“Mindfulness”, la posibilidad de conseguir bienestar conectándose con uno mismo
Verónica Nardelli y Renata Minelli observaban muchos casos de padecimiento mental y físico donde “el hilo conductor es el estrés”, lo que las llevó a trabajar en base al “mindfulness”
En sus trabajos en el campo de la salud, la licenciada en Terapia Ocupacional Verónica Nardelli y la psicopedagoga Renata Minelli observaban muchos casos de padecimiento mental y físico donde “el hilo conductor es el estrés”.
“Trabajamos con personas mayores con demencia y ya nos encontrábamos con el deterioro. La idea precisamente fue trabajar previo al deterioro”, contaron las especialistas al hablar con EL DIARIO sobre el mindfulness, concepción basada en la conciencia plena de la meditación budista, en la que se enfocaron a trabajar en 2017.
“La idea es intervenir sobre el estrés en el área de salud mental desde una mirada integradora, holística, sumando concepciones que tal vez no se tienen en cuenta en nuestra área”, apuntaron.
-R. M.: En congresos y capacitaciones a los que asistíamos cuando trabajábamos en rehabilitación y estimulación cognitiva recibíamos pequeños datitos de que el estrés impactaba en la neurogénesis o destrucción de las neuronas y en cuestiones que tienen que ver con alto impacto de destrucción, como las demencias.
-¿Por qué vivimos con tanto estrés?
-R. M.: Estamos muy distraidos, hay una escisión entre lo que nos va informando el cuerpo y nuestra mente. Tenemos una mente dual, y esto hace que no podamos escuchar lo que nos va informando el cuerpo en cuanto a lo que necesitamos para adaptarnos.
Hay mucho estrés también porque utilizamos siempre el mismo mecanismo de afrontamiento. No tiene que ver con la adaptación a la cual estamos preparados biológicamente, sino que utilizamos el recurso de la subsistencia y perseveramos, y tenemos una mente más rígida de lo que nosotros creemos.
-¿Qué hay que hacer entonces? ¿No perseverar?
-V. N.: Renata usa mucho la frase “darse cuenta”, que es la primera instancia. Uno trata siempre de resistir naturalizando las respuestas del estrés. Entonces, creemos que es normal que a tal edad tengamos diabetes, que si trabajamos mucho, tengamos dolor de espalda.
-R. M.: Propiciamos abrir el campo perceptual y generar nuevas estrategias de aprendizaje de afrontamiento en cuanto a las situaciones de la vida cotidiana. Estamos muy condicionados, sujetos a percepciones condicionadas y no hablamos desde lo que experimentamos, sino desde nuestro sistema de creencias. Entonces, muchas veces estos juicios, limitaciones, rótulos y etiquetas hacen que no podamos desempeñarnos de manera coherente y esto genera un sufrimiento a nivel psicólogico e impactando en el cuerpo. La estrategia para desaprender este patrón modo automático es el mindfulness.
-V. N.: Es nuestro modo de intervenir, al que después se suman diferentes estrategias para desaprender nuestros sistemas de creencias y juicios, que van a deformar la realidad. La realidad es una, es independiente a lo que yo piense, pero como yo lo vivencio está directamente relacionado a como yo lo percibo, entonces, por ejemplo, el trabajo puede ser algo placentero para mí, pero probablemente algo de mi historia detona y empieza a transformarse en algo que padezco. Entonces mi cuerpo empieza a prepararse para este monstruo.
Lo que podemos hacer es decodificar de donde sale esta alteración de la percepción. Por lo general, son cuestiones heredas, aprendidas.
-R. M.: Hay que aprender a gestionar. Conflictos y dificultades siempre vamos a tener, el tema está en cómo uno los enfrenta.
-¿Cómo se puede no tener estrés cuando se vive en rutinas con múltiples ocupaciones?
-R. M.: Primero, hay que fijarse si se está demasiado distraído en ocupaciones, si uno empieza a competir con estas imposiciones culturales. Tenemos agendas sobreocupadas, pero están también las agendas ocultas, que nos armamos a partir de cosas que no están bien estructuradas, sino que es lo que pretendemos hacer luego de desocuparnos y como eso no pasa, llegan las frustraciones.
-V. N.: Peor que no tener tiempo, es no hacérselo. Las sobreocupaciones también responden a imposiciones culturales. La cuestión es empezar a cuestionar los modos de vida cuando afectan a nuestra salud. El hecho de que como sociedad consumimos medicamentos al por mayor es un indicador de que no hay bienestar. Se puede conseguir bienestar cuando uno puede conectarse con uno mismo y con la sabiduría de nuestro cuerpo.
-R. M.: Uno no se convierte en monje tibetano por esto. La idea es conservar la esencia de la persona y vivir una vida distinta.
-¿El estrés causado por emociones positivas también es malo para la salud?
-R. M.: No, es el que te prepara para actuar, es el que todos necesitamos.
-V. N.: Cuando los chicos están con los videojuegos se preparan para algo que no pasa. Si la cuestión está solo en mi mente, mi cuerpo no lo resuelve.
-R. M.: No estamos acostumbrados a decodificar cuándo es un tipo de estrés y cuándo es el otro. Eso hace que distorsionemos las percepciones físicas y que las agrupemos bajo la misma palestra.
-V. N.: El estrés es necesario para vivir, la cuestión es cuando es sostenido o cuando no tiene forma de resolución. Cuando el monstruo surge de mi mente y no de la realidad que tengo que afrontar. Luego de un período prolongado de estrés podemos entrar en depresión, la persona se agota.
-De acuerdo a sus experiencias, ¿muchas veces las depresiones son generadas por causas que no tienen gravedad?
-R. M.: Muchas personas que se deprimen también se angustian porque la mayoría les reprocha porqué se ponen tan mal por determinado motivo. En realidad, es una vivencia perceptual y hay muchas aristas detrás de todo esto.
Culturalmente no estamos preparados para transitar el dolor y el sufrimiento, y los duelos son necesarios. Se tiende a decirle a la persona que se ponga bien. Hay que vivir los duelos y permitirnos transitar el sufrimiento.