Inicio Locales Pese a la rebaja de tributos, el municipio tuvo un 31% más de ingresos que en 2016

Pese a la rebaja de tributos, el municipio tuvo un 31% más de ingresos que en 2016

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Pese a la rebaja de tributos, el municipio tuvo un 31% más de ingresos que en 2016
Lucarelli dijo que tener superávit “no es una mala palabra” porque significa que se gobierna “con responsabilidad”, pensando en contingencias

Se conocieron los números de las cuentas públicas municipales 2017

Por segundo año consecutivo hubo superávit, que esta vez fue de 8,2 millones de pesos. Un año antes había sido de casi 15 millones de pesos

Por segundo año consecutivo la Municipalidad de Villa María cerró el período con superávit, que fue de 6,6 millones de pesos menos que el del ciclo anual anterior pero a su vez de 9,2 millones de pesos más que el de la última etapa en la que gobernó Eduardo Accastello.

Si bien en enero pasado la secretaria de Economía Daniela Lucarelli anticipó que a priori 2017 había finalizado con 8 millones de superávit, los números de ese año todavía no se conocían con precisión. Ayer se comunicaron ante la consulta periodística en una entrevista con la citada funcionaria en su oficina del primer piso del ex-Palace Hotel.

De acuerdo a esa información oficial, en el segundo año de mandato de Martín Gill hubo ingresos en total por 1.051.675.808 pesos y egresos por 1.043.388.170 pesos. De la diferencia entre ambos montos surgió un número positivo de 8.287.638 pesos.

La contadora exhibió este valor en relación a lo ocurrido en los dos años anteriores, para hacer una comparación trianual como se acostumbra.

Allí se reflejó que el 2015, último año en que gobernó Eduardo Accastello (estuvo en el poder once meses, mientras que en diciembre asumió Gill), presentó un déficit de 1.071.345 pesos, mientras que en 2016, ya con Gill en el Ejecutivo, los números se dieron vuelta y fueron positivos en 14.903.267 pesos.

Ambos datos ya se conocían, y se sabía que 2015 había cerrado negativamente pese a que en los ciclos previos las cuentas públicas exhibían equilibrio o pequeño superávit. En esto hay que recordar que cuando Accastello dejó el Sillón de Viñas destacó que se iba con superávit, el que a la luz de los hechos un mes después se convirtió en déficit anual.

Incluso en el primer año de Gill se habló oficialmente de un déficit de 2015 mucho más alto, de 4 millones de pesos, número que luego bajó a 1 millón.

 

Leve endeudamiento

Volviendo a 2017, Lucarelli especificó que a fin de año se había pagado el 91% de los egresos.

Este rubro representaba 1.020.486.076 pesos, habiéndose abonado 938.152.876 pesos.

Esto significa que el endeudamiento al 31 de diciembre era del 9% y se daba “con proveedores”. El dinero “estaba en el circuito administrativo o en el Tribunal de Cuentas”, apuntó la titular de Economía.

“Este no es un municipio que adeuda, salvo lo del pacto fiscal”, recalcó.

 

Mayores ingresos

La funcionaria también mostró el crecimiento de los ingresos de la comuna en los últimos tres períodos.

Pasó de 644.156.119 pesos en 2015 a 802.931.100 pesos en 2016, para saltar a 1.051.675.808 pesos en 2017.

“Respecto a 2015, el incremento fue del 63%. En 2017 hubo un 31% más de ingresos que en 2016 a pesar de la reforma impositiva que generó una reducción tributaria”, subrayó.

La contadora repasó que en 2016 no se habían aumentado los tributos, “pese a una inflación del 43%”, mientras que en 2017 hubo una rebaja en las tasas y sin embargo los ingresos subieron.

“La recaudación subió y el total de gastos estuvo por debajo del nivel de ingresos. No queremos déficit, y el tener superávit no debe ser una mala palabra, porque el Estado tiene que gobernar con responsabilidad, saber que las contingencias pueden aparecer”, expresó haciendo hincapié en que ese saldo positivo permite tener una reserva para enfrentar, por ejemplo, unas inundaciones como sufrió Villa María en su momento.

En este sentido, aseguró que no hubo una contención del gasto público “en algún rubro en particular”. Precisó que hubo un “fuerte incremento en el gasto social: se triplicó la cantidad de bolsones alimentarios, se aumentaron los recursos por la necesidad habitacional de mujeres víctimas de violencia, en guarderías y educación”.

“No hay gasto que se disminuyó por superfluo, porque no lo tenemos”, sostuvo.