Nació en una clínica de Villa María el 2 de noviembre de 1978, pero es originario de la zona rural de Ausonia. Productor agropecuario. Divorciado, 2 hijos. Su infancia y parte de su adolescencia la vivió en el campo, a los 8 años ya estaba trabajando a la par de su familia. La militancia partidaria ingresó a su vida en el año 2007, en las filas del Partido Justicialista de la mano del exintendente de su pueblo Carlos Mainardi. Fue titular de la Juventud Peronista e integró la lista de concejales suplentes. A los 26 años fue elegido presidente de la Cooperativa Eléctrica. En 2011 fue electo intendente de Ausonia. En 2015 asumió su segundo mandato en el sillón principal de dicha localidad. Es presidente de la Comunidad Regional San Martín.
Escribe Nancy Musa
Le apasiona el fútbol y las motos. Es audaz, vehemente, intuitivo y seguro de sí mismo. No es el político tradicional. Expresa su pensamiento, con firmeza, sin vacilaciones, sin libreto previo y “le guste a quien le guste”. Su tránsito por el sinuoso terreno de la política le transformó la vida, se divorció en buenos términos, quedó expuesto a las críticas y adquirió responsabilidades que nunca hubiera imaginado cuando dedicaba horas a las tareas rurales, a los fierros y a la siembra.
Defiende la cultura del trabajo, la transparencia y está convencido que la perpetuidad en los cargos es uno de los males del sistema. “Hay que fortalecer las instituciones, nosotros estamos de paso”, asegura.
¿Cuáles son los principales temas que en este momento están abordando en la comunidad regional?
Después de haberla organizado, estamos encarando juntos, con la universidad, las problemáticas que tienen todas las localidades con el objetivo que nos guíen en distintas iniciativas para encontrar las soluciones y poder ir con algo bien preparado al gobierno provincial.
Trabajamos con la Universidad Nacional de Villa María, en la planificación de posibles soluciones a las problemáticas que tenemos las diferentes localidades. Fundamentalmente las que tenemos en común, todos tenemos el problema de los perros, el problema de la basura, después hay otras diversas ya que Villa María y Villa Nueva tienen otras problemáticas diferentes al resto de los pueblos.
El municipio es el gobierno cercano a los vecinos, al primero que le golpean la puerta ¿han visto incrementadas las demandas sociales?
Sí, bastante. Gente que antes se las rebuscaba, solucionaba su problema o se llegaba a la Municipalidad por un caso extremo o especial, hoy pasa más seguido con problemas que no tienen para pagar la luz o para comprar medicamento a su hijo. La falta de trabajo influye, se nota el incremento de la problemática social en los últimos años.
¿Usted gobierna un pueblo de mil doscientos habitantes, debe tener conocimiento de la situación de todos los vecinos en este sentido?
Sí, lo tenemos con lujo de detalles, la gran ventaja de ser intendente de un pueblo así, es que no existen las mentiras, ni de mi parte, ni de parte de ellos. Cuando alguien se sienta a pedir algo, ya sé lo que puede necesitar, sé la manera que se administran, nadie puede venir a pedir porque sí. Lo mismo, el 50% de mi electorado me ha tenido en la falda cuando yo era chico, entonces no les puedo vender un buzón.
¿Por qué no me preocupa cuándo la oposición sale a pegarme diciendo mentiras?. Porque la gente me conoce.
Lleva siete años en la Intendencia, ¿cuál diría que fue su mayor logro?
(Pausa). Hay varios. La suma de varios logros a uno lo reconforta. Por ejemplo, tener el ciclo completo en la educación para mí es un logro muy grande. Son logros que tal vez no venden, o no se ven, pero es un legado que lo va a disfrutar la gente. Hoy en Ausonia contamos con una guardería, un jardín de 3, 4 y 5 años, primario completo, secundario completo y secundario para adultos.
Entonces, esa es una inversión a futuro que va a ser determinante para la calidad de vida de Ausonia. El plan provincial da inglés a partir de cuarto grado, nosotros lo tenemos desde el jardín y de eso se encarga la Municipalidad.
Son pilares básicos de cualquier sociedad, que hoy no se les da bola porque no juntan votos, como es la educación, la seguridad, el tema de la salud. Si no tenés bien aceitado esos tres puntos no hay sociedad que se pueda sostener.
Usted mencionó el tema de la seguridad, dentro de los parámetros que se viven en esta materia, ¿considera que su pueblo es seguro?
Sí, muy seguro. No escapamos a ciertas realidades como algunos casos aislados de drogadicción o algún ratero que se llevó una bici, que generalmente no es del pueblo, pero gracias a Dios contamos con un Destacamento policial nuevo, efectivos policiales, vehículos de última generación, monitoreo por cámara que se va agregando continuamente y al ser tan chico cada vecinos es un agente de policía, porque a la menor cosa rara estamos todos alertas.
Y lo hemos vivido estos últimos días con el premio del Quini 6 que han venido muchos periodistas de afuera, muchos curiosos y automáticamente la población se puso en alerta.
¿Lo castigó mucho la oposición en estos siete años o fue benévola?
(Pausa). No, hay un grupo de cuatro o cinco personas que están de un lado y del otro que son tan duros como el algarrobo. No hay forma de hacerles entender que la política es otra cosa, que en las riendas de un pueblo tenemos que tirar todos para el mismo lado, son tan ciegos que si lo hace el otro, por no ser del mismo color político, está mal.
Y después carecen de cualquier tipo de inteligencia porque necesitan que alguien tome una decisión para ponerse en contra directamente, sin ningún tipo de argumento.
Eso demuestra la poca capacidad que tienen para ser opción. El verdadero opositor mío, hoy trabaja conmigo y eso no significa que me vaya a votar.
Pero los opositores serios son personas muy sanas, que se han sumado a trabajar por el pueblo.
Tenemos que diferenciar, acá hay dos tipos de opositores: el verdadero que está bien que esté, porque te hace ser mejor y el fanático.
El fanático no sirve ni en la política, ni en el fútbol, ni en la familia, es gente que resta y son los que te pegan, los que buscan la quinta pata al gato.
¿O sea que la grieta es chiquita?
(Sonríe). Sí, es chiquita y con el tiempo va desapareciendo. Según las encuestas, en todos los ámbitos, un 20% de la población es fanática de un partido o de otro, pero la mayoría vota a las personas, al proyecto y se puede ver en los resultados de las elecciones.
Hubo pueblos en que ganó el peronismo a nivel provincial y triunfó el intendente radical.
Aclaro que estoy descreído de las encuestas porque han fracasado bastante (risas) pero creo que la gente está harta de la grieta esta de la que hablan, está harta de los políticos.
¿Harta de los políticos?
Los políticos han perdido la noción de lo que es gobernar para la gente, han perdido el piso y vos cuando perdés el piso no podés gobernar a alguien que no sabés lo que vive.
Yo veo políticos que hace muchos años que van de un cargo a otro y han perdido la noción de lo que es vivir como un ciudadano común y corriente.
La situación económica actual, el arreglo con el Fondo que por las informaciones va a traer un proceso de ajustes ¿en qué le afecta a su pueblo?
Somos afectados directamente. Los municipios somos “copa” (por la coparticipación) dependientes. Si nosotros tuviéramos que vivir con lo que recauda Ausonia, en impuestos y demás, en el transcurso de un año no sé si se llega a pagar dos meses de sueldos, para que te des una idea.
Y al ser copa dependientes el impacto es directo, porque es un goteo de la Nación a la provincia y de la provincia a los municipios. Y en los pueblos hay cada día más exigencias y todo va a la espalda del municipio.
El club funciona porque hay un aporte municipal, hay patín porque hay un aporte municipal, hay muchos proyectos y atrás de todos en mayor o menor medida hay un aporte del municipio.
Y el aumento de las cargas sociales, del combustible, de sueldos, de los costos en las obras, en mantenimiento te va achicando el margen que te manda la provincia.
La coparticipación no va al mismo ritmo que los aumentos.
¿Le gusta ser intendente?
(Sonríe) Me gusta, tiene lo bueno y tiene lo malo. Tengo muy claro que me ha dado muchos, cosas que nunca hubiera vivido si no fuera intendente. Encima yo bajo de un tractor, de ser productor agropecuario que es el otro extremo, para llevar las riendas de una población.
Me gusta, no quiero ser eterno como intendente, estoy de paso, estoy dirigiendo una institución y la que tiene que fortalecerse y ser cada vez mejor es la institución y no los dirigentes.
Es uno de los grandes problemas que tenemos a nivel político de cualquier color.
¿Se refiere a los que se perpetúan en los cargos?
Sí. Vos agarrás un diario de 1983 y tenés los mismos apellidos que están hoy. Eso está marcando que estamos haciendo las cosas mal, le guste a quien le guste.
De parte mía, el desafío me gustó, lo puedo hacer porque mi familia siguió adelante con la actividad privada, y el día que deje de ser intendente, si no sigo en política porque uno nunca sabe, yo vuelvo a mi actividad privada que avanzó al mismo ritmo que si hubiera estado yo al frente.
Te diría que ser intendente es un regalo que ha hecho mi familia para con la sociedad de Ausonia, porque si yo hubiera sido solo, no hubiera podido dejar la actividad para ser intendente.
Cuando era chico y andaba por el campo, ¿se imaginó que podía llegar a ser intendente de su pueblo?
Yo no me imaginé ser intendente hasta veinte días antes que me fueran a buscar (risas).
Siempre fui loco, arrebatado, como dice mi mamá. Siempre me hirvió la sangre por hacer, por estar, por ver que se podían hacer cosas y me metía en la comisión de una escuela, en ayudar a un amigo, en aprender.
Tuve la cultura del trabajo de mi familia, desde muy chiquito, siempre me gustaron los desafíos pero nunca me imaginé ser intendente. Es más cuando se hablaba en el pueblo que iba a ser el candidato, y a mí nadie me había propuesto nada, pensé que era una estrategia de distracción para después sacar el verdadero candidato.
Pero bueno, acá estamos.
Hablemos de su infancia, de su familia, de sus padres
Tuve la mejor infancia del mundo. Me crié en el campo, con esa paz, esa tranquilidad. Mi familia muy unida, junto a mis tíos, primos, porque trabajábamos en sociedad, junto a mis abuelos que eran la cabeza.
Mis padres nos dieron todo, desde llevarnos a jugar al fútbol que nos encantaba hasta esto que nos han inculcado que era trabajar. En mi casa el trabajo estaba ante todo.
Tuve una infancia muy linda, muy sana que me ha hecho la persona que soy hoy.
Lo que soy es por el ejemplo que tuve de mis abuelos, de mis viejos, de mis tíos.
¿Qué tareas le gustaban realizar en el campo o lo mandaban nomás sin que eligiera?
(Risas). No se elegía mucho. La responsabilidad de las tareas las tuvimos desde muy chicos, desde los 8 años, ya cuando tenía 12 mi viejo compró la rotoenfardadora y me hice cargo yo. Yo era más de los fierros. Yo tenía el taller, era el que soldaba, arreglaba las máquinas, era el que sembraba. Los fierros y la siembra, no era muy amante de la parte de los animales. Eso le gustaba más a mi hermano.
¿Sus padres hablaban de política o eran temas que no se tocaban?
Sí, como se habla ahora. Gente de campo, radicales de cuna, no eran militantes, el clásico radical que opinaba lo que el televisor les decía. Lo cotidiano era que mi papá prendía la tele y empezaba a putear al político de turno (risas). Es lo mismo que hace hoy y mi mamá tratando de frenarlo.
Pero nada que ver de tener una escuela política o militancia, es más cuando me inclino por el peronismo porque es la ideología que me gustó, los primeros en apoyarme fueron ellos.
¿Su familia era toda radical?
No, por parte de Pajón eran radicales, por parte de mi mamá (Colautti) eran todos peronistas. Mi mamá me contaba que su abuelo tenía de Eva y del General baúles llenos de afiches, prendedores y demás. Mi tío le había regalado a mi mamá una cajita musical que tocaba la marcha peronista y que todavía la conserva (risas).
Pero mi mamá al casarse con mi papá que era de otro idea, la política quedó afuera. Y mis tíos no discutían por política, venían de otra cultura, del respeto, no era como hoy.
¿Y hoy a veces discuten?
(Sonríe) A mí no me gusta cuando te discuten por lo que vieron en la tele y sin fundamentos. Porque siempre digo vos querés ver los que dicen que el kirhcnerismo se robó todo pongo tal canal, si querés ver que no fue así pongo otro canal.
Pero si tenés un argumento real porque viste, lo viviste, tenés pruebas lo discutimos. Y en eso a veces discutimos con mi padre y él sabe eso y me está hincando (risas).
Seguro que su padre le dice “se robaron todo”
(Risas). Sí, siempre.
Por lo que contó le gustaba jugar al fútbol
Sí, siempre fui amargo pero me gustó. Desde chico jugué en River de Ausonia, después en la secundaria jugué en Argentino de Villa María unos años, después pasé a las inferiores de Alumni, cuando dejé el secundario vuelvo al campo y seguí jugando en Juventud River.
A los 21 años, me caí de una antena en el campo, me quebré los dos talones y eso me trajo problemas de rodilla pero seguí jugando.
Y actualmente vengo a Villa María, todos los lunes, y jugamos con mis amigos en las canchas de la calle Buenos Aires. Jugué en la Afuco también, cuando la política me lo permitía.
¿Su gestión en la cooperativa de servicios fue una plataforma para ser visualizado como candidato a la intendencia?
Creo que fue una trayectoria, se encontraron con un pibe que se casó a los 19 años y cuando todo el mundo vaticinaba un desastre como matrimonio, resultó que iban diez o doce años y que llevaba adelante una familia junto con Natalia, que tenía 16 cuando se casó conmigo. Tuvimos dos hijos, laburábamos los dos, después me vengo a vivir al pueblo, iba a todos los días al campo, y empiezo a participar en el consorcio caminero, en las comisiones de la escuela y empezaron a ver una cierta seriedad en un chico joven con semejantes responsabilidades.
Sumado a eso tuve la suerte de ser elegido presidente de la cooperativa eléctrica, en un buen momento de la cooperativa porque se empezaban a ver las primeras empresas en el pueblo, el consumo era mayor y quedaba un margen económico para hacer.
Con la experiencia de la gente que me acompañó, más la locura que uno carga de la juventud tuve un par de primeras decisiones muy acertadas.
Y así fue que se cambió la postación de madera por cemento en los campos, así fue que se trajo el pago cop, la fibra óptica, tumbamos el edificio e hicimos uno nuevo, se cambiaron todas las camionetas, se trajo la telefonía celular corporativa.
Creo que viendo este empuje, más que ya era la tercera gestión de Mainardi que quería dar un paso al costado, se alinearon algunos astros y salió todo esto.
¿Quién le fue a hablar para que se convierta en el candidato?
El ruido estaba, y en un momento ya se arrimaba el comienzo de la campaña, el candidato no aparecía y se desesperó el partido (risas). El grupo más viejo de peronistas, Alicia Wolff, Pedro Calcagno, Juan Carlos Giudice, entre otros, me llaman un día y me preguntan si yo sería el candidato.
Y ahí me cayó la ficha. Les dije “el desafío me gusta pero les quiero dejar bien claro que yo soy esto, a mí no me vengan con boludeces, soy una persona clara, transparente, tengo mis ideas, si aceptan el paquete el desafío me gusta”.
A todo esto, pasado unos días Carlos Mainardi hizo una reunión, los retó a todos estos que me habían llamado anticipadamente, porque la estrategia era más allá (risas), pero después me llamó a su oficina y me dijo que creían que la mejor opción era que yo fuera el candidato.
Le pedí dos días, para hablar con mi mujer.
¿Cómo fue esa conversación con su mujer?
Le dije a Natalia que me habían ofrecido la candidatura y le planteé lo que pensaba que podía pasar. “Si llego a ser el intendente vos por cuatro años tenés que hacer de cuenta que estás divorciada, porque va a ser la gestión, la gente y si me queda tiempo los chicos y vos. Primer escenario”
Segundo escenario que le planteé, era que si me decía que sí, y resultara electo, ella se arrepintiera y terminábamos en un divorcio.
Y ella me dijo que la gente estaba muy esperanzada, que era un buen desafío.
¿En qué situación están hoy los productores agropecuarios?
En líneas generales han tenido una oxigenación con estas medias del gobierno de Macri, mejor de lo que estaban con el gobierno de Cristina. Saquemos las sequías de los últimos tiempos, pero en lo económico tiene otra visión, el dólar alto a los productores le sirve.
La gente de campo tiene una gran virtud y una gran desventaja. La gran desventaja es que son muy cerrados y la virtud es el empuje, la garra que tiene es incomparable, el verdadero hombre de campo, no te hablo de un pool de siembra.
Usted puso mucho énfasis en la cultura del trabajo, ¿qué le pasó hoy a esa cultura?
El hacer las cosas fáciles, el no exigir, no hay una responsabilidad para los chicos, no les pueden poner amonestaciones porque se trauman sicológicamente, a mí me daban una patada en el tuje. Se ha llegado al otro extremo y cuando vos acostumbrás a lo fácil después pasar a las responsabilidades cuesta mucho más.
Convengamos que la infancia suya es diferente a la del siglo XXI con la era digital
Sí, el cambio fue enorme, pero a mis 8 años me habían dado una tarea, porque no se la pueden dar ahora. ¿Qué tiene de malo?. Son pequeñas cosas, pequeñas responsabilidades que te inculcan y te hacen correcto.
Los chicos son rubíes en bruto y hay que pulirlos.
Debe ser un intendente bastante jodido ¿no?
(Risas). Me caliento, pego dos gritos. Cuando empiezo hablar de algo que me apasiona levanto la voz, y eso confunde. Soy una persona abierta, me gusta escuchar, si me equivoco y me lo fundamentan doy marcha atrás pero si me lo quieren imponer se encuentran con una piedra (risas).
¿Tiene buena relación con los concejales?
Sí, la mejor con todos, con la oposición también.
Hace poco lanzó el gobierno abierto ¿cómo está funcionando?
Queríamos más, pero es difícil contagiar lo que es un gobierno abierto en poblaciones tan chicos. Porque tienen una mirada sobre la Intendencia como el ser supremo. Y a mí de la política me gusta que sea más horizontal. Que todos empujemos desde la misma línea, que si falta la cabeza no se note.
Y cuesta sumarlos. Porque yo era un gringo del campo, me conocían de toda la vida pero salí intendente y ya te exponés a un pasito más arriba en lo bueno y en lo malo.
Si hiciste algo bien estás vos, Dios y toda la gente. Si hiciste algo mal estás vos, el Diablo y toda la gente (risas).
Usted habla de la nueva política y ¿cómo la imagina?
Primero y principal el tope en la cantidad de tiempo que una persona puede estar en un cargo. A este tope que han puesto en los pueblos que nadie puede ser intendente más de dos periodos, yo le agregaría que durante cuatro años volviera a su actividad privada.
Y luego si quiere volver que lo haga pero ya tiene la idea de los que estar como un ciudadano común y corriente.
Los políticos tienen beneficios que el ciudadano no tiene. Y si uno no vive, no sufre, no padece lo que pasa el vecino todos los días en su vida cotidiana, no puede gobernarlos.
Cuanto más tiempo se pasa en política, más equivocadas son las decisiones porque te vas alejando de la realidad.
Hoy entran a la política pensando que se van a jubilar en un cargo. Al no dejarlos perdurar habría una renovación constante, mayor participación, si el sentido de hacer política es ayudar a los demás y si sos un político de pura sangre lo podés hacer sin un cargo, tranquilamente podés seguir ayudando al intendente de tu pueblo desde la actividad privada.
Pero los políticos no parecen estar dispuestos a resignar sus privilegios, cada vez que se habla de ajuste no llega a la corporación política.
Si vos sos dueño de una empresa ¿ te vas ajustar vos?.
¿Se creen dueños?
Ese es el problema que hay, es muy simple como te dije al principio, la invito a la gente que agarre un diario del 82, 83 y vea los apellidos que hay, agarre un diario hoy y vea los apellidos que hay de un lado y de otro. Y si ve un apellido distinto seguro que viene por parte de la mujer, el apellido de soltera (risas).
¿Tiene expectativas que este panorama cambie?
No, porque tenemos una sociedad contaminada, es un problema cultural. Y si empezáramos a hacer las cosas bien, con suerte yo podría ver un cambio.
Cuando escucha que el peronismo es el demonio, el culpable de todos los males, supongo que lo debe haber escuchado varias veces ¿qué responde?
Es una rueda, muchos dicen gobernaron la mayor parte del tiempo los peronistas y es un desastre, pero cuando gobernaron los otros lo tuvieron que devolver porque no supieron qué hacer.
O sea que aparte de inútiles, incapaces hasta de hacer algo mal. Si vos me decís cuando nosotros tuvimos el gobierno esto funcionaba perfecto y vinieron ustedes…, pero Alfonsín se escapó… y éste que tenemos ahora no lo sacan cagando porque del otro lado no hay nadie.
Si hubiese una cara que la gente le creería un poquito hoy, se armaría una podrida interesante, me parece. Más como está la sociedad que nadie aguanta nada.
¿No ve a este gobierno haciendo las cosas bien?
No. Yo veo que tiene un sector más beneficiado, pero como va a saber Macri lo que sufre un empleado si toda su vida anduvo en avión. Vos no podés gobernar a alguien cuando no sufriste lo que sufre el pueblo.
Sí, a los Bancos le va bárbaro, a la gente de campo con 300 o 400 hectáreas le va bárbaro. El es un empresario, un tipo que fue a las mejores escuelas, no le faltó calefacción ni aire acondicionado en un aula, no es que sea malo, las hace desde su condición, desde lo que le hicieron mamar desde el día cero.
Y se olvida de otros sectores. En cambio la ideología peronista fabrica pantalones y no lo fabrica únicamente para quienes lo pueden comprar, lo fabrica para todos.
Esta gente fabrica para un sector y si a ese sector le sobra veremos a ver si rebalsa.
Pero me parece que está lejos de encaminarse la cosa, es más pienso que va a empeorar.
Yo no comulgo para nada con las políticas que hacía Cristina, o todas estas barbaridades de un tipo revoleando bolsos con plata, pero a esto no los veo como una solución porque no piensan en los que menos tienen.
Opiniones
Mauricio Macri
Es un tipo que por su vida, por lo que lo tocó vivir, la ve desde un punto muy distinto a lo que vive la gran mayoría de los argentinos.
Juan Schiaretti
Un tipo muy prolijo con los números, tranquilo, es un contador.
Martín Gill
Tengo mucha relación con Martín, es una excelente persona, con las mejores ideas, un político formado en otro nivel, muy preparado y está haciendo las obras que Villa María necesitaba para solucionar problemas, como los desagües, que no se ven pero que se lo van agradecer.
¿Qué análisis hace del PJ Departamental?
Lo veo con una necesidad inminente de cambios, de sangre nueva, de abrir el juego, la gente está cansada de las mismas caras, falta una oxigenación no sólo departamental sino a nivel provincial. Pero viste como somos los peronistas, parece que nos estamos peleando y nos estamos reproduciendo dijo el General.
Tiene dirigentes muy capaces, creo que el peronismo de Argentina y el de Córdoba, si los dirigentes con historia dejan sus egos y sus aspiraciones personales, el semillero que tiene, dudo que lo tengan en otros países.
Te estoy hablando que hay más de 84 intendentes del PJ hoy que están entre los 28 y los 40 años. Si lo saben aprovechar a ese semillero van a sacar herramientas muy importantes a futuro.
Veo también un poco de mezquindad para dar un paso al costado. Pero, tenemos un gran potencial.
¿En 2019 quién va a ser el candidato en Córdoba?
El gobernador va a ser Juan Schiaretti, va a ir por la relección y va a ganar. Y ya para 2023 tenemos personas jóvenes y muy capaces para una renovación.
¿Usted qué va hacer en 2019?
Yo cumplir con mi mandato y volver a mi casa. Mi idea es no seguir como candidato a intendente, nosotros estamos de paso, no me gusta esto de perpetuarme en un lugar porque el desgaste es muy grande, creo que puede ser más perjudicial que saludable para Ausonia un tercer mandato mío.
Si bien siempre queda una puerta abierta, pero desde mi creencia creo que mi camino como intendente tiene que finalizar en 2019.
Pero siempre estoy abierto a propuestas, y si surge la analizaría.
¿Le gustaría ser legislador?
Sería interesante, porque no dejás el territorio.
¿Cuál es tu sueño?
Soy una persona que disfruté mucho mi matrimonio, mientras la pareja estuvo bien yo estaba contento, me daba una nafta especial, y hoy apunto a encontrar esa compañera de todos los días y que mis hijos estén bien. Con eso sería totalmente feliz porque rico no voy a ser porque no me interesa la plata, trabajo para vivir bien, nada más.
Mi gran anhelo es formar nuevamente una familia y vivir tranquilo.
Emoticones
Me gusta
Todo. Las motos, compartir con amigos. Pensar.
Me encanta
Compartir con la familia
Me divierte
Las charlas con mi amiga y secretaria Elizabeth
Me entristece
Ver que se perdió la cultura del trabajo
Me enoja
Que ni los dirigentes ni las familias hagan nada para recuperar la cultura del trabajo.