Rodada en nuestra ciudad por Darío Mascambroni
La obra fue protagonizada por “no actores”, y relata los avatares de un niño que busca explicaciones tras el asesinato de su padre. Su opera prima “Primero enero” también había recibido un galardón
La película «Mochila de plomo», del director villamariense Darío Mascambroni y rodada en nuestra ciudad, ganó dos premios en el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici) 2018.
Logró el galardón de la Asociación de Cronistas Cinematográficos Argentinos y una mención especial de la Federación de Escuelas de Imagen y Sonido de América Latina.
La vigésima edición del certamen concluyó este fin de semana y reunió a directores emergentes de la escena nacional con otros consagrados de todas partes del mundo.
“La flor”, una película de 14 horas de duración (se exhibió en tres partes) dirigida por Mariano Llinás, ganó el premio máximo de la competencia internacional del 20º Bafici. La flor, dividida en seis episodios, propone un recorrido por prácticamente todos los géneros cinematográficos y se convirtió en el gran hito cinéfilo de esta edición.
En la competencia argentina la ganadora fue Albertina Carri con su exploración sobre el sexo y el deseo en Las hijas del fuego.
“Mochila…” compitió junto a casi 400 títulos de todo el mundo. Estrenada en la Berlinale, el filme rodado en Villa María, describe la ausencia, la pérdida, la angustia, la falta de explicaciones y el sentimiento de venganza que invaden a Tomás (Facundo Underwood), un chico de 12 años que vive con una madre (Elisa Gagliano) que no lo contiene demasiado, como tampoco lo hacen su abuelo ni sus tíos (ni mucho menos el hostil entorno escolar).
Tomás está particularmente movilizado porque es el día en que sale de la cárcel Nenino (Agustín Rittano), quien todo indica ha sido el asesino de su padre. El protagonista se hace de una pistola que guarda en la mochila del título y empieza a vagar en busca de algunas respuestas que los adultos tantas veces le han negado o disfrazado con eufemismos o medias verdades que no hacen más que alimentar los fantasmas.
La dinámica de nuestra ciudad (fotografiada por Nadir Medina), con sus canchitas de fútbol, los chicos que se mueven en bicicletas o motonetas y sus rencillas callejeras, es el contexto ideal para este viaje interior y externo de Tomás, quien en medio de la soledad, la desorientación, la frustración y el rencor intenta construir su identidad e iniciar su intrincado camino hacia la adultez.
Mascambroni ya obtuvo en una edición anterior el premio a la “mejor película” con “Primero enero” en la competencia argentina del citado festival. Era el primer largometraje materializado por el joven director, nacido en 1988.
Darío es egresado de La Metro de Córdoba.