A pesar de un cierre desastroso producto de fallas de audio padecidas por La Sole, la velada contó con la gran puesta con efectos de Elías en el Monte Carmelo y las actuaciones de Rescate y otras bandas religiosas
En la jornada de ayer se vivenció en el Anfiteatro un festival gratuito de música, con contenido cristiano, en el marco del Día de la Madre y auspiciado por el Estado nacional.
El “Vitae Fest”, organizado por la Fundación Vitae, congregó alrededor de cinco mil personas que se acercaron desde distintos puntos de la provincia para apreciar variopintas expresiones de la música filorreligiosa.
La velada, conducida por Carina Bonoris, inició cerca de las 18 con la Pastoral de San Isidro (con Daniel Poli, uno de los cantantes católicos más conocidos en el país), un grupo local formado ad hoc con miembros del coro de la Iglesia Catedral y del templo evangélico Visión de Futuro y la banda de reggae Proclamazión (con el pastor, profesor y músico rastafari “Beto” Sánchez de Buenos Aires, quien durante la tarde contara su trabajo social ante autoridades locales).
Luego llegaría el turno del grupo villamariense El Grito de Abel (“Mingo” Medina, Lucas Sigifredo, Seba Rossa, los hermanos Lucas y Tomás Rivera, Ale Rivero y Jorge Tacca), el cual recreó temas como “Maestro interior” y su himno “Corre”, que fuera elegida para la difusión de la Jornada Mundial de la Juventud años atrás.
Continuó en el escenario la formación folclórica Metanoia, compuesta por Iván Avila de nuestra ciudad y Martín Duarte de Córdoba, entre otros, la cual diera paso a uno de los conjuntos más emblemáticos del rock cristiano: Rescate.
Recién llegado de La Plata, el grupo de más de 25 años de carrera arrancó “al palo” con “Jesustone” mientras desde arriba arrojaban remeras y merchandising de “Enamorar”.
El cantante, Ulises Eyherabide, aprovechó para dedicar el recital a su madre, quien estaba presente en el lugar. Posteriormente llegaría uno de los momentos más esperados: la representación escénica y multimedia del pasaje bíblico Elías en el Monte Carmelo, a cargo de un elenco de 40 artistas producido por Vitae.
A pesar de algunas fallas de sonido, se logró una puesta coreográfica, musical, colorida, con efectos especiales (llamaradas, una gran Biblia “digital”) junto a un coro de ángeles descendiendo desde las alturas y un mix de canciones gospel con obras populares como la inoxidable “Dame fuego” de Sandro.
Antes de La Sole, se concretaría una oración ecuménica a cargo del padre Gustavo Gatto y el pastor Pedro Carballo frente a los intendentes -actual y electo- y demás funcionarios.
Recién llegada de Uruguay, Soledad Pastorutti, quien saliera a escena a las 22 junto al villamariense Pablo Cordero y luego con su hermana Natalia, sufrió más de un percance de sonido. Que sólo se escuchaba el audio del monitor, que los instrumentos sonaban muy desparejos, que a pesar de los esfuerzos persistía una “fritura” en la escucha total. Con una denodada voluntad y un nivel de profesionalismo altamente elogiables, la cantante se rió del asunto, hizo pruebas de sonido en vivo y hasta le cumplió el sueño a una fanática cantando “Déjame que me vaya”. De todos modos, y ante el público que se retiraba masivamente, logró intepretar temas de su disco “Vivir es hoy” y “Nadie te ama como yo”, que cantara junto a Axel y Martín Valverde ante el Papa Francisco en Río 2013.
“Enamorar es algo innovador en el mundo”
En las afueras del “Anfi”, al lado de una pantalla gigante donde se transmitía el evento, se hallaba un colectivo de “Scioli para la Victoria”.
Consultado por EL DIARIO sobre una posible vinculación política, Luis Quinelli, de la Fundación Vitae, señaló que “el Programa Enamorar es algo innovador en el mundo, un invento argentino. Es una articulación virtuosa entre el Estado y lo privado, ya que somos una de las varias ONG que han sido convocadas para brindar un mensaje positivo y esperanzador. Nosotros nos vinculamos con el Estado y en ningún momento se nos ha reclamado un deber político por ello”.
Juan Ramón Seia
