Inicio Suplementos El Diario Rural Cabezales «for expor»

Cabezales «for expor»

0
Cabezales «for expor»

P28 f1 cabezal maineroLa empresa bellvillense Mainero concretó recientemente el envío de las primeras 15 unidades del original cabezal maicero MDD-100, un desarrollo argentino de alta tecnología cuya principal particularidad es la posibilidad de cosechar maíz en cualquier dirección y a cualquier distancia entre hileras.

En mayo, Mainero anunció la decisión de lanzar comercialmente ese producto de alta tecnología nacional en Estados Unidos y Canadá.

El sitio especializado Maquinac dio a conocer que «la concreción del primer envío al principal mercado del planeta marca un hito para la industria nacional de la maquinaria, al tiempo que abre oportunidades de negocios muy importantes para la compañía local».

“Esto es sólo el comienzo de un largo camino que tenemos por recorrer en un mercado donde se comercializan 5.500 cabezales maiceros por campaña”, destaca Juan Carlos Ruano, Gerente de Comercio Exterior de Mainero, a ese medio.

“Sabíamos que nuestro producto es absolutamente innovador, pero realmente nos ha sorprendido la receptividad que hemos logrado en tan poco tiempo en ese mercado, que es el más competitivo del mundo”, agrega.

 

Red comercial

Actualmente, Mainero cuenta con presencia comercial en importantes áreas maiceras norteamericanas, con representantes en los estados de Dakota del Norte, Dakota del Sur, Nebraska, Kansas, Iowa y Missouri, además de Canadá. Y tiene en desarrollo la expansión de su red de distribuidores a Illinois, Indiana, Ohio, Minnesota y Wisconsing, lo que le permitirá cubrir íntegramente el denominado Corn Belt (cinturón maicero).

 

Características del cabezal maicero

El modelo MDD-100 del cabezal maicero desarrollado por la empresa de Bell Ville se distingue por la capacidad para recolectar maíz en cualquier dirección y a cualquier distancia entre hileras.

De hecho, el cabezal fue lanzado bajo la consigna Row-Independent (surco independiente), en alusión a que se puede trabajar en maíces sembrados a cualquier distancia, sin necesidad de realizar ajustes, cambios de distanciamientos u otras adaptaciones.

Este punto es clave en mercados como el norteamericano, donde el maíz se siembra en múltiples configuraciones, que incluyen planteos en líneas regulares desde 40 a 100 cm entre hileras, más las modalidades de surcos gemelos o apareados. La posibilidad de cosechar todas esas combinaciones con un mismo equipo resulta sencillamente revolucionario para esos mercados, máxime cuando ni siquiera hace falta seguir la dirección del sembrado.