, aunque parezca algo ajeno al diseño, hacer un ejercicio de síntesis sobre qué es lo que realmente necesitamos para ser felices debe ser el punto de partida del proyecto de reforma de un espacio reducido.

Cuando no se tiene, un centímetro es más preciado que el mayor de los tesoros. El abanico de opciones de mobiliario y equipamiento doméstico estándar es suficientemente amplio para todos los gustos, con infinitas formas y tamaños, pero, cual implacable Ley de Murphy, cuando el espacio escasea, a los muebles les suele sobrar ese centímetro de más que hace imposible encajarlos. Por eso, el diseño a medida suele ser la salida más óptima para poder cuadrar la estrecha relación entre espacios, necesidades y muebles. Recurrir al proyecto personalizado, siempre que se pueda, será la primera recomendación para lograr un aprovechamiento del espacio hasta el último milímetro.

Para aprovechar mejor el espacio y sentirlo en todo su esplendor, las paredes deben ser las justas y lo ideal es que permanezcan despejadas, con muebles bajos y compactos que den amplitud sin distracciones. Siempre que sea posible es recomendable que los armarios y electrodomésticos queden empotrados para dar más continuidad a la estancia. Las lámparas colgantes están poco menos que prohibidas, salvo en techos altos. Para el resto, lo más recomendable será optar por plafones. Las lámparas de pie tampoco son una buena idea y será mejor sustituirlas por apliques que, aunque quedan fijados a la pared, no ocupan los preciados centímetros libres del suelo. El objetivo es eliminar todo elemento que ocupe espacio, en planta y en el volumen de la habitación por completo.

Por último, para los materiales del mobiliario lo ideal es que sean lo más parecidos a los de las paredes, para conseguir un efecto camuflaje.