Los perros envejecen a diferentes velocidades en comparación con los humanos, pero la regla simple de siete años perro a un año humano estaría lejos de ser precisa.
Así lo asegura la revista “Science Alert”, que señala que si los humanos realmente envejecieran siete veces más despacio que los perros, entonces muchos de nosotros podríamos reproducirnos a los siete años y vivir hasta los 150 años. Y, obviamente, no es el caso.
La razón por la cual los perros pueden alcanzar la madurez sexual completa después de un año de haber nacido es porque envejecen más rápido durante los primeros dos años de sus vidas que los humanos.
Incluso esta afirmación general es relativa ya que las razas más pequeñas tienden a madurar más rápido que las razas más grandes.
En comparación con los humanos, los perros envejecen más rápido al comienzo de sus vidas y más lentamente hacia el final. Por lo tanto, calcular la edad de su perro en relación con la suya es un poco complicado, pero posible.
Dado que las razas pequeñas tienden a vivir más tiempo que las más grandes, es importante calcular la edad de su perro según la categoría correcta: pequeño (9,5 kg o menos), mediano (9,6 kg a 22 kg), grande (23 kg a 40 kg) o gigante (más de 41 kg).
Aunque se desconocen los orígenes del mito de la equivalencia de los siete años, el intento de calcular los años de los perros en años humanos viene del siglo XIII. Uno de los primeros ejemplos es una inscripción en la Abadía de Westminster que data del año 1268 y que calcula que un año humano equivale a nueve años de un perro.
Según un veterinario de la Universidad de Kansas, la equivalencia de los siete años pudo ser “una estrategia de marketing” porque era “una forma de animar a los dueños a traer a sus mascotas al menos una vez al año”.