También resaltaron que se hacen cosas que fueron transcurriendo de boca en boca y que agravan la situación. Además influyen, para peor, los sentimientos
“Sabemos bastante poco y, lo que es peor, ni siquiera tenemos conciencia de que no sabemos lo que hay que hacer, lo que nos lleva a hacer cosas que no corresponden”.
Eso dijo ayer el director del Hospital Villa Nueva, el médico Guillermo Díaz, al dialogar con EL DIARIO en el marco de una charla sobre primeros auxilios que se llevó a cabo en la Escuela Especial Pablo VI.
“A veces hacemos cosas que han transcurrido de boca en boca en la historia y que suelen empeorar la situación”, confirmó el profesional cuando se le consultó si la población conoce poco sobre las técnicas de primeros auxilios.
A esta falta de información y de concientización se le suma la cuestión de los sentimientos, que “son importantes e inmanejables, y por eso cuando uno ve a su hijo con un traumatismo lo levanta, lo lleva apurado, piensa en la urgencia y a veces moverlo es lo peor que podemos hacer”.
En la charla concretada en la víspera se hizo énfasis en los traumatismos más comunes que se dan en la escuela: hemorragias, quemaduras y fracturas. Ante la consulta de este matutino, el directivo del nosocomio insistió en que ante una hemorragia “hay que tapar la herida, llamar al 107 y evitar el sangrado”.
Respecto a las quemaduras “no hay que colocar nada raro, ni dentífrico ni tomate ni mucho menos barro, porque lleva a empeorar la situación porque provoca una quemadura con infección”, por lo que solamente hay que acudir al agua de la canilla.
En lo que es fractura “lo más importante es la inmovilización, por ejemplo, ante la fractura de los miembros donde lo elemental es no mover porque duele en la medida en que uno las mueva, si uno lo inmoviliza, el dolor cesa”. Pero además, y sobre todo en la fractura de cráneo y de columna, “se puede agravar la situación del paciente si uno lo mueve”.
Por otra parte, EL DIARIO le planteó qué hacer cuando un niño se ahoga mientras toma la merienda en el colegio. “Hay que asegurar la vía aérea -explicó el facultativo-, ponerlo boca abajo, golpear la espalda, asegurar que puede respirar y llamar al 107 que es importante porque los paramédicos están preparados y tienen el instrumental necesario”.
Díaz ahondó en que “si hay que abrirle la boca hay que tratar de sacar si (el objeto) se ve, si no se ve no hay que meter la mano porque lo único que van a hacer es introducirlo más y ocasionar un mayor problema. Asegurar la vía aérea es lo fundamental”.
“Los ahogos en la comida en un niño difícilmente traigan problemas serios más que el susto, pero es muy importante ponerlo en la posición de la boca para abajo para que lo pueda expulsar, y en las convulsiones ponerlos de costado para que no se produzca una broncoaspiración, es decir, lo que la gente dice normalmente ahogarse con el vómito”, detalló.
Una mañana productiva
La actividad de ayer estuvo organizada por el hospital villanovense y la escuela de calle Deán Funes y se incluyó en el programa de actividades por el aniversario número 189 de la ciudad.
Estuvo a cargo de paramédicos del servicio 107 y sirvió para hacer medicina preventiva educando, “que es la mejor manera”, remarcaron.
Según anticipó Guillermo Díaz, la idea es replicarla a otros establecimientos educativos, incorporando lo relativo a los alacranes venenosos, “existentes en esta zona”.