Buscando conectar las diferentes culturas de nuestra Patria
Es Ariel Escurra, quien junto a Araceli Barrionuevo y Agustín García Haag pensó una forma de vincular las distintas culturas argentinas. La propuesta quedó entre las diez primeras de 70 presentadas en un concurso
Un villamariense integra un grupo de tres flamantes arquitectos que con su trabajo final de grado resultaron seleccionados entre los diez primeros, de más de 70 proyectos, en una convocatoria realizada por Plataforma Arquitectura, un portal conocido en toda Latinoamérica que enfocó este concurso a universidades argentinas.
Se trata de Ariel Escurra, quien junto a Araceli Barrionuevo y Agustín García Haag realizó la tesis en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Córdoba con la que luego alcanzaron un significativo puesto.
En diálogo con EL DIARIO, Escurra contó que elaboraron el proyecto durante un año, el cual tuvo como motivación el “trabajar una arquitectura con enfoque social”.
Para eso, analizaron diversas problemáticas hasta que se les ocurrió “empezar a investigar cómo hacer una Argentina más inclusiva desde la perspectiva de las diversidades culturales”.
“Entendemos al país como pluricultural, entonces nos parecía importante que la sociedad se educara, vinculase y entendiera que todos somos parte de una misma cultura que tiene muchas diversidades”, explicó Ariel.
Así, el objetivo planteado se dio bajo el paradigma de interculturalidad, centrado en que la diversidad “comenzara a mezclarse en diferentes puntos del país, para lograr convivencia y una mayor vinculación entre todos”.
Los tres profesionales entendieron que parte de esas actividades culturales se podían repartir en el territorio “mostrándose en regiones donde se supone que hay otras identidades”.
Para esto, generaron un equipamiento urbano itinerante cultural que se desplazara por toda la Nación posibilitando difundir culturas y mecanismos de interculturalidad.
En ese marco, elaboraron “un másterplan en el que van a intervenir profesionales ajenos a esta disciplina, para elaborar un mapeo de lugares estratégicos donde esta arquitectura se puede disponer para justamente lograr lo que queremos e incluso incentivar al turismo”.
De esta forma elaboraron un “catálogo de piezas disponibles para acomodar el edificio como se desee en el terreno, con el fin de lograr esta feria cultural”. El catálogo cuenta con programas para difundir la cultura, tanto del orden gastronómico como expresivos, corporales y artísticos.
En su idea, consideraron que “cada municipio de cada localidad establecida por el másterplan se encargará de contratar un diseñador para que a través de los catálogos se implante el edificio en la forma que pueda o quiera, dependiendo del terreno y el paisaje”.
“Lo que nos quedó por resolver como arquitectos fue ver cómo la tecnología de esta arquitectura pudiera trasladarse fácilmente, montar y desmontar. Se nos ocurrió trabajar materiales como andamios, que nos permiten lograr arquitecturas que se pueden armar fácilmente y con características espaciales que son abiertas, que puedan interactuar con el entorno, con el paisaje”, precisó Ariel.
“Necesitábamos otro espacio más íntimo, controlado, para que sea un lugar más de reflexión, entonces era necesario colocar otra tipología, otra forma diferente a los andamios y se nos ocurrió trabajar con arquitecturas inflables, que ocupan poco espacio y se trasladan y arman fácilmente, generando un espacio diferente, muy íntimo, que nos permite pensar espacios como museos”, detalló sobre lo generado.
De acuerdo a lo que se señala en el portal en donde resultaron entre los diez primeros, se tomó en cuenta a los proyectos que “evidenciaban un pensamiento crítico a las problemáticas, las formas adoptadas y su representación”.
Entendieron al país como pluricultural.