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“El presente está sobrevalorado”

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“El presente está sobrevalorado”
Cecilia Barovero, la psicóloga que disertó anoche en la Medioteca, convocada por la Pastoral Social

Pastoral Social – Disertación sobre “El sentido de la vida comunitaria”

Cecilia Barovero dio ayer una charla sobre la cultura del “vacío existencial” y aportó propuestas para llenar de sentido a la vida

Organizada por la Pastoral Social de Villa María, se llevó a cabo ayer una charla sobre “El sentido de la vida comunitaria”.

La disertante fue la psicóloga Cecilia Barovero, quien es miembro oficial del Instituto Internacional Viktor Frankl, entidad que lleva el nombre de un sobreviviente de campos de concentración y autor del libro “El hombre en busca del sentido”.

En la charla, la profesional habló de la cultura actual que promueve “un vacío existencial”.

¿Cómo se refleja ese vacío en la vida cotidiana? Según Barovero, hay una actitud que procura cubrir esos vacíos con excesos o carencias. “Exceso al consumir, por ejemplo, alcohol o carencias que se reflejan en que ‘nada vale’, ‘nada sirve’”, dijo.

“En los jóvenes, apatía y cansancio; el exceso de humor reflejado en el bullying o la burla; la huida de la libertad y la responsabilidad -porque una va de la mano de la otra- y los valores con fecha de vencimiento”, indicó.

Los síntomas de ese vacío se pueden observar en la actitud fatalista: “Todo es culpa de la situación social y, por ende, no hay nada que hacer”; también en la idea colectivista “que diluye la personalidad en las masas, lo que también hace diluir la responsabilidad” y en el “fanatismo, que se caracteriza por cerrarse a todo tipo de ideas diferentes y a todo tipo de diálogo”.

Asegura que los especialistas entienden que frente a esta realidad “el gran problema del siglo XXII será el de la convivencia”.

En una perspectiva temporal analizó que esa cultura “sobrevalora el presente a la par que devalúa el pasado”.

En definitiva, ante ese diagnóstico social, entiende que el hombre debe encontrar en sus potencialidades y en sus valores, que forman parte única de su existencia, el sentido de la vida; apostando a que ese sentido se potencie en la vida comunitaria.