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Balance positivo para los talleres culturales brindados en dos barrios

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Balance positivo para los talleres  culturales brindados en dos barrios
Niños y jóvenes de los barrios locales pudieron disfrutar de la propuesta que tuvo su desarrollo durante dos meses

Fueron concretados en copas de leche y comedores solidarios

Las actividades ideadas para niños y adolescentes se desarrollaron en La Calera y Las Playas. Los que se sumaron jugaron en torno a la escritura creativa, la narración y el teatro

 

Los talleres culturales para niños y adolescentes que el Instituto de Extensión  de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), llevó a cabo en los barrios La Calera y Las Playas, dejó un balance positivo.

Vale recordar que la propuesta fue una iniciativa de la Dirección de Desarrollo Social y Cultural y tuvo como eje la vinculación de los participantes a través de actividades lúdicas en torno a la escritura creativa, la narración oral y el teatro.

El taller “Les no se que” tuvo lugar durante enero y febrero en la copa de leche “Un Rayito de Esperanza”, de barrio Las Playas, y en el comedor “Caritas Felices”, en barrio La Calera. Estuvo a cargo de los profesores Mauro Guzmán, Alexis Scarponi y Antonella Turletti.

“Propusimos un taller que tiene como columna de su eje lo lúdico, que todo lo que se haga tenga un punto de vista, una manera lúdica de aparecer, dándole al juego una seriedad interesante”, comentó Guzmán, quien fue además el coordinador de la actividad. “El juego es actitud lúdica, lo que permite que aparezcan un montón de cosas que no aparecerían si no se jugara”, agregó sobre lo trabajado.

 

Buena experiencia

“Lo que tratamos de hacer a través de estos talleres es que los participantes puedan vincularse con el lenguaje verbal y el corporal de otra manera. Todos utilizamos estos dos lenguajes para comunicarnos socialmente pero esta entrada oblicua y diferente hace que nos hagamos cargo desde un lugar más consciente de que nos movemos a partir del lenguaje verbal y físico”, sostuvo el profesor. “Ese hacerse cargo permite disfrutar más del asunto, pero también transformar el modo que usamos los lenguajes y eso como sujeto dentro de un contexto social nos permite actuar de otra manera”, afirmó.

Por otra parte, Guzmán habló sobre el cierre del taller y la vinculación con los participantes, en este caso, unos 25 niños y adolescentes con un rango de edad amplio, de 5 a 15 años. “Nos acercamos en un intercambio humano con los chicos participantes. En el cierre fuimos a la plaza, con una función de cuentos además de los juegos. Se genera una cuestión afectiva que da lugar al aprendizaje”, mencionó el coordinador sobre la experiencia.

Guzmán comentó, tras el cierre de las actividades que el taller “buscó que haya un cambio en la persona, el intento de que no sea la misma cuando entra que cuando sale, que algo ocurra en esa persona que pasó por el taller”.

La propuesta se concretó a través de tres disciplinas, la realización de juegos vinculados al teatro, la narración oral y la escritura creativa. “Desde esos tres lugares trabajamos. Estamos muy contentos de que desde los espacios públicos se propongan actividades que tengan que ver con llegar a barrios, lugares alejados de los centros donde habitualmente ocurren muchas cosas”, concluyó Guzmán.