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Dulce espera por el carné de conducir

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Dulce espera por el carné de conducir
Una de las salas de espera de la sede de la empresa Vial Parking, en la calle Paso de los Libres, en la que el turnero electrónico marcaba el número 40 en horas del mediodía

La problemática vial – El trámite de sacar o renovar la licencia para manejar lleva dos horas, pero a partir de los operativos implementados esta semana se extendió a tres, debido al incremento de peticionantes

 

En la portada de EL DIARIO del viernes pasado, uno de los titulares indicaba que “En tres meses, hubo 515 casos de personas manejando sin haber obtenido la licencia”. Tal vez ese dato, surgido de estadísticas oficiales, explique en parte el intenso movimiento que registra por estos días la oficina de la firma Vial Parking, que tiene la concesión para la emisión de licencias de conducir en esta ciudad.

Los interesados obtienen su turno a través de la web de la empresa, de una manera más bien sencilla para quienes están acostumbrados a manejar computadoras. La página avisa que el trámite demorará al menos dos horas, que por estos días se está extendiendo a tres (como ayer) o inclusive algo más de tiempo.

Por citar un ejemplo, quienes van por la renovación del tipo B1 (no profesional) tienen que presentar el carné anterior, la certificación de no adeudar multas de tránsito (cuesta $180 pesos), fotocopias del carné anterior y del DNI (si alguien se olvida de este requisito, no hay problema: le cobran $5 la fotocopia).

Antes, la dulce espera hasta ser llamado para que se le reciba la documentación, le tomen la fotografía y le den el turno para la oftalmóloga.

Luego de hacer el control oftalmológico, pasar por caja y pagar entre $866 para obtener el documento por cinco años, hasta $600 para tenerlo por dos años.

Eso sí, en billetes “constantes y sonantes” porque allí no hay Posnet, es decir, no se puede pagar con tarjeta de crédito ni de débito.

La recepcionista y las tres empleadas que operan otras tantas computadoras, apenas si tienen tiempo para distraerse algún instante en intercambios de palabras (además, el lugar está siendo filmado).

Hacia el mediodía, los tres espacios dispuestos como salas de espera en los que existen sillas comienzan a despejarse. Para entonces, han realizado su trámite unas 40 personas, mientras que alrededor de 15 desistieron por diferentes motivos, generalmente ligados a cuestiones laborales.

También después del mediodía, una empleada pasa ofreciendo café a “los últimos de la fila”, que llevan allí desde alrededor de las 10.