Jornada de reflexión en el Colegio de Profesionales en Servicio Social
Ana Morillo hizo hincapié en los casos de aborto no punibles que están establecidos desde 1921 por el Código Penal
En el marco de la primera instancia de las Jornadas de Reflexión de Género y Ejercicio Profesional estuvo en la delegación local del Colegio de Profesionales en Servicio Social Ana Morillo, una licenciada en Trabajo Social y activista feminista de vasta trayectoria en la salud pública, quien sostuvo que en el Hospital Regional Pasteur no se atienden los casos de aborto vinculados a las causales que son permitidas por la ley.
Ese nosocomio “tendría que tener un servicio de atención de interrupciones legales del embarazo ante casos de violación, pero no existe”, dijo en diálogo con EL DIARIO.
Recordó que los casos de abortos no punibles están establecidos por el Código Penal de 1921 y que además hubo un fallo judicial de 2012 en ese sentido, sin embargo, Villa María “no tiene en el hospital” ninguna vía para atender estos cuadros. “Tampoco hay, en el primer nivel de atención de salud de la ciudad, servicios de información para disminuir riesgos de muerte”, destacó.
Graficó que lo mismo ocurre en hospitales públicos provinciales de capital, en cambio, en el centro asistencial público provincial de San Francisco “se toman algunas situaciones”.
Cuestionó la demora en ponerse en práctica el protocolo provincial para la interrupción del embarazo ante una violación, algo que en la práctica quedó atado a un amparo que se está resolviendo en el Tribunal Superior de Justicia. “Es un aprovechamiento de la situación, porque en base a esto argumentan que no tienen protocolo, siendo que sí existe el protocolo a nivel nacional y que además está permitido por el Código Penal”, advirtió.
Morillo habló del aborto como un “problema de enajenación del cuerpo de la mujer” y “de salud pública”.
“En el marco de los derechos humanos debe ser legalizado, como en la mayoría de los países del norte”, señaló y aclaró que esto es una discusión distinta a la de estar a favor o en contra. Porque “como dice nuestro lema, queremos que se profundice la educación sexual para decidir, los anticonceptivos para no abortar y el aborto legal, porque provoca muertes de mujeres y genera la muerte de mujeres pobres, entonces esto tiene un componente vinculado a la justicia social y a un grupo de mujeres que más padece este problema”.
En este sentido, la entrevistada subrayó que “sigue siendo la principal causa de muerte materna desde hace 30 años” y especificó que en 2015 murieron 55 mujeres y en 2016, 43.
La leve disminución fue porque “venimos trabajando con el uso medicamentoso en el tratamiento y en las causales del aborto legal”.
“Nos parece bien que se haya abierto el debate legislativo. Se habló mucho del oportunismo político, las últimas encuestas reflejan que el 60% de la población quiere que se legalice y ese tiene que ser el resultado de la discusión, si no, es mentiroso que lo debatamos y no salga”, interpretó.
“Esto tiene que ver con nosotras, algo a lo que nunca quieren llegar a debatir, no pueden mirar al sujeto mujer. No nos miran como sujeto de derecho. El trasfondo político de la cuestión ha sido siempre cómo miran y qué constituye la mujer en esta sociedad, lugar de reproducción de la vida social, doméstica y biológica, nunca nos van a mirar desde el sujeto de derecho”, declaró.
“Quienes no quieren la legalización jerarquizan la vida del feto con la de la mujer, algo que nos parece aberrante. Respetamos la mirada si así la entienden, pero no queremos que eso irrumpa en lo que el Estado debe debatir y lo que el Estado tiene que proteger, que es la vida”, cerró.