Por Betún

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Por Betún

Es negro como el carbón, se llama Betún y desde el 9 de enero su dueño no lo puede encontrar.

La última vez que se lo vio fue en el barrio Vista Verde. Tiene tres años y una mancha blanca en el pecho por la que se lo puede identificar.

Si bien hace varios días está perdido y su foto es compartida en redes sociales buscándolo, su cara se hizo viral por ser uno de los protagonistas del corto que compartió Marcelo Tinelli en su Facebook.

Se trata del video “Nunca comas un asado solo”, con el que se promociona una carnicería de nuestra ciudad y en el cual Betún aparece como coprotagonista.

Cualquier dato que alguien tenga, se puede comunicar con su dueño, Carlos Ponce (Carlo Ponce en Facebook) al 155637228.

 

Mi perro fiel

Una pareja de jóvenes tenía varios años de casados y nunca pudo tener un hijo.

Para no sentirse solos compraron un cachorro y lo amaron como si fuera su propio hijo. El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso ejemplar. El perro los salvó en más de una ocasión de ser atacados por ladrones.

Siempre fue muy fiel, quería y defendía a sus dueños contra cualquier peligro.

Luego de siete años de tener el perro, la pareja logró tener el hijo tan ansiado. La pareja estaba muy contenta con su nuevo hijo y disminuyeron las atenciones que tenían con el perro. Este se sintió relegado y comenzó a sentir celos del bebé; ya no era el perro cariñoso y fiel que tuvieron durante siete años.

Un día la pareja dejó al bebé plácidamente dormido en la cuna y subieron a la terraza a preparar una carne asada. Cual no fue la sorpresa cuando se dirigían al cuarto del bebé y ven al perro en el pasillo con la boca ensangrentada, moviéndoles la cola. El dueño del perro pensó lo peor y sacó el arma que llevaba y en el acto mató al perro.

Corre luego al cuarto del bebé y encuentra una gran serpiente degollada. El dueño comienza a llorar y exclamar: “¡He matado a mi perro fiel!”.

Cuántas veces hemos juzgado a las personas, lo que es peor, condenamos sin investigar a qué se debe su comportamiento. Muchas veces las cosas no son tan malas como parecen, sino todo lo contrario.

La próxima vez que nos sintamos tentados a juzgar y condenar a alguien, recordemos la historia del perro fiel.

Aprenderemos a no levantar falsedades contra una persona, hasta el punto de dañar su imagen ante los demás. Debemos darnos cuenta de que los sentimientos de las personas son frágiles y fáciles de dañar, pero difíciles de sanar.

Anónimo