El Colegio Nacional celebró sus Bodas de Diamante
En un festejo que contó con una gran concurrencia y que tuvo varios pasajes de marcada emotividad, los momentos más destacados fueron aquellos en los que se reconoció a Benjamín Calabrés, el primer abanderado que tuvo la institución en el año 1943
“No llamemos despedida a esta locura que vamos a recordar toda la vida”, rezaba una bandera que flameaba ayer en lo alto de un colmado patio interno del Colegio Nacional, reflejando el sentimiento de todos los que formaron y forman parte de esta histórica entidad educativa de Villa María, que ayer celebró sus 75 años de vida con un emotivo y colorido acto en el que la emoción estuvo a flor de piel durante sus dos horas de desarrollo.
Todo comenzó, pasadas las 11, con el izamiento de la Bandera por parte de abanderados de la institución de todas las décadas. El primer momento de emotividad, ya que entre ellos se encontraba nada más y nada menos que, con sus lúcidos 96 años de vida, Benjamín Calabrés, el primer abanderado que tuvo el colegio en 1943.
Luego se realizó un breve relato histórico sobre la fundación de la escuela, para dar paso al ingreso de las banderas de ceremonia portadas por abanderados y escoltas de las promociones 1943, 1968, 1993 y 2018 y a la entonación de las estrofas del Himno Nacional.
El primero en tomar la palabra fue Héctor Muñoz, jefe de Gabinete de la Municipalidad de Villa María, quien comenzó su discurso diciendo: “Queremos felicitar con el corazón a este colegio. Somos una ciudad que trabaja por y para la educación, nos denominamos Ciudad del Aprendizaje porque estamos trabajando con un ideal y con una meta que tiene como principio que la educación es la herramienta que necesitamos para transformar la vida de cada uno de nosotros”.
“En lo personal me brindó educación, me enseño valores, principios y me dio los mejores amigos de mi vida, que lo son actualmente. Además, me brindó lo que creo debería ser el objetivo más importante para cada uno de los docentes y directivos, que fue hacerme feliz”, remarcó y finalizó señalando: “No hubo un solo día de mi vida en los que estuve en este viejo y glorioso colegio en que no fui feliz, por eso no hay nada más oportuno que lo que escribieron los estudiantes de la Promoción 2018 en una bandera diciendo: ‘No llamemos despedida a esta locura que vamos a recordar toda la vida’, como lo hago yo y como seguramente lo están haciendo cada uno de ustedes”.
A su turno, Silvia Ballarino, inspectora del Nivel Medio y exdocente de la institución, indicó: “Todos, de alguna manera, tenemos algo que nos une al Colegio Nacional. En mi caso particular, no sólo di clases en la escuela, sino que mi tío se recibió aquí, así como el querido doctor Pilar Monesterolo y tanta gente conocida”.
“A veces nos quedamos con la añoranza de lo que fue esta escuela, sin mirar la cantidad de cosas valiosas que hoy tiene, y para poder aprovecharlas, apreciarlas y reconocerlas hay que recorrer la institución”, manifestó.
También expresó: “Obviamente, en Villa María este colegio representa un signo de identidad, un conjunto de oportunidades para el desarrollo, el progreso de un pueblo y el de su entorno, además de una fuente de formación, de generación de conocimientos y de transmisión de valores que ayudan, sin dudas, a mejorar la sociedad”.
“Seguramente hubo y habrá crisis en la historia de esta escuela, que ha trabajado siempre con anegación, pero todos los que hicieron este colegio sabían y saben que sin crisis no hay desafíos y sin desafíos, la vida es una rutina”, apuntó y finalizó manifestando: “Aquí estamos, aquí seguimos, a pesar de todo, a pesar de que muchas veces nos dicen cosas muy lamentables para la institución, que no se las merece el personal docente ni los estudiantes, porque muchas veces son dichas por gente que habla sin nunca haber pisado una escuela pública”.
En el último de los discursos, la directora Liliam O’Dwyer valoró: “El camino recorrido en el Colegio Nacional me aportó significativos aprendizajes y lo más importante es que he podido desarrollar un gran sentido de pertenencia. Desde este lugar, con amor como directora, es que cada día me comprometo y trabajo acompañada por un colectivo institucional y por mis superiores”.
“En esto destaco la tarea de muchos actores institucionales que se comprometen día a día en acompañar a los estudiantes y sus familias para que logremos cada día mejores resultados”, agradeció.
Luego de las mencionadas alocuciones, se dio paso a la entrega de medallas y reconocimientos a todos los abanderados que tuvo el colegio durante su historia, siendo el primero de ellos el ya mencionado Benjamín Calabrés, nuevamente uno de los mas aclamados por todos los presentes.
Posteriormente se descubrió una placa por las Bodas de Diamante y otra en honor a Calabrés, ubicada en la base del mástil de la Bandera patria, siendo otro de los momentos de mucha emoción del acto y en el que las lágrimas fueron el denominador común para muchos.
A continuación se realizó el nombramiento de la biblioteca de la institución como Arsenio Carranza Llanes, en homenaje al reconocido docente fallecido en 2013.
En la parte final del encuentro se despidieron las cuatro banderas de ceremonia, se leyeron las salutaciones recibidas por el aniversario y se produjo la actuación del coro integrado por estudiantes del colegio, que interpretó “La vida es un vals”, un tema brasileño y la canción institucional para finalizar.
Todo ello antes de una intervención artística que la Promoción 2018 realizó sobre calle Santiago del Estero, que sirvió para dar por concluido el acto.
Fue una jornada llena de emociones que seguramente quedará guardada en los corazones de todos los presentes, y también de los que no pudieron asistir por diferentes motivos. El Colegio Nacional cumplió sus primeros 75 años de historia y va por más.
Todos los abanderados
En 1943, Benjamín Calabrés; 1944, Oscar Baggini; 1945, Atilio Destéfanis; 1946, Roberto Díaz; 1947, Marta Sigifredo; 1948, Raúl Venchiarutti; 1949, Myriam Garrocq; 1950, Matías Jaime Sugasti; 1951, Ada María Mendía; 1952, Elsa Clement; 1953, Aldo Cortese; 1954, Silvia Esther Heibrum; 1955, Ana María Amblard; 1956, Pilar Monesterolo; 1957, Hugo Gagliesi; 1958, Eduardo Laplagne; 1959, Jorgelina Venosta; 1960, Enrique Nicolet; 1961, Carlos Bertorello; 1962, Roberto Orsi; 1963, Jorge Barrera; 1964, Aldo Jorge Spesso; 1965, Nydia Torressi; 1966, Lidia Beatriz Gallo; 1967, Guillermo Vicente Blanco; 1968, María Cristina Díaz y Gladys Norma Calderón; 1969, Eulalia del Rosario Pacheco; 1970, Ana Caralina Carranza; 1971, Nilda Esther Zabala; 1972, María Ana Demarchi; 1973, Adriana Garrone; 1974, Stella Maris Barreneche; 1975, Juan Carlos Sivadón; 1976, Alba Weihmüller; 1977, María Elisa Güizzo; 1978, Ana Leticia Gurini; 1979, Daniela Martha Hoschprung; 1980, Silvia Cristina Giaquinta; 1981, Sandra Méndez; 1982, Elizabeth Atías; 1983, Mariela Fabiana Barale; 1984, María Alejandra Trento; 1985, María Alejandra Morchio; 1986, Darío Rubén Baldassa; 1987, Janet Scaglia; 1988, Diego Maroli; 1989, Gustavo Giacinto; 1990, María Paula Garilans; 1991, Cristina María Toledo; 1992, José Américo Alvarez; 1993, José Julián Allasia; 1994, Roxana Medina; 1995, Daniel Salgado; 1996, Andrés Alfredo Maldonado; 1997, Julio César Pellegrino; 1998, Mauro Acastello; 1999, Patricia Pellegrino; 2000, Leticia Camusso; 2001, Mariana Britos; 2002, Germán Andrés Godoy; 2003, Paula Alejandra Camusso; 2004, Rosalía Victoria Cativelli; 2005, Bruno Daniel Schiavi; 2006, Lucas José Chiapela; 2007 y 2008, Edgar Ezequiel López; 2009, Gabriel Duartez; 2010, Marina Celeste Albornoz; 2011, Melisa Palacios; 2012, Stefanía Manrique; 2013, Tamara Molina; 2014, Cristina Molina; 2015, Celeste Micaela Cardozo; 2016, Brisa Soledad Fernández; 2017, Lucas Gauna y 2018, Brisa Sainz.