Documento de APDH por el 24 de Marzo, a 42 años del golpe militar
Apelamos a la humildad para ser merecedores de quienes han depositado la confianza en nosotros; para escrudiñar la historia y seguramente vamos a encontrar los paradigmas de la sabiduría y la humildad, como Mahatma Gandhi, Luther King, Mandela, monseñor Angelelli, monseñor De Nevares y tantos otros.
Nosotros nos hemos propuesto hacer Memoria recuperar la verdadera historia, la que se compromete con la verdad de los hechos, la que se permite indagarla sin pasión del momento, sin la irracionalidad del ideologismo, sin revanchismo, sin política partidaria, pero con política de derechos humanos y con la firmeza de encontrar la Verdad y hacer Justicia, que condene a los responsables del genocidio, tanto militares como civiles y fortalezca a la Verdad y a la Justicia.
Nadie puede negar que estamos viviendo nuevos tiempos y que esos nuevos tiempos inquietan y alteran los cimientos de una sociedad que aún está dañada por la historia reciente y que se va alejando de sus tradiciones ancestrales para dar paso a un nuevo acomodamiento en todos los órdenes: políticos, económicos, sociales y nos demanda establecer nuevos valores para esa realidad tan fuerte y significativa.
Es ahí, lo que nos separa, cómo hacerlo y que orientación le damos a este país, es la gran discusión que nos tenemos que dar, para no equivocarnos y ponernos de acuerdo en las estrategias a llevar a cabo.
Un nuevo 24 de Marzo nos encuentra marchando por la ciudad, recordando a nuestros 30 mil desaparecidos y desaparecidas, sus vidas plenas, comprometidas; su militancia constante por una sociedad libre, justa y solidaria. Aquí estamos de pie y resistiendo, que es el mejor homenaje que podemos hacerles.
Hoy seguimos luchando junto al pueblo para frenar este proyecto de hambre, de entrega, de impunidad, como cuando copamos las calles con los organismos de Derechos Humanos para decir no al 2×1 a los genocidas, como los pasados 14 y 18 de diciembre contra la reforma previsional, como el 21 de febrero junto a los trabajadores y movimientos sociales.
A 42 años del golpe genocida, seguimos reivindicando a las organizaciones políticas, gremiales y sociales que en las décadas del 60 y 70 asumieron con claridad meridiana la necesidad de vivir en una Patria para todos y todas, igualitaria y abrazaron la causa de la liberación nacional y social.
Los 30 mil compañeros y compañeras están presentes, en cada brazo joven que alza una pancarta, en los pañuelos blancos, en cada lucha del pueblo argentino, en cada uno de los que seguimos peleando para que alguna vez toda sea como lo soñamos.
Este 24 nos encuentra con un Gobierno nacional que representa cabalmente a los sectores imperialistas y oligárquicos, responsables de la miseria, el hambre y la entrega del pueblo argentino.
Autores de las peores páginas de nuestra historia, desde las masacres de la Patagonia, el bombardeo de la Plaza de Mayo, hasta el crimen más siniestro: la última dictadura cívico-militar del 76.
Esos mismos, que junto con sectores de la Iglesia fueron la pata cívica del genocidio, nos proponen dejar en el olvido a nuestros compañeros y compañeras. Nos proponen reconciliarnos con quienes los torturaron, mataron, vejaron, robaron nuestros hijos, nuestros hermanos y hermanas.
¡Volvemos a decir NO! ¡Ni olvido, ni perdón! No hay reconciliación con los asesinos, torturadores y criminales de lesa humanidad.
Se pretende una liberación encubierta, casi una amnistía, en prisiones domiciliarias a los genocidas que cada vez gozan de más libertad. Los seguiremos escrachando y luchando por su prisión efectiva. Porque a los genocidas el único lugar que les cabe es la cárcel.
Las políticas económicas del Gobierno nacional, las mismas que siempre reclama el FMI y el Banco Mundial, y que nos llevan a la precarización laboral, despidos, cierres de fuentes de trabajo, solo se pueden mantener con la represión que están desplegando ante cada reclamo popular. Hechos de violencia institucional que se repiten y que costaron vidas como la de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. La cárcel de Milagro Sala y otros compañeros y compañeras fue el inicial mensaje de que esto ocurriría. Cada vez son más las personas presas políticas por luchar contra la entrega y la pérdida de derechos. La persecución a opositores y su detención arbitraria crece junto al descontento popular.
El desprecio por los derechos sociales, de los trabajadores, los niños y los jubilados no tiene límites para el Gobierno nacional. El desprecio por la vida tampoco, prueba de ello es el cinismo con el que manejaron lo ocurrido con los 44 compatriotas del submarino ARA San Juan.
La lucha de los desaparecidos es un puente entre las banderas históricas que nuestro pueblo levanta desde los orígenes de la Nación hasta nuestro presente. Es la que da sentido y explica la que llevan adelante los sindicatos que reclaman salarios y trabajo digno y paritarias sin techo; la de los desocupados y los jubilados; de los trabajadores la economía popular; la de los pueblos originarios y las comunidades campesinas en defensa de nuestras riquezas naturales y contra el saqueo de las mineras y los agrotóxicos; la de las compañeras que gritan “ni una menos”; las luchas por la diversidad sexual, la de las madres y las organizaciones sociales y comunitarias que claman que “paren de matar a los pibes de los barrios”; la de quienes peleamos por educación, salud, vivienda y una Patria para todos.
Treinta mil compañeros desaparecidos, presentes. Restitución de los hijos de desaparecidos apropiados por los genocidas. Juicio y castigo para todos los responsables del terrorismo de Estado, partícipes y beneficiarios del poder económico y sus cómplices. Sentencia firme para todos los condenados en Argentina por delitos de lesa humanidad. Exigimos la aceleración de las causas por crímenes del terrorismo de Estado.
-No al vaciamiento del programa de protección de testigos de lesa humanidad en Santa Fe y de la Secretaría de DD.HH. de la provincia.
-Solicitamos al Estado Vaticano la apertura de sus archivos secretos de la represión asesina y que sean entregados al pueblo argentino, así como los del Gobierno estadounidense sobre la dictadura en Argentina y todo el Plan Cóndor.
-Denunciamos que tras la desarticulación de la Ley de Medios se agudiza la conformación de monopolios, la censura y la persecución a trabajadores de prensa.
-Por la plena implementación de la ley de salud mental, de la ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, y la declaración de la emergencia nacional.
-Repudiamos los dichos de la ministra Patricia Bullrich y su aval a las ejecuciones sumarias y el gatillo fácil. No a la doctrina Chocobar, que habilita fusilamientos por la espalda de niños de 12 años como Facundo Ferreira, asesinado en Tucumán.
-Por políticas para la vida para todos nuestros pibes y pibas. Basta de narcopolicías, represión e impunidad.
-No a la instalación de bases militares extranjeras en Argentina y Latinoamérica.
-Denunciamos que esta estrategia de persecución político-judicial, se inició apenas comenzado este gobierno con la inmediata prisión de Milagro Sala en Jujuy, continuó con Facundo Jones Huala preso en la Patagonia, siguió luego con detenciones en las que se violaron todas las garantías procesales, como ocurre con numerosos dirigentes opositores, y se profundiza con esta última cacería contra militantes y luchadores sociales opositores que se manifestaron contra la reforma jubilatoria.
La vida política debe estar ordenada al bien común, sustentada por la ley, en sus principios rectores, ninguna norma puede contradecir la unión del pueblo con sus autoridades, porque de lo contrario puede ser rechazada porque ha perdido su valor ético.
Con la memoria de nuestros 30 mil compañeros y compañeras como bandera, redoblamos la lucha y apostamos por la más amplia unidad para construir una Patria justa, libre y soberana.
Documento Mesa Directiva Nacional de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, refrendados por las delegaciones de todo el país, entre ellas la de Villa María, que preside el profesor Elvio Omar Toscano