CAMARA DEL CRIMEN – Juzgaron a dos albañiles de Oliva y a un metalúrgico de Posse
Se trata de Raúl Córdoba, Angel Abad y Marcelo Moreno, quienes recibieron penas de tres años de prisión (los dos primeros) y de ocho meses de cárcel. Abad y Moreno recuperaron la libertad apenas concluyeron las audiencias de debate
Dos trabajadores de la construcción y un operario metalúrgico fueron condenados ayer en los Tribunales de Villa María por distintos hechos cometidos en Oliva y en esta ciudad y dos de ellos pudieron recuperar la libertad.
Raúl Ezequiel Córdoba (28) recibió una pena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo, mientras que a Gastón Abad (35) se le impuso idéntica sanción, pero de ejecución condicional (en suspenso). En tanto, Marcelo David Moreno (29) fue sancionado con ocho meses de cárcel, unificada en 11 meses con otra condena que tenía pendiente.
Córdoba y Abad fueron juzgados por hechos de violencia de género, al tiempo que Moreno llegó a juicio por haber robado mercadería en una despensa.
Prisión efectiva
En la primera audiencia de la jornada, Raúl Córdoba se declaró culpable de “lesiones leves calificadas”, “amenazas calificadas por uso de arma”, “amenazas”, “desobediencia a la autoridad” y “violación de domicilio”, por una serie de hechos que tuvieron como víctima a su exconcubina y fueron cometidos durante 2016 y 2017 en Oliva.
En tanto, el albañil nacido en Río Tercero el 8 de septiembre de 1989, fue absuelto por el “beneficio de la duda” en relación a un presunto “abuso sexual con acceso carnal” que también había denunciado la mujer y logró evitar una condena más elevada.
En los alegatos, el fiscal Francisco Márquez pidió una sanción de cuatro años de prisión, mientras que su defensor, el abogado riotercerense Alberto Vieytez Monrroy, le solicitó al juez Félix Martínez que aplicara “una pena más leve”, aunque sin precisar monto.
Finalmente, el presidente del tribunal aplicó una sanción que dejó a Córdoba a las puertas de obtener la “libertad condicional”, siempre y cuando haya observado buena conducta en la cárcel y una pericia psicológica establezca que está apto para reinsertarse en la sociedad.
Pena en suspenso
La segunda audiencia tuvo sentado en el banquillo de los acusados a Angel Abad, un metalúrgico oriundo de Justiniano Posse, pero con último domicilio en barrio Belgrano de Villa María.
El 19 de noviembre del año pasado, cuando se encontraba en la vivienda de José Ingenieros 1516, mantuvo una violenta discusión con su pareja, Pamela Urfini, a la que terminó agrediendo físicamente. Abad fue detenido tres días después y llegó a juicio acusado por el delito de “lesiones leves calificadas por el vínculo y por constituir violencia de género”.
El operario no solo confesó el hecho sino que además se mostró conmovido por la situación a la que llegó por su explosiva reacción de celos y, entre sollozos, pidió perdón por el daño causado a Urfini.
Por la entidad del delito cometido y tratándose de un convicto primario, la pena impuesta por el juez Martínez fue en suspenso, lo que le permitió recuperar la libertad ni bien concluyó la audiencia.
En este segundo juicio intervinieron el fiscal Correccional, Horacio Vázquez, y los abogados bellvillenses José Fernández y Ana Clara Fernández Bertero (padre e hija), quienes ejercieron la Defensa de Abad.
Condena y libertad
En el tercer juicio del día, el camarista Félix Martínez le impuso ocho meses de prisión efectiva al albañil y pintor Marcelo Moreno, luego que admitiera haber participado de un robo perpetrado en una despensa de Oliva.
El 18 de mayo de 2017, junto a un menor de 14 años y utilizando una ganzúa, sustrajo cuatro gaseosas, siete latas de conserva y un pegamento, pero se activó la alarma del local comercial y ambos se dieron a la fuga en sendas bicicletas.
La Policía logró apresarlos a pocas cuadras y Moreno fue acusado como autor de “robo simple, agravado por la participación de un menor”. A raíz de un antecedente penal, quedó detenido desde entonces.
En la víspera el joven convicto se declaró culpable y recibió una condena unificada de 11 meses por la sanción anterior que tenía pendiente. Y por el tiempo que lleva entre rejas (en un par de semanas se cumplirá un año), se le dio por compurgada la pena y se le otorgó la libertad.
