El Partido Obrero pide la liberación de César Arakaki, Dimas Ponce y otros cinco militantes
Cintia Frencia dijo que ninguno hirió a un policía, como acusa la Justicia. Remarcó que “es llamativo” que no haya ningún efectivo policial detenido y destacó que hubo una brutal represión
En el marco de una campaña nacional demandando la libertad de César Arakaki y Dimas Ponce, estuvo en la Redacción de EL DIARIO la dirigente del Partido Obrero Cintia Frencia, quien sostuvo que las detenciones son parte de un “aleccionamiento” digitado por el Gobierno de Mauricio Macri.
También pidió por la liberación de otros cinco detenidos durante la manifestación del 14 de diciembre pasado en Buenos Aires contra la reforma previsional.
Arakaki y Ponce están acusados por la Justicia por lesiones graves, por presuntamente haber herido a un efectivo policial. “Sin dudas esto se da sobre la base de una interpretación arbitraria de una foto. No hay una secuencia fotográfica, no se muestra lo que sucedió, no se convocó a testigos ni fotógrafos”, sostuvo Frencia.
Cuando se le preguntó sobre la veracidad de la acusación, la dirigente remarcó que “sin dudas no han herido al policía”.
“Las imágenes grafican lo que fue una brutal represión y cómo la manifestación de miles y miles que estaban en la plaza se defendió frente a eso. Había de un lado balas de goma, gases, efectivos profesionales, camiones hidrantes, piedras, infiltrados y del otro lado un pueblo indignado frente a un robo descomunal a los jubilados que estuvo dispuesto a quedarse en la plaza a pesar de la represión para ser escuchados”, señaló.
Frencia explicó que “la situación procesal de César según el propio fiscal no está firme”, pese a lo cual el lunes pasado la Cámara de Apelaciones rechazó por segunda vez el pedido de excarcelación “con dos argumentos inéditos”.
Por un lado, la exlegisladora advirtió que “no hay voluntad ni tentativa de fuga porque fue él mismo quien se presentó espontáneamente ante la Justicia y sin embargo para el Poder Judicial se sostiene que existe esta posibilidad”. En segundo lugar, “no se da con el paradero de Sebastián Romero, por quien pesa otro pedido de captura, y se argumenta que podría existir algún tipo de vínculo que hasta el día de hoy después de casi 15 días de detención arbitraria no han podido demostrar”.
“Ni siquiera pertenecen a la misma organización política”, afirmó la dirigente, quien anticipó que se apelará nuevamente la determinación judicial.
Respecto a los otros cinco detenidos, precisó que se les imputa el delito de “intimidación pública”.
“El verdadero motivo de las detenciones en todos los casos es haber participado de las movilizaciones del 14 y el 18 de diciembre contra la reforma jubilatoria, que fueron masivas”, sostuvo.
Como contracara a todo lo narrado, la entrevista manifestó que “no existe un solo oficial detenido, y el único que fue identificado, quien estaría señalado por atropellar al cartonero, está en libertad, lo que es llamativo”.
“Acá se trata de un aleccionamiento político. Cuando existen tales arbitrariedades de esta magnitud donde no se están respetando las libertades democráticas más elementales hay que hacer una lectura política”, declaró.
En este sentido dijo que “hay una intención de aleccionar a un pueblo trabajador que se expresó masivamente en las calles el día 18, que lo hizo incluso a pesar de una serie de maniobras de las conducciones sindicales, que habían convocado al paro, lo levantaron, convocaron a una movilización, la levantaron, es decir hubo un esfuerzo de las conducciones por desarmarla y sin embargo la movilización fue masiva”.
Recordó que más de 300 mil personas fueron a la plaza durante la mañana y que a la tarde se registraron cacerolazos en todo el país, “que podríamos decir son la base social del gobierno”.
Finalmente, la exlegisladora destacó que “el ataque a César y Dimas es un ataque al conjunto de la clase obrera” y reclamó a las cúpulas sindicales “una adhesión activa a la campaña” por la liberación.
Por otra parte, advirtió que el Gobierno nacional se prepara “para una reforma laboral que es más agresiva que la previsional”, que ocasionará “una perdida enorme de derechos laborales”. El Partido Obrero puso a este tema entre las prioridades a atender, como la de la defensa del salario y la lucha contra la precarización.