Villa Nueva – Refugio “Mi Protector”

El espacio funciona en “El Vallecito” donde un grupo de personas logró construir 11 caniles donde contienen, alimentan y cuidan a canes que luego intentan ubicar en familias. “Este debería ser un lugar provisorio”, manifestaron

En un campo alquilado en cercanías al barrio El Vallecito un reducido grupo de personas lleva adelante la complicada tarea de cuidar, alimentar, curar e intentar dar a familias a decenas de perros “de la calle”. Los que no tienen hogar, los que son abandonados, y cualquiera que necesite atención y cariño, es motivo de ocupación del refugio “El Protector”.

Este centro de apadrinamiento y adopciones celebró días atrás el hecho de haber alcanzado el centenar de perros dados en adopción en los cuatro años que tiene de existencia. Hoy se ocupan de unos 60 que hay en el espacio.

Silvana Antón empezó en su casa levantando a aquellos perros que veía deambular, pero cuando llegó a tener 15 se dio cuenta que necesitaba otro espacio. Hace dos que encontraron el que actualmente ocupan, donde construyeron, junto con unos 15 colaboradores más, 11 caniles con chapas, alambres y todo lo que la gente dona y lo que se pudo conseguir.

Es, claramente, un trabajo a pulmón. El municipio aporta $5 mil para la renta del espacio. Gastan entre 5 mil y 8 mil pesos de balanceado y, por ejemplo, esta semana tuvieron 11 mil pesos de veterinaria.

“Esto debería ser un espacio provisorio, para rescatarlos, para volverlos a poner en condiciones de salud y darlos en adopción”, explicó Silvana, quien mencionó que “esta semana tuvimos una racha que dimos seis seguidos y hoy vienen a buscar a otra, así que ya llegamos a los 107 perros dados”.

Quienes se acercan buscan cachorros, pero muchos se dejan enamorar por algún “viejito” que “son más fáciles de adaptar, son más respetuosos” y por eso “hemos dado muchos”.

El trabajo diario no es sencillo. Menos cuando se hace en el tiempo que queda entre trabajos y familias. “Venimos diariamente a pasearlos, limpiar y alimentarlos”, destacó y contó que “lo ideal es que haya dos parejas por día que vengan a hacer ese trabajo, pero no lo logramos todavía”.

“Todo esto lo hicimos con donaciones. Esto vendría a ser lo que es el Centro de Adopción Municipal que hay en Villa María, pero sostenido por nosotros, un grupo de vecinos”, remarcó.

La Municipalidad de Villa Nueva “nos regala castraciones por mes, que es lo que nos permitió seguir con este proceso porque sino lamentablemente los fondos no nos alcanzaban”, sostuvo.

Además, tienen gente que colabora con bonos mensuales de entre $100 y $150 mensuales o que aportan balanceado.

Silvana confió que “hay muchos perros en la calle, tanto en Villa María como en Villa Nueva, como también muchísima desinformación con respecto a la castración”.

Lo que buscan es que la gente conozca que allí pueden ir a buscar la que será su mascota. “Tratamos de darle difusión a lo que hacemos, por redes sociales, el boca a boca nos ayuda mucho, para que se enteren que si tienen la opción de tener un perro en su casa, que adopte uno de la calle que lo necesita más que el perro que está en venta en una jaula”.

Quienes estén interesados en adoptar un perro pueden comunicarse a través del Facebook: Mi Protector