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“La discapacidad no está alejada, ni más allá ni más acá, del concepto de lo sexual”

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“La discapacidad no está alejada, ni más allá ni más acá, del concepto de lo sexual”
Silvina Peirano, docente y especialista

Entrevista – Silvina Peirano coordinó un taller sobre la sexualidad en la discapacidad en el “Villa María Erótica

 

Un momento del taller que coordinó ayer Peirano en el Centro Cultural Leonardo Favio

En el marco del evento “Villa María Erótica” que se desarrolla en el Centro Cultural Leonardo Favio, tuvo lugar ayer un taller sobre “La sexualidad en la discapacidad”, a cargo de Silvina Peirano, profesora de Educación Especial y especialista en Sexualidad y Discapacidad. Peirano llegó desde Buenos Aires para propiciar el encuentro erótico entre dos grandes tabúes sociales: la sexualidad y la discapacidad.

La propuesta de Peirano, entonces, vino a interpelar, a proponer nuevas perspectivas, a ampliar los horizontes de lo que nos atrevemos a imaginar como deseo, como sexualidad, como inclusión.

En diálogo con EL DIARIO, la especialista dejó una serie de conceptos que invitan a abrir la mente, el corazón, la piel, para atreverse a sentir y reflexionar:

“Tenemos que empezar por repensar el constructo rígido de la discapacidad, como un constructo que históricamente ha alejado a estas personas de un concepto fundante, como es la sexualidad, y entonces, a partir de repensar no solo lo que entendemos como discapacidad, sino qué nos pasa a los que nos creemos mucho más válidos o no tan minusválidos en relación a estas sexualidades, y necesariamente veremos que la discapacidad no está alejada, ni más allá ni más acá, del concepto de lo sexual, sino que es parte de la riqueza de la diversidad humana”.

“Históricamente hemos creído que las personas con discapacidad tenían que dar cuenta de que ellos también eran sexuales. Y el también es hoy parte de una impunidad que no podemos permitirnos. Hay sexualidades, hay diversidades  funcionales, como preferimos llamarlas, diversas formas de hacer las cosas a lo largo de la vida y en esas formas de hacer distintas las cosas necesariamente lo sexual no puede quedar afuera”, afirmó la docente y especialista.

Peirano propone cambiar la perspectiva desde donde hasta ahora la gran mayoría de las personas han mirado tanto la sexualidad como la discapacidad y abordarlas desde una mirada mucho más humana y sensible:

“Damos vuelta el eje del problema porque tal vez el mayor problema es que nos hemos hecho preguntas que no son preguntas. Es decir, hoy, preguntarnos si las personas con discapacidad tienen sexualidad no es una pregunta, es una afirmación a la que deberíamos poder darle marco de derechos, de ejercicio. Entonces, estas sexualidades que hemos considerado aparte, distintas, diferentes, a las que a veces creímos que debíamos autorizar que podían hacerlo, que podían ser sexuales, demuestran cuánto poder hay detrás de estas representaciones. A estas sexualidades, lejos de nosotros tener que enseñarles, deberíamos entender mucho más humanamente que tienen mucho para enseñarnos. Pero para eso tendremos que pensarnos todos y todas mucho más vulnerables, mucho más humanos. Y a veces eso tiene que ver con deshacernos del concepto de normalidad que sustentamos para nosotros y para nuestras sexualidades”.

-¿De qué hablamos cuando hablamos de “normalidad”?

-Cuando pensamos que lo que yo hago en el terreno de lo sexual es lo normal, lo disfrutable, lo esperable, claro, si veo a una persona que entiende la sexualidad de otra manera, que funciona diferente, en lo motriz, en lo intelectual, en lo social, se nos complica un poquito. Hay sexualidades, hay eróticas, hay otras formas de vivir la sexualidad, solo que a veces, como tenemos un concepto tan genitalista de lo que es el sexo, pensamos que la sexualidad es solo encuentro de genitales. Y qué pasará cuando no tengamos esos genitales, que no funcionen tan maravillosamente. ¿Dejaremos de ser sexuales? No. Tendremos que aprender otras formar de serlo”.

El desafío no es menor, pero eso mismo lo hace más valioso.

“¿Cuál es el erotismo de una persona ciega? ¿Cuál es el erotismo de una persona cuadripléjica, que utiliza recursos para su cuerpo que generalmente consideramos que no tienen nada que ver con la erótica? ¿Qué tiene de erótico una silla de ruedas? ¿Qué tiene de erótico un bastón? ¿Qué tiene de erótico ser una persona con discapacidad intelectual? Eso es lo que nos preguntamos. ¿Qué hemos creído que es la erótica, como no sea un espacio de elite válido para unos pocos, sanos, bellos, esbeltos? Esos garantismos por capacidad es lo que nos preocupa. Quiénes son los capaces y quiénes son los incapaces. Todos estos son conceptos que necesariamente tenemos que empezar a revisar.

El tema es hasta dónde queremos llegar con esto, hasta dónde queremos sentirnos interpelados. Hasta dónde la discapacidad sigue siendo aquel monstruo que ninguno quiere para sí mismo y seguir viendo así a la discapacidad desde la Teoría de la Tragedia Personal, es decir que la discapacidad se padece, se sufre. Todo ese concepto del dolor, del sufrimiento, es justamente el antierotismo, el antideseo. ¿Quién quiere como pareja sexual y afectiva para sí mismo a una persona, varón o mujer, con discapacidad desde esta perspectiva? Seguramente, nadie”, desafía Peirano y afirma tras cartón:

No nos conocemos. Nos hemos criado en lugares distintos, nos hemos educado en lugares distintos y tenemos un constructo muy deshumanizado de lo que son los varones, mujeres, niños y niñas con discapacidad.

La discapacidad está asociada con la idea de contaminación y de tabú; de contaminación, porque si nos acercamos, y esto es un arquetipo antropológico, nos contagiamos. Esto es lo que nos sigue pasando. Y estos temas de los que no se habla tienen que ver con la finitud humana”, reflexiona la especialista.

 

Para hoy

A las 18: en el Parlamento de los Niños se hará la charla-debate “El grito artificial: una mirada feminista sobre la industria pornográfica”, a cargo de la actriz porno y trabajadora sexual María Riot y la cantante, bailarina e investigadora local Julieta Aiello, quien aborda el porno feminista. Para mayores de 18 años.

A las 20: en el Teatro del Pueblo se brindará la obra teatral interactiva “Tertulia afrodisíaca”, de Córdoba, que se dividirá en tres etapas: “La cocina de Afrodita”, “Debatiendo en teatro entre tu palabra y mi cuerpo” y “Ritual: desmalezando mandatos hacia una sexualidad placentera”. Duración: tres horas. Para mayores de 18 años.