Primer Congreso de Infancias y Adolescencias de ese género
Lautaro Cruz, presidente de Trans Argentinxs, señaló que la asistencia médica integral y la inclusión laboral y educativa son las demandas más urgentes en la provincia. Eligieron Villa Nueva para la realización del evento por el caso de la primera niña en toda Córdoba que se autopercibe con un género distinto al asignado por su genitalidad
“La adolescencia es compleja en sí, imaginate con un proceso de transición o siendo una identidad trans que todavía no ha podido salir a decirlo”.
Un joven trans que tiene que pedir que le abran la puerta del baño que da acceso a los inodoros porque no puede orinar en un mingitorio, una chica trans que en un consultorio médico es llamada por su nombre asignado porque le trabaron el trámite de cambio de identidad en el Registro Civil o una niña de tres años que se daña la ropita de mujer y muestra actitudes “extrañas” que la pediatra no sabe determinar.
Situaciones como estas, y muchas otras más, suceden por la falta de perspectiva de género en los múltiples ámbitos que nos atraviesan en la vida cotidiana, además del lento proceso de implementación de la Ley 26.743 de Identidad de Género (aprobada hace seis años y reglamentada recién en 2015).
Esto sumado a lo que afirmó Lautaro Lucas Cruz en la cita que abre esta nota. Es el presidente de la organización no gubernamental Trans Argentinxs, quien estuvo en Villa Nueva con motivo de la realización del Primer Congreso de Infancias y Adolesencias Trans.
“Vimos que era necesario poder informarle a la sociedad de esta ciudad cómo es estar y convivir con una persona trans, cómo hacer una sociedad más equitativa. Más allá de su identidad, va a la escuela todos los días, va a hacer la comunión, tienen una vida cotidiana”, comentó el joven.
Que el primer caso de una niña que se autopercibió con un género distinto al asignado por su genitalidad haya sido en la vecina localidad también fue uno de los motivos principales de la realización del evento en esta zona.
La idea, según comentó Lautaro, es partir de este Congreso realizado ayer para formar un equipo de trabajo que pueda capacitar a profesionales de la salud principalmente -pero también de otros ámbitos- y aportar herramientas para tratar con estas personas.
“Desde chiquitos damos ciertos indicios, que son fuertes. Si un pediatra puede ver eso, le podría estar abriendo el camino de la libertad a un niño o una niña trans”, afirmó.
Las demandas
Consultado sobre cuáles son las principales falencias que encuentran las personas trans en la sociedad, Lautaro Cruz señaló que la inclusión laboral, socioeducativa y sanitaria con atención integral en lo público y privado son las que más emergen, al menos en la provincia de Córdoba.
Más allá de que no se respeta la ley en cuanto a las cirugías y los tratamientos hormonales con cobertura del Estado, el presidente de la ONG aclaró que “podés ser trans sin tener que intervenirte, ya sea una masculinización del tórax (reducción mamaria) o ponerte lolas en el caso de las chicas trans, cada construcción es diferente…por eso apuntamos a la cobertura integral, desde un dolor de muelas hasta un tumor”.
También existen barreras sociales, que comienzan “desde que te ponés la zapatilla al comienzo del día”, ilustró el joven trans.
“En el día a día, nosotros nos levantamos y tenemos que luchar con muchas cosas porque nuestros cuerpos son diferentes a las personas que no son trans”, expresó.
Recientemente, en Salta, un hombre sexagenario se autopercibió como mujer y fue acusado de hacerlo para poder jubilarse con anticipación. En casos como este, como en muchos otros, se pone en tensión el término “convertir”, como si la autodeterminación del género se acotara a un simple verbo.
“No creo que alguien se convierta, trans se nace o se construye. Incluso hay gente que no se identifica con ninguno de los dos géneros, que son las personas no binarias”, reflexionó Lautaro Cruz.
Explicó, según su experiencia, que se trata en principio de transgredir el género que a todos nos asignan de nacimiento por nuestra genitalidad: masculino por tener pene o femenino por tener vagina.
Es un derecho adquirido a partir de la Ley de Identidad de Género el poder contemplar esa autodeterminación en la partida de nacimiento y, luego, tramitar un nuevo DNI.
Esta ley fue aprobada en 2012 y reglamentada en 2015 en Argentina. Mientras, la expectativa de vida de las personas trans sigue siendo de 35 a 40 años.