Una pareja pagó 22 mil pesos por un Renault 18. Estaba “flojo de papeles” y, diciendo que iba a devolverles la plata, el vendedor se los pidió de vuelta para venderlo nuevamente. Nunca más apareció
Cristina Centeno y David Marengo se sienten estafados. Hace exactamente un año compraron un vehículo y, luego de idas y venidas, terminaron con las manos vacías, sin siquiera poder recuperar el dinero que pagaron por el mismo.
Todo comenzó cuando, a través de un grupo de Facebook, encontraron el auto que buscaban al precio que estaban dispuestos a abonar. Lo necesitaban principalmente para poder movilizarse junto a sus hijos, uno de ellos asmático.
“Hablamos con la persona que lo ofrecía, lo fuimos a ver y se presentó diciendo que era gestor y que conocía al titular del auto, es decir que no estaba a nombre de él porque lo había recibido como parte de pago”, contó Cristina, quien vive en Villa Nueva, al igual que la persona que le “vendió” el Renault 18.
“Supuestamente él había pedido el informe y estaba todo bien, el auto no tenía deudas, entonces hicimos el boleto de compra venta y le entregamos una parte”, detalló y agregó que “al día siguiente fuimos al Registro del Automotor que está sobre calle Mitre, en Villa María, y presentamos todos los papeles, el titular firmó todo y en el Registro nos dijeron que estaba todo bien”. Cuando recibió esa información entregó el dinero que faltaba. “Era la primera vez que compraba un auto; si del Registro me dicen que estaba todo bien, confié”, explicó.
Tras esto, al día siguiente volvieron a buscar la documentación definitiva y fue ahí cuando se enteraron de que existía un problema: “Me dicen que no me lo podían dar porque el auto estaba bajo inhibición por una quiebra que había tenido el titular hace mucho y que no se había solucionado”.
“Llamamos a José Ayala, que es la persona que nos vendió, y nos dijo que lo iba a solucionar”, recordó, mientras sostuvo que “nos dio algunas excusas y muchas vueltas”.
Incluso, aseguró, el vendedor le ofreció hacer una tarjeta azul, que los jóvenes rechazaron inmediatamente. Al pasar el tiempo y no obtener respuestas, exigieron la devolución de los 22 mil pesos que pagaron por el vehículo. “Nos dijo que se había gastado la plata, que tenía a otra persona que se lo iba a comprar, que lo iba a vender y nos devolvía la plata”, narró y reconoció: “Nosotros nos equivocamos y le dimos el auto, confiamos en alguien que es de acá, de Villa Nueva, hasta vive cerca, y se lo llevó”.
Así es como el auto desapareció y comenzó una persecución por parte de Cristina y David que continúa aún hoy. “Nunca más apareció, ni con la plata ni con el auto. Pusimos una abogada que lo notificó, le enviamos carta documento, le dijo que nos iba a devolver la plata en parte, pero tampoco pasó nada”, contó.
También aseveraron haber ido a la Policía, aunque “nos dijeron que hasta que no agotáramos todos los recursos legales, no podíamos hacer una denuncia ahí”. “Pero la causa ya está en Tribunales, hemos hecho la presentación y esperamos alguna resolución”, manifestaron.
“Este hombre no tiene nada a su nombre, supuestamente, no respondió a las cartas documento, entonces extendimos una carta en Tribunales para que se abriera la causa, pero eso está ahí, y estamos esperando porque él no tiene ninguna intención de pagar”.
“Lo que nos llama la atención es que del Registro nos hayan dicho que estaba todo bien, cuando no era así. Pagamos la transferencia y perdimos esa plata también”, reclamó.
Según dijeron, de hecho, esta persona “tiene una página en Facebook donde sigue vendiendo autos” y “solemos cruzarlo, pero se nos ríe en la cara”.
“Vimos que también lo han escrachado en Facebook varias personas que publicaron y contaban cosas parecidas a las nuestras”, cerraron.