Con mucho dolor e impotencia, los afectos de la víctima se frenaron frente al Banco Nación, donde Rodolfo Delpino dijo que Mariela tenía que ir aquella mañana en que desapareció, y luego fueron hasta el Palacio de Justicia
Acompañados por amigas de la víctima y otros familiares, los tres hermanos de Mariela Bessonart caminaron ayer desde la céntrica plaza Centenario hasta la puerta de los Tribunales de Villa María para reclamar el inicio del juicio en el que se intentará esclarecer qué pasó con la mujer que desapareció hace ya más de 10 años, el miércoles 28 de septiembre de 2005.
Gladys, Alberto y Domingo Bessonart estuvieron juntos para pedir justicia y lo hicieron en compañía de las amigas más cercanas de su hermana, así como dirigentes como Mary Amaya (presidenta de la Asociación Verdad Real y Justicia para Todos), Leticia Forconi (militante por los derechos de las mujeres) o el referente gremial Oscar “Cacho” Mengarelli. También estuvo Analía Lynch, esposa de Alejandro “Caño” Roganti, cuyo intento de asesinato permanece parcialmente impune, ya que no se determinó hasta el momento la autoría intelectual, pese a que las pistas apuntan a la cúpula del Sindicato Regional de Luz y Fuerza. Del Gobierno, en tanto, fue de la partida Daniel Massara.
La concentración se inició después de las 11 en la plaza Centenario, donde estuvieron una media hora. Luego, la columna se dirigió por calle General Paz hasta el Palacio de Justicia, pero hizo un alto en la puerta del Banco Nación. Allí las personas batieron las palmas. La parada obedeció a que Rodolfo Delpino, el único acusado por la desaparición de Mariela, dijo que aquella mañana de septiembre de 2005 la dejó en inmediaciones de esa entidad crediticia porque Bessonart tenía que hacer unos trámites, algo que según la investigación judicial nunca concretó.
Muchos con lágrimas en los ojos, los afectos de la víctima continuaron su paso hasta llegar a los tribunales. En el interín, Miriam Angelelli, una médica que era íntima de Mariela, les pidió a jóvenes que pasaban por la vereda que adhirieran a la movilización con palmas.
Ya en la puerta del edificio tribunalicio, una mujer exclamó que los jueces den la cara y “no sean comprados con dinero”.
Muchas amigas de Mariela se emocionaron hasta las lágrimas en varios pasajes de la movilización, que no contó con un buen respaldo ciudadano.
TESTIMONIOS
Domingo apuntó hacia Rodolfo Delpino
“Queremos que se sepa la verdad, esto no puede quedar así. Me sorprendió la suspensión del juicio, nunca pensé que iba a ocurrir esto”, dijo Domingo Bessonart a EL DIARIO.
El hermano de Mariela apuntó a su excuñado, Rodolfo Delpino. “Para mí él tiene algo que ver; si la Justicia sospecha, es por algo”, declaró y sin que se le pregunte nada cuestionó a sus sobrinos, hijos de Mariela y Delpino: “Me llama la atención que en 10 años nunca hicieron nada, les interesa más el padre que la madre”.
Luego calificó a la víctima como “muy buena hermana” y descartó de plano que ella se haya ido por su cuenta.
“Ella estaba con sus hijos en todo”
María Laura Gutiérrez fue novia de Marcos Delpino, el hijo mayor de Mariela Bessonart y Rodolfo Delpino, durante varios años. Incluso transitó con el joven el momento de la desaparición y varios meses posteriores.
Fue una de las impulsoras de la movilización de ayer y admitió que sintió “impotencia y dolor” por la falta de adhesión a esta iniciativa.
“Las marchas que se hicieron no fueron muchas, pero cuando las hacemos veo que no hay gente. Me duele y me da vergüenza la falta de compromiso de Villa María”, expresó a EL DIARIO.
Por otro lado, valoró la investigación llevada adelante por el fiscal de la causa, Gustavo Atienza: “Tiene el caso en sus hombros y va a hacer algo”, confió teniendo en cuenta que también será el fiscal del juicio.
En tanto, comentó que el recuerdo que tiene de su exsuegra es el de una mujer feliz: “La recuerdo con una sonrisa en su cara y tengo grabada su carcajada. Nunca la vi triste, era muy alegre y feliz”.
Además, sostuvo, fue “una buena madre, siempre estuvo con los chicos, tenía la comida lista y estaba en todo como la típica mamá que te malcría”.
“La probation es una manera de reconocer la culpabilidad”
La presidenta de la Asociación Verdad Real y Justicia para Todos, Mary Amaya, expresó su “sensación de tremendo desagrado ante la suspensión” del juicio a Rodolfo Delpino y evaluó que el presentar la probation “es una manera de reconocer la culpabilidad” de quien es el único imputado por el caso.
“Si avalan la probation, tendré un motivo más para descreer de la Justicia villamariense”, resumió.
Además, recordó que hay muchos otros casos impunes, citando el de la remisera Mónica Leocato, asesinada en 1995.
Sobre Mariela expresó que “no podemos decir que está muerta, uno quiere mantener la esperanza de tenerla viva, pero estas demoras no me hacen pensar bien”.
El funcionario municipal Daniel Massara calificó a la Justicia como “machista, corporativa y patriarcal”, al ser abordado por EL DIARIO en la marcha.
“El rol que cumple la Justicia no es de la protección. Las mujeres siguen siendo cosificadas y encargadas de ser sus propias protectoras, tal como el mandato cultural que la puso en ese lugar”, manifestó.
“Estoy segura de que la mataron”
Miriam Angelelli era amiga de Mariela. Ayer dijo tener “una sensación terriblemente dolorosa” y luego se lamentó por la falta de acompañamiento ciudadano en la movilización: “La sociedad villamariense es muy fría, no le duele lo del otro”, consideró.
Más allá de esto, confesó que es la primera vez que cree “que el fiscal (Gustavo) Atienza hará lo que corresponde, aunque creo que siempre lo ha hecho, pero tuvo las puertas cerradas, el pedido de probation también es otra puerta cerrada pero tengo esperanza”.
Además, manifestó que cree que Rodolfo Delpino y sus defensores “esperan que se muera la mamá de Mariela” para quitar una de las querellas, lo que consideró que “es lo más doloroso”.
“Mariela sigue presente casi todos los días, pero no es justo que haya desaparecido de esta forma. Estoy segura que la mataron”, finalizó.