INVENTARIO/Córdoba/Miramar
Escribe Pepo Garay ESPECIAL PARA EL DIARIO
Mini Guía:
Ubicación: noreste de la provincia.
Distancias: 220 kilómetros desde Villa María.
Población: 2.500 habitantes.
1) Madre de las lagunas: No hace falta ser un agudo observador para darse cuenta que lo más destacado de Miramar gira en torno a la laguna Mar Chiquita. Puerta de entrada a este espectacular fenómeno natural, la ciudad y su entorno inmediato regalan bellísimas panorámicas del espejo de agua salada (que tiene nada menos que 7.000 kilómetros cuadrados de extensión, la superficie lacustre más grande del país).
Semejante obra de la creación puede ser disfrutada desde la costa, o bien mediante la práctica de deportes acuáticos (se ofrecen clases de windsurf y travesías en kayak), paseos en barco y lancha (una de ellas lleva a islas como la del Mistolar) y excursiones de pesca (son muy buscados los pejerreyes y las corvinas negras).
2) Playa y salud: a pasitos del centro, la playa central es el espacio ideal para contemplar la laguna y, cuando el clima lo permite, darse un chapuzón en sus vitales aguas. Arena clarita, un parador y sombrillas de paja fijas, conforman parte del escenario (igual que indeseables bloques de cemento que perjudican la foto).
También en la costa, aunque más alejados, algunos emprendimientos ofrecen terapias de salud realizadas con el mismo fango de la laguna, mediante baños, envolturas e inhalaciones. De acuerdo a los locales, las propiedades del espacio natural ayudan a aliviar dolores corporales y enfermedades crónicas, como la artrosis.
3) Vida animal: el tesoro que materializan las aguas de Mar Chiquita y sus costas permiten apreciar una copiosa vida animal. Son las aves las principales protagonistas de ese cuadro, con más de 350 especies habitando la zona. Entre ellas, sobresalen patos, loros, garzas y los emblemáticos y hermosos flamencos (estos últimos, se lucen habitualmente en la desembocadura del Río Segundo, o Xanaes, a pocos kilómetros de Miramar). Distintas empresas locales venden tours de avistajes.
Las nutrias (existe un importante criadero), pecaríes y aguará guazus son otros animalitos locales que pueden ser apreciados por el viajero.
4) Un hotel de leyenda: decadentes pero seductoras son las postales que arroja el ex-Hotel Viena. Ubicado a unos cinco kilómetros del centro, sobre la costa de la laguna, el emprendimiento luce un rostro sombrío que bien combina con las leyendas que lo tienen como protagonista. Una de ellas habla de fantasmas que deambulan por los pasillos. Otra, que la obra fue realizada con dinero enviado por los nazis.
Hoy, el museo interior enseña sobre las particularidades del otrora lujoso hotel, que fue levantado a principios de la década del 40´ y que con los años llegó a contar con casi 60 habitaciones.
5) Museos, gastronomía y otros atractivos del centro: luego del recorrido por la costa, la opción es dar unas vueltas por el centro, donde llaman los restaurantes con sus especialidades en nutria y pescados (el pejerrey es una estrella), el casino local, la Capilla San Antonio (de origen croata) y un par de interesantes museos.
El Museo de Ciencias Naturales de la Región Ansenuza Aníbal Montes, enseña más de la laguna, su riqueza bilógica y aspectos vinculados con la paleontología y la arqueología. El Museo Fotográfico Dante Marchetti, en tanto, nos habla de los orígenes de una de las primeras localidades turísticas de la provincia (prácticamente de la mano del Hotel Viena), y de todo lo concerniente a las inundaciones sufridas por el pueblo (la más terrible, acontecida en el año 1977).