Las condiciones climáticas aún no han dado los perfiles necesarios para iniciar la siembra de soja, pero, según las estimaciones, el área se reduciría en relación a los últimos años
Por segundo año consecutivo, el área de cultivo de soja y de maíz se va achicando. Según datos de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) “la intención de siembra de soja 2015/16 se proyecta en 20,5 millones de hectáreas, mientras que la de maíz está estimada en 3,3 millones de hectáreas. Hace dos años, ambos cultivos sumaban más de 25 millones (M) de hectáreas; el año pasado la cuenta arrojó 24,5 M y ahora pasaría a 23,8 M.
Según GEA, “el notable aumento de los rindes de indiferencia limita considerablemente la producción”, haciendo referencia al rendimiento necesario de cada grano para cubrir gastos, que año a año es superior.
El otro tema que se presenta como dificultad es el transporte: “El norte del país, y en general, las zonas alejadas de los puntos de entrega, con alto impacto del costo de flete, son las más afectadas”.
Sobre lo que va a pasar con esas hectáreas que quedarán sin sembrar, los analistas que elaboraron el informe estimaron que “si bien se consideran otros cultivos alternativos, en general, es la actividad ganadera la que se perfila con mejores posibilidades de incorporar parte de ese hectareaje. Pero ante la falta de capital, son numerosos los lotes con destino incierto que podrían quedar sin posibilidades de integrarse a un ciclo productivo”.
Soja
La temperatura aún no calienta los suelos de la región para dar inicio plenamente a la campaña de soja, indicaron desde GEA, aunque señalaron que tímidamente empezaron las labores en algunas zonas. Por esta razón, aún no se puede precisar la cantidad de hectáreas que se sembrarán con esta oleaginosa, sino que son sólo estimaciones por intención de siembra.
Desde lo técnico, GEA indicó que “la humedad está cercana a lo óptimo, pero hacia el norte y oeste (de la zona núcleo) estaría faltando una lluvia leve para tener óptimas condiciones. Los suelos siguen bajo la amenaza de napas cercanas a superficie. Sigue latente el temor de elevadas descargas en breves lapsos de tiempo. Mientras tanto, las malezas también están bajo la lupa. Anticipándose a su invasión se aplican herbicidas pre-emergentes y, en general, hay buenos resultados en los tratamientos. Sin embargo, aparecen algunos cuadros enmalezados por aplicaciones a destiempo y otros que han sufrido el lavado de herbicidas residuales por el exceso de lluvias en agosto. Hubo casos extremos en los que la superpoblación de malezas tuvo que combatirse con una rastra de disco. Los técnicos están concentrándose en los nacimientos y rebrotes de rama negra y, con el aumento de temperaturas, en el yuyo colorado resistente, sorgo de Alepo resistente y otras gramíneas rebeldes de frenar”.
Maíz
A ritmo lento, las labores de implantación de maíz comenzaron con recargas moderadas en septiembre. El patrón de lluvias de la primera quincena de octubre tampoco ha cambiado demasiado y con lluvias de montos acotados, avanza pausadamente el ritmo de implantación. El avance de las labores de siembra cubre 850 mil ha, 26% de una intención de 3,3 millones hectáreas. Aunque los márgenes siguen retrocediendo, por ahora se mantiene la estimación de una caída de área del 23% respecto del año anterior ante la posible compensación con siembras tardías en diciembre. No se descarta, sin embargo, una caída de área mayor al porcentaje mencionado de no haber cambios que impacten en el precio de la mercadería.
Trigo
En trigo, falta bastante para superar etapas claves, pero las recientes lluvias y las reservas de humedad en profundidad en la región pampeana permiten proyectar una producción de 9,3 millones de toneladas. Desde que empezó octubre, frentes de aire frío y tormentas que escapan de los sectores que tuvieron problemas con excesos hídricos, mantienen buenas condiciones en el cultivo. Después de realizar controles de enfermedades, se mantienen las adecuadas condiciones de sanidad, al tiempo que se observan buenos niveles de desarrollo en los lotes trigueros de zonas mediterráneas.