Vivir la Historia – En 1956 viajó desde Buenos Aires a Panamá al encuentro del expresidente y desde ese momento entablaron una amistad
Escribe Celeste Coschica DE NUESTRA REDACCION
Fotógrafo y autor de varios libros, vivió al lado del histórico líder durante su exilio, iniciando “la resistencia peronista”. A sus 87 años proyecta abrir una escuela de conducción política para transmitir y construir el proyecto de país que aprendió junto a él
Abel Reynoso vivió la Historia. Tenía 22 años cuando vendió su casa, su auto y un terreno que tenía en Buenos Aires para emprender un viaje a Panamá, buscando encontrarse con Juan Domingo Perón en su exilio.
Lo que pretendía ser un solo encuentro, se convirtió en una amistad de años.
En una charla con EL DIARIO, Reynoso recuerda los años “al lado del General” que lo marcaron para el resto de su vida y hoy, a sus 87 años, lo llevan a soñar con la creación de una escuela de conducción política “para entender lo que Perón decía y pensar un proyecto real de país a futuro”.
Reynoso nació en un pueblo de la provincia de Buenos Aires y de chico se fue a vivir a Lanús: “Fui parte del ‘aluvión zoológico’, como le llamaron los gorilas. Fui testigo ocasional de la realidad, crecimos en una fiesta. En esa fiesta los sectores trabajadores nos hicimos dueños de casas, de trabajo, estudios, escuelas. El país y el pueblo se enriquecían y no nos dábamos cuenta. Pero no supimos defender lo que habíamos conseguido y a cañonazos nos rompieron ese juguete de cristal que era el peronismo”.
Tenía 22 años cuando Perón se exilió y con los vecinos del barrio comenzaron a organizar un viaje a Paraguay para verlo: “Pero a Perón lo echan de Paraguay y termina en Panamá, donde ya todos los que iban a viajar empezaron a bajarse”.
“El pueblo argentino es manso, pero si lo provocan es creativo”.
Así resume Reynoso su iniciativa de vender todo para viajar hasta Panamá: “Yo era el ‘che pibe’ y nadie me creía cuando dije que iba a ir sí o sí. En 15 días vendí todo, lo mal vendí apurado, y tomé un barco italiano a Panamá”.
El 8 de marzo de 1956 golpeó la puerta del chalé donde le dijeron que estaba viviendo el expresidente: “Me hicieron pasar y me dijeron que lo espere. No lo podía creer, cuando apareció Perón fue como si hubiera salido el sol. Encontrarme con él para mí era encontrarme con Dios. Yo lo veía de lejos, en el balcón y lo escuchaba por radio. Lo mío fue una locura y realmente no estaba preparado para semejante acontecimiento”, recuerda con lujo de detalle, como esas imágenes que solo cuando son vividas con verdadera pasión quedan grabadas de forma indeleble en nuestra memoria.
“Curiosamente era el único representante del pueblo que había llegado a él. Lo primero que hice fue entregarle todas las cartas, recortes de diario y papeles que me habían acercado en mis días previos al viaje”, rememora.
Reynoso cuenta que su idea era solo ir a llevarle las cartas, verlo, sacarse una foto “para fanfarronear” y volver con directivas sobre cómo organizarse en Argentina. Pero la frase “A usted lo necesito acá” cambió su destino: “Cuando Perón me dijo eso, no lo podía creer. Pensaba para qué me necesitaba, pensé que para hacer mandados. Al otro día desayunamos juntos y me dijo ‘nosotros vamos a iniciar la resistencia’ y usted tiene lo que yo no tengo, los contactos”.
Las cartas que había llevado Reynoso fueron para Perón la clave para empezar a mandar mensajes a nuestro país: “Me mandó a Venezuela para enviar cartas desde ahí. Si llegaban desde el lugar donde estábamos, en Argentina iban todos presos”.
Unos meses después se fueron a España, donde Perón estuvo exiliado 18 años.
En su libro “Cómo y por qué fui amigo de Perón en el exilio”, Reynoso no solo cuenta su historia al lado de él, sino que hace público sus intercambios de cartas a lo largo de los años.
En el libro narra los acontecimientos que dieron origen a la “Resistencia Peronista” contra la dictadura encabezada por Aramburu, y además las vivencias intimas, tristes y alegres, de un hombre al lado de un Perón desconocido, derrocado, sin dinero y en soledad.
A la par de su militancia con Perón, Reynoso ejercía su profesión de fotógrafo: “Era independiente, vivía por las mías”.
Escuela de conducción política
“Perón fue un maestro que aún no ha sido entendido”, manifiesta el escritor y fotógrafo.
Ese es el próximo proyecto de Reynoso, transmitir las ideas del histórico dirigente: “Cuando uno tiene un proyecto político de largo alcance, te movés por los resultados. Actualmente muchos dirigentes peronistas hacen un trabajo extraordinario, pero muchas veces un trabajo que beneficia al enemigo. Uno tiene que defender los intereses de la gran mayoría, no los propios”.
“Es riesgoso cuando el político no tiene un proyecto, porque eso significa que tiene intereses personales, y eso no es ideal, sino económico. Ese es uno de los problemas de los políticos y de los dirigentes nuestros, que han caído en muchas trampas por eso. La división tiene que ver con eso, el peronismo se ha dividido porque no entendieron a Perón”.
Reynoso vive hace muchos años en Oregón, Estados Unidos y desde allá, a través de su canal de YouTube “Con Perón en el exilio” transmite sus ideas a través de videos que graba en los bosques que rodean su casa.
Fue a través de redes sociales que conoció al exconcejal local Ricardo Pereyra, quien lo invitó a Villa María a conocer y presentar su libro y su historia.
El objetivo cercano es abrir una escuela de conducción política en Buenos Aires, y por qué no, en unos años en nuestra ciudad: “Cuando muere Perón, muere el peronismo y quedan los peronistas. La idea que viene es dividir y hoy los nombres de dirigentes que suenan están condicionados”.
“Argentina tiene una riqueza incalculable, lo único que no tiene son ideas. Eso es lo que falta. Cuando digo ideas me refiero a ideas que puedan ser aplicadas a la realidad. Hay que hacer política con otra teoría, seguimos haciendo manifestaciones y marchas y tenemos cañones de última generación en un celular. Si no fuera por estas balas de plata, ustedes no me hubieran conocido”, señaló haciendo referencia a las redes sociales.
El objetivo principal es adquirir un edificio en donde instalar la escuela: “La idea es muy simple. Conozco unas 50 escuelas que duraron lo que dura un lirio. Hay que empezar por el edificio, le vamos a dar una forma jurídica y juntar dinero para comprar la sede entre todos y estructurar la escuela con directivas, formando equipos de trabajo. No vamos a aprender el peronismo de memoria, se trata de entender lo que Perón decía”.
Sobre los dirigentes actuales, manifestó que cree que Cristina Fernández de Kirchner es “lo único que tenemos, pero no con la gente que tiene alrededor”: “Cristina es brillante, ella. Pero la gente que tiene alrededor la llenó de papeles y la pusieron en el Senado. Hay que sacarla de ahí y que desarrolle ideas, rodeada de genios argentinos, que los hay”.
“Estamos en otro mundo y las ideas tienen que ser totalmente distintas a todo lo que se aplicó. La gente necesita creer y nadie se lo ofrece. No hay posibilidad de salir de donde estamos sin un proyecto, hay que generar ideas para que la utilización de nuestras riquezas sea funcional a nuestras necesidades”, finalizó.
“Argentina tiene una riqueza incalculable, lo único que no tiene son ideas. Eso es lo que falta”.
Abel Reynoso tiene un canal de YouTube llamado “Con Perón en el exilio”, el cual transmite sus ideas a través de videos que graba en los bosques que rodean su casa.
“Perón fue un maestro que aún no ha sido entendido”.
“El país y el pueblo se enriquecía y no nos dábamos cuenta. Pero no supimos defender lo que habíamos conseguido y a cañonazos nos rompieron ese juguete de cristal que era el peronismo”.