Reconocieron que “colapsó” con las lluvias y se están realizando obras, pero el daño es estructural
La directora de la institución asegura que “no hay motivo para suspender las clases”, ya que solucionaron el problema de las paredes con electricidad. Hay promesas de la provincia de arreglar las aulas, el patio, el sistema de desagües y los techos
Un ruidoso reclamo por las condiciones del edificio de la Escuela Arturo M. Bas de Las Playas circuló en la semana en las redes sociales, con fotografías que mostraban los baños inundados y las paredes venidas abajo del patio que ya es un lodazal.
En esa institución debieron suspender las clases hace algunas semanas (cuando comenzaron las primeras lluvias de esta última seguidilla), porque las paredes generaban descargas eléctricas.
Este problema ya fue solucionado y los técnicos del programa Fodemeep -de la provincia- cambiaron por completo la vieja instalación, pero los niños siguen asistiendo a clases a pesar de los inconvenientes con la humedad y los desagües, que se suman a las condiciones del patio y uno de los tapiales.
Según la directora, Sandra Rey, “no había ningún motivo para suspender las clases” una vez solucionado el tema eléctrico.
En un diálogo que mantuvo con EL DIARIO junto a la vice, Lina Germani, y el presidente de la Cooperadora, Ariel Arce, afirmó que los profesionales que trabajan en las reparaciones “no consideraron necesario” despejar por completo la escuela para llevar adelante las obras.
“Hay una promesa por escrito de la provincia para reparar las dos aulas que hoy están inutilizadas, los techos, el patio, la tapia y también los desagües junto con los techos”, detallaron.
Hoy utilizan un laboratorio de ese edificio y un espacio del antiguo jardín de infantes para dictar las clases mientras permanezcan en obras.
Sandra Rey recordó que su mandato como directora comenzó en febrero de 2018 y que ante el primer reclamo realizado ante la provincia, el personal “se presentó inmediatamente”, al igual que el inspector Zonal Raúl Padilla.
Rey reconoció que el lugar “colapsó” con el período de inestabilidad climática y atribuyó el desgaste a la antigüedad (se inauguró en 1942) y a la cantidad de horas que se usa el edificio desde que existen las jornadas extendidas.
“Acá hay actividad desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde, y los sábados también se usa el colegio”, señaló.
Todos los entrevistados coincidieron que aumentó la demanda en la matrícula tras la creación de las 250 viviendas cercanas a Las Playas, más los niños de la zona rural que piden asistir.
Ante la consulta sobre si un nuevo edificio podría cubrir todas estas demandas, el presidente de la Cooperadora respondió: “Estamos buscando la forma para ver cómo hacemos y adónde nos tenemos que dirigir. No es fácil, nos lleva tiempo, pero lo estamos pensando y hablando”.
Las tres personas dijeron que son “meticulosos” y trabajan “paso a paso” dentro del marco legal. También adjudicaron al mal tiempo las demoras por los arreglos: “Si no fuera por la lluvia, el patio estaría terminado”.
Nuevas demandas
La vicedirectora, Lina Germani, indicó que “no dejamos pasar la oportunidad” para informarles a los agentes de la Provincia sobre el resto de las demandas que tiene la Escuela Arturo M. Bas.
“Nos hacen falta más bancos, sillas, armario que no están en condiciones”, afirmó.