La palabra de la secretaria de Economía del Ejecutivo ante la postura del Concejo Deliberante
Quedaron aprobados solo por el paso del tiempo. Son los balances municipales que corresponden al último año de Accastello y al primero de Gill. Lucarelli dijo que si fuera concejala le hubiese correspondido analizarlo
Desde la asunción de Martín Gill no se dio la aprobación expresa de los balances económicos anuales del municipio por parte de los concejales, algo singular desde el punto de vista político.
Esto ocurrió porque tanto en 2016 como en 2017 el balance quedó aprobado de manera ficta, es decir solo por el mero paso del tiempo. Son los que corresponden al último año del mandato de Eduardo Accastello y al primero de la gestión de Gill. La oposición, representada en Juntos por Villa María (versión local de Cambiemos), responsabilizó al bloque oficialista por esta situación.
La secretaria de Economía y Finanzas del Gobierno, Daniela Lucarelli, rehusó hacer consideraciones políticas sobre esto, pero finalmente dijo que si fuera concejala le hubiese correspondido analizarlo.
“No me merece una opinión en particular porque desconozco los motivos. Nosotros hemos cumplido como Departamento Ejecutivo con la presentación del instrumento en tiempo y forma. Además en 2017 elevamos el balance 2016 con una auditoría externa que no tuvo observaciones, que tuvo recomendaciones para mejor proveer y estuvimos siempre a disposición para cuando lo quisieran tratar”, declaró la funcionaria al ser consultada por EL DIARIO.
Recordó incluso que desde el cuerpo legislativo se lo aprobó en primera lectura y hubo una instancia de tratamiento pero luego “no se dio aprobación”. “También habían transcurrido los tiempos que establece la Carta Orgánica”, graficó.
Además recalcó que el de 2016 fue avalado de manera unánime por los tribunos de Cuenta, “algo que hasta aquí no había ocurrido”, refiriéndose sin decirlo a lo que ocurría en la gestión accastellista, cuando José Naselli y Gustavo Maristany no avalaban las cuentas.
“El balance está sólido. No obstante, estamos a diposición para explicarlo en todos sus aspectos porque no hay nada para ocultar y tiene un dictamen favorable”, advirtió.
La contadora aclaró que no se necesita la aprobación por parte de los ediles para que tome estado público. “La sociedad conoce el patrimonio, el activo y el pasivo del municipio desde el momento en que la Municipalidad comienza a generar su propio balance”, manifestó y dijo que esto se da desde el ejercicio 2001, pese a que la Carta Orgánica lo exige desde 1996.
“Siempre hemos tenido, mientras hemos sigo gestión, vocación de presentar y exhibir transparentemente toda la situación patrimonial”, añadió.
Cuando se le planteó si no es contraproducente para el Ejecutivo que se haya dado dos aprobaciones fictas consecutivas, consideró que no. “No tenemos impacto frente a terceros. El balance cumple todos los requisitos que exige la normativa aplicable”, aseveró.
Entonces se le preguntó si desde lo político no es algo negativo. “Es una evaluación que hará cada uno particularmente. Creo que en lo político, si soy funcionaria del Legislativo como tarea me corresponde analizarlo, y si tengo dudas consultar. Cada uno lo evaluará personalmente”, cerró.