LIGA VILLAMARIENSE – Apertura – 6ta. fecha – Zona C

En apenas un ratito la pelota se llenó de emoción en un partido aburrido hasta entonces. Universitario goleó 5-0 a Juventud con un Pratti en su mejor versión. Jugó 15 minutos, marcó dos golazos y participó en otros dos

Escribe Beto Arce

Cuando los caminos para llegar a destino se ponen bravos es casi una necesidad apelar al talento de los distintos, los que definen partidos. Y ese fue Tomás Pratti, a quien le tocó ingresar pasados los 29 minutos del segundo tiempo para tener la pelota y cuidarla, quizás en el pensamiento de su entrenador que lo puso para darle rodaje tras la extrañada ausencia. Futbolista ofensivo difícil de definir: ¿conductor, delantero, goleador, enganche? Es posible que todas le cuadren un poco, aunque sería más simple resumirlo como un fenómeno de la Liga, que puede romper todos los esquemas con instantes de lucidez.

Universitario goleó 5-0 a Juventud River Plate de Ausonia en Plaza Ocampo en una calurosa tarde demasiado tranquila en cuanto a las pulsaciones que corrieron dentro del campo. El resultado definitivamente no coincide con la diferencia que hubo entre ambos, pero la capacidad de resolver en tan poco tiempo fue increíble. El equipo de Dutto hizo un enorme esfuerzo para llegar a los 33 m del complemento perdiendo 1-0 y con la firme creencia de que se podía empatar, pero a partir del segundo grito se desplomó anímicamente.

Arrancó bien el combinado de Ausonia, con pases firmes, diagonales e, incluso, opciones claras. Sin embargo, abusó del pelotazo que siempre encontró como receptores a los centrales de la Uni. Así fue construyendo su propio muro, viéndose imposibilitado de perforar una defensa compuesta por hombres que muchas veces salieron a cortar lejos por los espacios que disponían.

A los 3 m Mansilla desaprovechó una chance inmejorable frente a Mellano, rematando con poca fuerza a las manos. Y rápidamente respondió con gol la “U”, sobre los 11 m y a la salida de un tiro de esquina que peinó Layus y le quedó a Picotti que se estaba sin marca. Con tiempo para decidir optó por un fuerte remate que Pérez no pudo advertir: 1-0.

Un mano a mano increíble falló Grachot luego de un equívoco pase atrás de la defensa local. El delantero quedó en suspenso y eligió un remate con el que no se sintió seguro, intentando definir con potencia una acción que pedía tranquilidad y mente fría. La mandó por arriba del travesaño.

Theiler probó desde fuera del área, pero Mellano desactivó el peligro mandándola al córner a los 31 m.

Universitario siempre da posibilidades a que el rival despliegue algo de lo que tiene para ofrecer, casi como una gentileza que en estos tiempos no se ve. También traslada el balón con precisión, analiza sus posibilidades, a veces se equivoca, pero es fiel a su estilo de juego y la mayoría de las veces le sale bien. Mientras que Juventud llegaba a este cotejo dos puntos abajo de su rival e intentó con sus armas darle pelea a su prolijo adversario mientras pudo.

El segundo tiempo fue otra historia, no obstante, debió correr bastante el reloj para que la diferencia empezara a gestarse. No fue la tarde de Barbero que ingresó para suplir al lesionado Pérez y recibió cuatro goles aunque evitara la caída en dos momentos cruciales ante Acosta y Barengo.

Faltando 12 minutos para el cierre del partido, Pratti exprimió al máximo su potencial y le dio las caricias que tanto necesitaba el balón. La primera fue adentró con un tremendo zurdazo desde afuera del área que se clavó en el ángulo derecho: una joyita. Luego por derecha capturó un pase largo de Wartel y asistió perfectamente a Barengo que en Plaza Ocampo siempre o casi, factura. Esta vez con una notable gambeta (patada incluida) en el área chica ante a Martínez y definiendo al vacío: 3-0.

El cuarto también fue iniciado en Pratti bancando de espaldas y encontrando a Acosta que pasaba como un tren por el lateral, finalizado por una gran maniobra del volante con pase rasante a Barengo, que nuevamente y bien ubicado le dio un pase a la red.

Quedó tiempo y cariño para que esto sea lo único que importe en las relaciones afectivas. Pratti y la pelota, el botín zurdo y el lugar justo en donde pegarle… Allí viajó “pinchada” magistralmente por encima del arquero, para cerrar una tarde que jamás olvidará.

La figura

Tomás Pratti. Aunque no tenga puntaje, ya que jugó apenas 15 minutos, Pratti la rompió. Realmente impresionante. Marcó dos golazos y participó en otros dos en menos de 10 minutos. Sabemos de su enorme categoría, pero su actuación en este partido jamás la olvidará.

El árbitro

Brian Chiaraviglio. No tuvo inconvenientes para llevar adelante el partido y lo manejó bien. Quizás perdonó algunas piernas fuertes merecedoras de amarillas, pero, de todos modos, siempre estuvo cerca de las acciones. En dos ocasiones (una por tiempo) paró el juego para combatir el calor y antes de los 45’ ST cerró la historia que estaba acabada.