Inicio Culturales Destacados 2017: “Para entrar no hay que saber bailar, la idea es el encuentro”

Destacados 2017: “Para entrar no hay que saber bailar, la idea es el encuentro”

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Destacados 2017: “Para entrar no hay que saber bailar, la idea es el encuentro”
En ocasiones, las veladas han tenido música en vivo

La milonga local “La Morocha” llegó a realizar 28 ediciones en Escena durante el año pasado. Los responsables del espacio señalan que falta más apoyo estatal para sostener iniciativas similares

El jueves 28 de diciembre se llevó a cabo en Escena la 28ª edición de la milonga “La Morocha”, la más activa de los reductos locales dedicados al “dos por cuatro”.

Por tal motivo, entrevistamos a los responsables de este nicho cultural que se ha convertido en una experiencia en crecimiento.

-¿Cuándo y cómo inició «La Morocha”?

-La primera edición de la milonga fue el 2 de marzo de 2017, en el espacio cultural Escena, ideada por mí (Pablo Mansilla) y Darío Rodas con el apoyo incondicional de Juan Pablo Amante, Kay Robles y Maxi Ponce. Decidimos hacerla porque nos gusta el tango, nos gusta bailar, nos hace bien, y creemos que mucha gente siente lo mismo. Además veíamos que, por un lado, faltan espacios milongueros y, por otro, queríamos generar uno con nuestra impronta.

-¿Cómo planifican cada velada,?

-Tratamos de organizar las fechas con anticipación, generar la mejor difusión que esté a nuestro alcance, concientizar sobre lo importante que es sostener los espacios culturales independientes, y generar un sostén económico tanto para el lugar, como para los músicos, los profes que han venido a dar clases y también quienes lo organizan. Hemos tenido muy buenos resultados. Además, cada noche tiene cambios en la selección de la música, proponemos distintas temáticas durante el mes, como música en vivo, homenajes a orquestas e intervenciones en el espacio. Tomamos la decisión que el ingreso a la milonga no tenga restricciones (sin costo) y proponemos mediante una colaboración a la gorra que las personas valoren el espacio con lo que puedan o consideren.

-¿Pensaron que al final del año llegarían a tantas veladas?

-Sí, desde la primer milonga pensamos, creímos y sabíamos que iban a ser muchas más. Y seguimos sosteniendo la misma idea. Sin embargo, no dejamos de disfrutar cada una como un logro en sí misma, ya que es el esfuerzo de mucha gente que apuesta a sostener estos espacios.

-Es un ambiente donde conviven jóvenes y adultos de forma armónica. ¿Cómo se ha dado esa mixtura?

-La verdad que ni cuenta nos dimos. Si bien hay un público constante, también hay otro que se renueva todo el tiempo y eso es fantástico. Además, no necesariamente hay que saber bailar tango, la idea es el encuentro. En definitiva, se da con naturalidad, tanto la mixtura de edades, como de gente que ya conoce el ambiente y los que caen a Escena por una birra, se copan con la onda y a la vez descubren.

-Han logrado mantener a la milonga más activa de la ciudad. ¿Qué ha sucedido con las demás experiencias?

-Se puede mantener porque no pagamos un alquiler del espacio y porque se nos permite autogestionarnos de manera autónoma (buscar sponsor, pasar la gorra o cobrar entrada). Las demás experiencias nos han enseñado mucho, siempre las vivimos con alegría, aunque lo más triste sea que las otras milongas no pueden sostenerse por cuestiones económicas, por lo caro que es el alquiler de los salones y por las trabas o impuestos municipales. Sí participamos de todas las propuestas de tango. Aunque sea una de las actividades que menos convoca, nos conocemos todos y somos un ambiente de resistencia cultural. El tango tiene esa contradicción de ser bien argentino y que a la vez sea de poca convocatoria en relación a otras expresiones culturales. Falta mucho por hacer, faltan iniciativas y apoyo estatal para que pueda sostenerse en el tiempo.

-¿Se han sumado a la milonga municipal “Amores tangos”?

-Nunca faltamos a una milonga de Amores Tangos, solo faltamos a las que se prometieron y no se hicieron y eso es una verdadera pena, porque si se les hubiese dado la posibilidad a la comisión de organizarse libremente, no solo aún estaría en pie, sino que sería además una fuente de trabajo para muchas personas. Deseamos que vuelva, pero entendemos que difícilmente esto suceda a pesar de su éxito y gran apoyo del ambiente tanguero.

-¿Qué piensan desarrollar para el año próximo?

-Nos gustaría poder generar una milonga por semana, durante todo el año, con profesores y con música en vivo. Queremos que siga adelante, no tenemos pensado ir a ningún lado, acá nos quedamos bien firmes.

-¿Tienen algún proyecto en vista?

-Sí, seguir apostando al tango y a las milongas, sea en “La Morocha”, o en “Amores Tangos” o en “Esta Noche De Luna”, proyectamos que cada vez se generen más milongas, no menos. Villa María las necesita porque son espacios donde la gente se encuentra, se abrazan, se cuidan y se respetan. Mirá lo importante que son estos valores en un contexto tan cargado de violencia estatal e institucional en el que estamos viviendo. Cuando entrás a una milonga se siente la buena onda, la indiferencia no tiene cabida, la gente se conecta. Son cosas que creemos que nos diferencian con otros espacios, que está bueno fomentar y multiplicar.