El viernes pasado se presentó en el IPET 322 de Villa Nueva, el libro “Crónicas de un sepulturero”, escrito íntegramente por alumnos de segundo año del CENMA, el secundario para adultos y coordinado por el escritor Luis Luján.

-¿Cómo describirías el aspecto formal de estas memorias?

-Son 20 relatos, algunos fueron escritos a dúo. Todos están en primera persona como si los hubieran puesto en boca de un sepulturero. Muchas de esas historias han estado en la oralidad mucho tiempo, y algunos las escucharon de sus abuelos. Pero eso no significa que ellos no le hayan dado rienda suelta a la imaginación. Participaron 26 alumnos de segundo año cuyas edades oscilan entre los 18 y los 46 años.

-La edición del libro consta de 700 ejemplares ¿Cómo se solventó?

-Fue autogestionado por nosotros y algunas empresas auspiciantes. Los autores pagaron un mínimo de diez libros cada uno al costo, y la ganancia de esas ventas es para ellos. Lo recaudado de las librerías, en cambio, quedará para la cooperadora de la escuela.

-¿Qué relación tenían los alumnos con la literatura?

-Ninguna. La inmensa mayoría proviene de un contexto sociocultural de vulnerabilidad en donde la lectura estuvo siempre ausente. Ellos fueron los principales interesados en este proyecto porque sabían que podían trascender. Estoy seguro que esta presentación, será un antes y un después. Cuando sus nombres estén en un libro que circule algo habrá cambiado en ellos para siempre.

-¿Cómo ha sido la recepción en la ciudad de este proyecto que coordinás?

-Está siendo reconocido no sólo por la comunidad escolar sino también política. A tal punto que algunos colegios están trabajando con nuestros textos. El año pasado, el Concejo Deliberante declaró “embajadores culturales villanovenses” a los chicos que hicieron las “Leyendas Urbanas”. Y confiamos que este año se repita la distinción. Será muy importante para el futuro de estos alumnos, para que sus vidas sean incluidas en un proyecto social que los valore y los contenga.

Iván Wielikosielek