Desde Las Varillas viajaron a comprar un auto que una persona ofrecía en Facebook. Lo adquirieron y luego se dieron con que tenía una importante deuda. Lo devolvieron con la promesa de recuperar la plata, pero se quedaron con las manos vacías
Una pareja que reside en la ciudad denuncia un nuevo caso de estafa tras la compra de un vehículo que se gestionó mediante la red social Facebook.
Se trata de Betiana Ferreyra y Rubén Sánchez, ambos oriundos de Las Varillas, pero que desde hace dos años viven en nuestra ciudad y que se suman a la pareja de villanovenses que días atrás dio a conocer en EL DIARIO un caso similar.
En este caso, el “vendedor” apuntado es exactamente el mismo, al igual que el modus operandi.
“Esto nos pasó hace unos tres años atrás. Vivíamos en la localidad de Las Varillas y mi esposo se contactó con esta persona a través de Facebook, porque ofrecía un Fiat Uno. Viajó a verlo a Villa Nueva”, comenzó a relatar Betiana.
“Al momento de hacer la operación nos dimos cuenta que usaba un usuario de Facebook trucho, no con su nombre. Lo conocimos nosotros como Jesús Gómez y cuando hicimos firmar un pagaré firmó como José Ayala”, develó, coincidiendo el nombre con la historia de Cristina Centeno y David Marengo, que también pagaron un auto que tenía deudas, lo devolvieron y se quedaron con las manos vacías.
En este caso, la mujer recordó que “cuando mi esposo concretó la venta, no hizo un boleto de compra-venta sino un recibo diciendo que había recibido la plata, que eran 25 mil pesos, sin detallar el auto ni nada”.
El problema llegó cuando recibieron el vehículo. “Cuando obtuvimos el auto nos dimos con que tenía una deuda municipal de $8.000 y nunca nos había dicho eso antes. Incluso, cuando mi esposo tuvo el auto y lo llevó a un mecánico, le dijo que había que hacerle el motor porque estaba destruido, algo que tampoco nos había dicho”, contó.
A raíz de esto es que pidieron al sujeto en cuestión que les reintegrara el dinero. “Le devolvimos el auto porque nos dijo que nos iba a devolver la plata o conseguir otro auto. Pasó un año, pasaron dos y seguimos esperando. La última vez que pudimos hablar con él le preguntamos qué pensaba hacer y nos dio un cheque de 23 mil pesos. Con ese cheque intentamos comprar otro auto, y era un cheque imposible de cobrar”, lamentó.
“En el medio nos metía el verso de que iba a devolvernos la plata. Hasta el día de hoy no tengo nada. Le mandé mensajes, muchas cosas, pero nada. Incluso nos mudamos hace dos años a Villa María, lo hemos cruzado y se te ríe en la cara”, reclamó.
Betiana mencionó que “cuando decidí escracharlo por Facebook me mandó un mensaje diciendo que me iba a demandar”, pero que, para su sorpresa “en esa publicación, hubo una gran cantidad de gente que escribía diciendo que le había pasado lo mismo con este hombre”.
Las historias de ambas parejas no solo son similares, sino que se tocan cuando Betiana contó que “ese Renault 18 que le vendió a esos chicos, me lo ofreció a mí también, diciéndome que tenía unos problemitas con tribunales”.
Para peor, “vino un día con un auto diciendo que me iba a dar ese, me pidió que haga la transferencia y que la diferencia, porque era más caro que los 25 mil que había pagado, me lo dejaba en cuotas”. “Pagué la transferencia y al auto nunca lo tuve”, señaló.