El grotesco criollo es un género teatral que intenta enrostrar al espectador, mediante las caricaturas de la comedia, las deformaciones de la parodia y los golpes cruciales del drama, aquel espejo social que no siempre nos atrevemos a ver.
Armando Discépolo intentó expresar en “Babilonia” las diferencias y prejuicios sociales que subyacían en los años veinte tanto entre las capas altas y bajas de la sociedad como entre los miles de inmigrantes que descendieron de los barcos y se entremezclaron con los criollos. Distinciones que subsisten en la actualidad. En base a esta perspectiva histórica, el Elenco Estable Municipal estrenó el viernes la obra en el hall de la Medioteca, aprovechando de buena manera los entrepisos para dividir a “los de arriba” y “los de abajo” de una supuesta casona señorial. Con un staff de 12 artistas en escena, dirigidos por Aimé Lezcano, la pieza se desarrolló en más de una hora con momentos de lucidez, retribuidos con risas estruendosas del público y otros donde la trama se volvía un tanto morosa y lenta. Se destacó el trabajo previo en los diferentes acentos y dialectos (español, italiano, ruso, francés), como en el vestuario a cargo de un taller municipal.
Hoy a las 21 se repetirá en Sabattini 40. Entradas $40.
J.R.S.