Luciano “Lucho” Escobar recibió una condena de dos años de prisión de ejecución condicional y pudo salir luego de casi seis meses. Sin embargo, en la sentencia el juez René Gandarillas lo intimó a concluir sus estudios. Si no cumple con esa regla de conducta, volverá a la cárcel
La noche del 11 de agosto del año pasado, Luciano Escobar (24) entró ilegalmente a una vivienda de barrio Los Olmos con fines de robo. Allí se apoderó de un televisor y trató de sacarlo por una ventana que da al patio, pero unos perros escucharon ruidos y comenzaron a ladrar.
Fue entonces cuando el dueño de casa, Alberto Rodríguez, se despertó y, sin perder tiempo, llamó a la Policía.
Pocos minutos después, personal de la Patrulla Preventiva detuvo al joven ladrón cuando intentaba escapar por los techos linderos.
Escobar, un joven albañil apodado “Lucho” y con domicilio en el mismo barrio donde ejecutó su frustrado atraco, fue procesado por los delitos de “violación de domicilio” y “hurto calificado en grado de tentativa” y llegó a juicio un par de días antes de cumplir seis meses entre rejas.
Por su condición de convicto primario y por la entidad de los ilícitos cometidos, la Justicia terminó imponiéndole una condena de dos años de prisión en suspenso, lo que le permitió recuperar la libertad ni bien concluyó la audiencia de debate.
Hasta ahí, los datos objetivos de la causa.
Sin embargo, lo llamativo de la sentencia dictada por el juez René Gandarillas es que no se agota en la pena, sino que fue un poquito más allá.
A requerimiento del fiscal Francisco Márquez, el camarista dispuso en su fallo que Escobar complete sus estudios secundarios, que había abandonado en la localidad de Los Zorros, donde cursó hasta segundo año. Y si no cumple estrictamente con esa regla de conducta, se dejará sin efecto la condicionalidad de la pena y el joven volverá a la cárcel.
Durante el transcurso de marzo “Lucho” tendrá que presentar en Tribunales un certificado que acredite que se anotó en la escuela nocturna y, además, todos los meses deberá acercar a la Cámara del Crimen las constancias de que está estudiando regularmente.
Confesó el hecho
El juicio oral y público fue de trámite abreviado porque Escobar se declaró culpable del hecho, circunstancia que posibilitó que no se receptaran pruebas testimoniales y se pasara directamente a los alegatos de las partes.
En esa instancia procesal, Márquez solicitó la pena antes descripta, pero que además se impusiera como regla de conducta la obligación de terminar sus estudios. A su turno, el abogado defensor Martín Gigante adhirió al pedido del fiscal.