FEDERAL C
Alem se puso en ventaja ante Ateneo Vecinos con gol de Molinari y luego, con garra y sufrimiento, aguantó el 1 a 0 como pudo, para terminar festejando una histórica clasificación a semifinales. Ahora se viene General Paz Juniors de Córdoba
Escribe: Federico Gazzoli
Fotos: Víctor Alvez
Para festejar primero hay que saber sufrir y a esa premisa se aferró Alem de Villa Nueva para volver a hacer historia en el Torneo Federal C. Es que el León, tras ponerse en ventaja en la primera chance clara de gol que generó, luego sostuvo con sufrimiento el triunfo por 1-0 ante Ateneo Vecinos de General Cabrera y terminó festejando la clasificación a semifinales, donde se medirá a un grande del fútbol mediterráneo como lo es General Paz Juniors de Córdoba.
Claro que para sostener la victoria parcial el Tricolor contó, una vez más, con el apoyo incondicional de su público, que ocupó en gran número las tribunas de Plaza Ocampo y alentó a más no poder a sus jugadores en los peores momentos del partido.
En el inicio del encuentro, con algunos nubarrones oscuros amenazantes en el cielo, fue Ateneo quien tomó el protagonismo principal y, a base de una mayor tenencia del esférico, se fue acercando lentamente hasta el arco local, aunque sólo se quedó con esa insinuación y le costó transformar en situaciones de riesgo sus buenas intenciones.
Más allá de algún disparo de media distancia que no revistió demasiado peligro, lo más inquietante del elenco visitante llegó a los 23’ mediante un derechazo de Gabriel Bufarini que Fabián Montiel tapó con los puños.
Promediando el primer tiempo un manto de lluvia cubrió Plaza Ocampo y esa agua terminó siendo bendita para Alem, porque fue notable como los dirigidos por Cristian Agosto parecieron reaccionar tras un flojo comienzo y fueron a buscar la victoria inmediatamente.
Tal es así que un par de minutos después de la atajada del Batata, a los 25’, el León facturó en la primera chance de riesgo que elaboró. Maximiliano Le Roux envió centro desde la izquierda, Jorge Molinari cabeceó una pelota que Ezequiel Bardín despejó sobre la línea, Nicolás Bonni despejó hacia el otro costado y desde allí Joel Manzanares colocó un nuevo centro, para que casi cayéndose a la altura del segundo palo el Pipa Molinari metiera de nuevo la cabeza y estableciera el anhelado 1 a 0 con el que Alem comenzó a ilusionarse con la posibilidad de clasificarse.
El gol le vino bien al León, porque ganó en tranquilidad, pasó a ser dominador de la pelota e hizo replegar contra su propio arco a la visita, que tuvo en el arquero Bardín a su salvador para evitar que los villanovenses ampliaran la ventaja en el tanteador. El uno cabrerense tapó una mediavuelta de Nicolás Delsole (27’) y desvió hacia el córner un tiro libre de Molinari.
La lluvia se disipó, terminó el primer tiempo y la gente del Tricolor respiraba tranquilidad por la clasificación parcial, pero seguramente sin imaginar que en el segundo tiempo todo sería sufrimiento y que los dirigidos por Cristian Agosto necesitarían más que nunca de su incondicional aliento.
Es que, más allá de que a los 2’ Bardín sacó espectacularmente del ángulo superior izquierdo un derechazo bombeado del Sapito Delsole y que en ese saque de esquina Molinari remató cerrado para volver a exigir al portero, luego de ese buen comienzo Alem mermó su rendimiento, perdió la tenencia de la pelota y se retrasó notablemente en el campo de juego.
Entonces Ateneo se aprovechó de esa falencia local y, con más empuje que buen fútbol, fue metiendo a los de Villa Nueva contra su propio arco a base de centros que reiteradamente llovieron en el área de Montiel.
En ese contexto, la más clara de Ateneo fue un zurdazo de Bufarini que se estrelló en el travesaño.
En medio de tanto sufrimiento, una maniobra desafortunada hizo paralizar los corazones de toda Villa Nueva; Montiel sacó de arriba, la pelota dio en la nuca de su compañero Fabián Martínez y casi se mete en su propio arco, pero el uno retrocedió a tiempo y pudo remendar su error.
Quizás allí la gente entendió que Alem estaba complicado y a partir de ese momento su aliento fue constante y ensordecedor. Cada hincha pareció meterse dentro de la cancha para ayudar a sus leones a rechazar los bochazos que Ateneo envió al área de Montiel.
Ateneo iba e iba con insistencia y dos disparo del ingresado Maximiliano Foggia casi terminan en gol, pero pasaron respectivamente al lado del palo derecho y arriba del travesaño.
También pudo haberlo liquidado Alem de contra, aprovechando los espacios que dejaba un desesperado rival, pero Albiero y Demichelis no tuvieron la chance de quedar cara a cara con el arquero para sentenciar la historia.
Para colmo Monzón Brizuela añadió cinco minutos que parecieron eternos, pero en ellos la lluvia volvió a ser protagonista y nuevamente se transformó en ese condimento con el que Alem se terminó fortaleciendo, esta para aguantar hasta el final y con sufrimiento lo que sería la victoria final.
Llegó el pitazo final y el León celebró con marcada euforia por haber dado un nuevo paso gigante en su sueño nacional, demostrando una vez más que tiene un corazón gigante y sin igual.
La figura
José Luis Villagra
Una vez más, el Peto fue el alma del León. Como siempre, se destacó por su incansable entrega y una gran cantidad de pelotas recuperadas en la mitad de la cancha, las cuales distribuyó casi siempre acertadamente. Montiel, Berterame, Manzanares, Delsole y Molinari fueron los otros puntos altos de Alem.
El árbitro
Gastón Monsón Brizuela
Correcto arbitraje. Siguió atentamente, y siempre desde cerca, cada acción, resolviendo con acierto cada vez que tuvo que intervenir. Aplicó bien la ley de ventaja, sacó las amarillas necesarias, no permitió reclamos excesivos y se apoyó bien en sus asistentes, quienes tuvieron una tarde sin sobresaltos.