Para terrenos complicados
No solo la maquinaria terrestre tiene la posibilidad de sembrar, sino que también la aviación agrícola permite la plantación de un cultivo por medio de la técnica de dispersión aérea.
En diferentes ambientes, con diversos suelos y condiciones climáticas, inclusive con diferentes fines, la siembra aérea está creciendo año a año y campaña tras campaña suma hectáreas y profesionales que se capacitan en esta tarea, indicaron desde la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (Fearca).
La siembra aérea ha demostrado ser una alternativa con ventajas para la siembra de grandes superficies por su simplicidad operativa, rapidez de implementación y bajos costos relativos, sobre todo cuando se la emplea en sistemas mixtos sobre cultivos de verano.
Los aviones agrícolas tienen la capacidad para la siembra de arroz, avena, centeno, cebada sobre otros cultivos y siembra de pasturas para ganadería en terrenos bajos o de difícil acceso.
En el caso de las pasturas, la principal ventaja de la siembra aérea es la posibilidad de sembrar sobre otros cultivos en crecimiento, como, por ejemplo, sobre soja, trigo o maíz, de forma que cuando éste es cosechado el nuevo cultivo ya ha comenzado su desarrollo. También se puede hacer resiembra de especies naturales en terrenos no preparados, como puede ser sobre montes o en terrenos no aptos para transitar con equipos terrestres y mejora la producción de forraje en zonas marginales para la agricultura (campos bajos, recortes de chacra).
Además, es importante destacar que en zonas complicadas por perfiles demasiado cargados de agua es una forma de deprimir las napas, ya que las pasturas tienen un gran consumo de agua. Esto es un enorme beneficio, ya que contribuye a que los productores no pierdan sus cultivos debido a las lluvias excesivas y puedan acceder a cosechar esa materia prima, que a posteriori será un alimento que llegará a nuestras mesas.
En diversas partes del mundo se utilizan las técnicas de siembra con aviones agrícolas como una herramienta irremplazable por sus íntegros beneficios. En nuestro país es una actividad con un auge sorprendente, alcanzando en 2017 más de 100 mil hectáreas sembradas con esta técnica, lo que demuestra el nivel de profesionalismo y calidad de la Aviación Agrícola Argentina.