Rugby
A dos días de la disputa de una nueva edición del clásico del rugby villamariense entre Jockey y San Martín, el departamento de Prensa del Verde reunió a históricos jugadores del club para hablar de la historia del derby.
Todo comenzó en la década de los 70, cuando un grupo de muchachos, sin lugar en San Martín, fueron con la propuesta al Jockey Club. Luego de varias reuniones, comenzaba la actividad ovalada en el Hípico. Dentro de ese grupo de jóvenes estaba Oscar “Bicho” Dominici, quien lo recuerda de la siguiente manera: “Nunca me voy a olvidar del primer clásico, un día de mucha lluvia, fue al poco tiempo que nos vinimos al Jockey, le ganamos en cancha de ellos, siempre estará en mi memoria, fue la pieza fundamental”.
“Nunca perdí como jugador, los clásicos fueron creciendo en emotividad y fervor. Es especial, se vive con mucha tensión. En aquella época eran muy ásperos, picantes, mucha rivalidad, sobre todo con los que nos habíamos ido. El clásico siempre se debe ganar”, añadió
La historia marca diferencias en lo que a números se refiere a favor del Hípico, pero los clásicos son partidos distintos y siempre han sido encuentros muy interesantes, por demás luchados, picantes y friccionados. Por eso, jugadores del club los recuerdan de manera ferviente:
“Si el sábado a la tarde me dicen ‘ponete la verde que entrás’, no lo dudo ni un instante. Los clásicos son un partido aparte, se vive toda la semana, es especial. El corazón supera a la razón y a las tácticas. Salvo los primeros años, que fue parejo en cuanto a triunfos y derrotas, en los últimos años de mi carrera la balanza se inclinó con victorias”. Pablo “Urpila” Sessarego (14 años en Primera, 10 de ellos como capitán).
“Cuando empezamos a jugar, nosotros éramos muy chicos y ellos eran jugadores más experimentados. De todas maneras, dábamos la vida por ganarles, era todo. Era el partido más importante. Tuve la suerte de ganar muchos y perder pocos”. José “Lonche” Perazolo (12 años en Primera).
“Recuerdo vivir el clásico con mucha intensidad, sobre todo cuando era más chico. Cuando fui creciendo me gustaba ganarle a Tala o La Tablada, pero por supuesto sin descuidar el partido con San Martín, que había que ganarlo. El primer clásico lo perdí, después gané todos los demás”. Osvaldo “Pitu” Acosta (nueve años en Primera).
“Me tocó estar como jugador y como entrenador y creo que todos los clásicos tienen las mismas características y despiertan las mismas emociones. Somos afortunados en la ciudad y en el rugby de tener un partido con tanto interés. Hay que disfrutarlo”. Juan Carlos Pigni (exjugador y entrenador campeón de la Unión Cordobesa 2009).
“Sinceramente no me gustaba jugar con San Martín, siempre disfruté y me entusiasmé al jugar con Tala o Palermo Bajo. Pero está claro que significa mucho para la ciudad. Con respecto a los resultados, recuerdo haber perdido el primer año y después ganamos siempre”. Ignacio Massetti (12 años en Primera y actual entrenador del plantel superior).
“Jugar el clásico era todo. Recuerdo que hacíamos lo imposible para estar esa tarde. Quizás estabas lesionado o con alguna molestia y jugabas igual, había que aportar desde donde podías para ganar el partido contra ellos. Me fue muy bien, ganamos la mayoría de las veces, eso sí, cuando me tocó perder no quería aparecer por ningún lado. Es inexplicable en palabras la adrenalina que me generaba estar dentro de la cancha en un partido de esa magnitud”. Horacio “Gringo” Nonis (15 años en Primera).
“Los clásicos no me gustaba jugarlos, eran partidos cerrados y aburridos, hay un desgaste físico y mental que después puede repercutir en lo que sigue. Casi siempre hay lesionados porque se deja más de la cuenta. Se genera un clima distinto, hasta se parece a una cancha de futbol, por cómo se vive de ambos lados. Recuerdo haber perdido los primeros dos años (2002 y 2003) y después fueron todos triunfos. Generalmente era uno por año porque nosotros clasificábamos y San Martín no”. Sebastián Dominici (12 años en Primera, seis de ellos como capitán. Actual head coach del plantel superior).
“Tengo más partidos ganados que perdidos. Recuerdo particularmente un año que llegamos al último encuentro y el que ganaba salía campeón del Ascenso y se lo ganamos en cancha de ellos. El clásico siempre es muy especial y muy complicado, la semana previa empiezan a jugar los nervios y es inexplicable la sensación cuando termina el partido y ganás”. Ricardo Pigni (15 años en Primera, presidente de la Subcomisión de Rugby).
“Es el partido de rugby de mayor trascendencia en la ciudad, por eso lo querés ganar. La semana previa se vive con mucho nerviosismo y con la cabeza metida en un encuentro que tenés que salir con un triunfo para posicionarte en ese año deportivo por sobre San Martín, que es el rival eterno. Lo disfruté mucho y fue hermoso ganarlo, como también me tocó perder y eso significó mucha bronca y tristeza. El partido de este sábado tiene un lindo condimento, debido al formato del campeonato, el que gane va a ser muy importante para lograr la clasificación, espero que el resultado sea favorable para el Jockey y por supuesto que vivamos una fiesta del rugby. Juan Pablo Frugoli (12 años en Primera).
“Desde que empecé en Primera en 2008 ganamos todos hasta 2014, que perdimos los dos. Después de eso volvimos a triunfar hasta el último. Es hermoso jugar el clásico, más allá de la rivalidad, se disfruta muchísimo. Si tuviera que nombrar uno, es el último que jugué (2016), que lo ganamos 45 a 10. Recuerdo una pelota cruzada de Fefe (Nicolás Ferreyra) faltando 10 minutos, estaba parado de wing y me cayó justa para tirarme de paloma al ingoal. Fue hermoso, el mejor clásico de todos”. Rodrigo Bruno (desde 2008 hasta la actualidad en Primera).
“Es un partido lindo para jugar, la rivalidad en una ciudad chica en donde todos nos conocemos le da un condimento extra al contexto del juego. Me ha tocado ganar muchos y perder un par, pero en general me fue bien”. Juan Manuel Pigni (13 años en Primera y actual entrenador del plantel superior).
“En general nos fue bien, siempre en partidos muy cerrados y duros. Es hermoso participar de un clásico, te produce una adrenalina extra. Lo empezás a jugar una semana antes en la cabeza, está en los almuerzos, en las cenas, en las charlas, es inevitable obviar el tema cuando está por disputarse el partido con San Martín”. Francisco Chiaramello (11 años en Primera).
“El clásico es particular. Podés salir campeón, hacer buenos partidos contra los equipos de jerarquía de Córdoba, pero con San Martín tenés que ganarlo. Independientemente de cómo esté en ese momento el club ubicado, el clásico tiene que ser del Jockey. Por suerte me tocó ganar siempre”. Francisco “Bocha” Morea (seis años en Primera).
“Siempre fueron partidos especiales. La semana es tremenda, juegan mucho los nervios, te cruzas jugadores de San Martín por todos lados, quizás no los veía nunca y esa semana los veía siempre (risas). En los clásicos me han expulsado, tuve buenas actuaciones, de todo. Por suerte me tocó ganar más que perder. Recuerdo uno en 1999, en el que hice todos los puntos y empatamos. Recién subía a Primera”. Francisco “Paco” Massanet.
Prensa Jockey Club