Presentaron ayer tres propuestas para eliminar barreras arquitectónicas y humanas. Piden rampas en todas las esquinas, accesibilidad al transporte público y prohibición de los fuegos artificiales

El grupo denominado “Villa María sin barreras” presentó ayer tres propuestas ante el Concejo Deliberante. “Esperemos que nos escuchen, que lo discutan y lo traten”, indicó Cristina “Gupi” Gaupillaut, una mujer que como consecuencia de una esclerosis múltiple se moviliza en silla de ruedas.

“Queremos que las autoridades nos vean, porque las barreras que existen en la ciudad nos invisibilizan”.

“Venimos luchando, pero ahora lo hacemos hacia afuera, para empezar a visibilizar la problemática de las personas con discapacidad”, dijo.

En las puertas del Concejo Deliberante, “Gupi” enumeró las dificultades que se le presentan. “Vivo en Parque Norte y la línea Nº 11 de colectivos pasa al frente de mi casa. Pero yo no puedo subir”, dijo.

También enumeró edificios públicos inaccesibles. “Fijate la rampa de la Universidad Popular, es tan empinada que es imposible acceder sin ayuda. Y el mismo Palacio Municipal tiene un acceso estrecho y dificultoso”, planteó.

“Ni hablar si querés ir a tomar un café o comprar algo en un negocio. Casi todos tienen escalones”, dijo.

“Pero no queremos quedarnos en la queja y la protesta. Por eso, elaboramos propuestas que traemos ante el Poder Legislativo local”, agregó.

La primera iniciativa tiene que ver con las rampas. “No es tan costoso hacer rampas en todas las esquinas, lo que eliminaría gran parte de las barreras arquitectónicas”, indicó. “Pero también hay que trabajar para eliminar a las barreras que llamamos humanas. Porque si no, cómo es posible explicar que alguien estacione frente a una rampa impidiendo el acceso de una persona con discapacidad. O también que los taxistas te digan que no te pueden llevar porque no tienen lugar para la silla de ruedas”, indicó.

Precisamente, eso lleva al tema de la segunda propuesta, que está relacionada con la accesibilidad al transporte público. “Nunca encontré el cupo para discapacitados que se supone tienen que brindar los taxis. Y de los colectivos, ni hablar, ninguno es accesible”, planteó.

El tercer punto que presentaron ayer ante el Concejo Deliberante es el pedido de la prohibición de los fuegos artificiales “que afectan muchísimo a las personas autistas”.

Cristina Gaupillat no dudó en decir que se sienten discriminados.

“Muchas veces, incluso, con gente de buena voluntad, que te quiere ayudar. Como me pasó el domingo en las elecciones, que la autoridad de mesa quería entrar conmigo al cuarto oscuro. Le tenés que explicar que una silla de ruedas no te impide elegir”, planteó.

“Lo que menos necesitamos es lástima. Queremos una ciudad sin barreras, para que todos podamos movilizarnos de manera independiente”.