Trabajaron con alumnos de primer y segundo años del Instituto Manuel Belgrano
“Nuestra dimensión afectiva está profundamente vinculada a nuestra capacidad y necesidad valorativa”. Ese fue uno de los pensamientos que dispararon la actividad
Alumnos de primero y segundo años de las divisiones A, B y C del Instituto Secundario Manuel Belgrano realizaron una actividad con la que resaltaron que “la afectividad implica una experiencia particularmente central del ser uno mismo”, en el marco de la concientización sobre la violencia de género.
“Las cosas nos agradan o nos desagradan, nos dan placer o dolor, nos alegran o nos deprimen, nos impulsan al amor o al odio y eso refuerza la vivencia de que `soy yo´. No solo hay conductas. No solo hay deseos. No solo hay amor. Hay `alguien que actúa´, que desea, que ama y que experimenta su propio vacío experiencial o su propia plenitud”, explicaron los partícipes de la actividad y sus docentes.
Sobre la base de que “la afectividad tiene un rol central, junto con el conocer”, por cuanto “permite la experiencia de la plenitud, de nuestra vida o no”, señalaron que “esto último es un recurso de alarma para indicar enfermedad o errar en el modo de encarar la vida”.
“Es por eso que es de suma importancia concientizar a los alumnos sobre la importancia del cuidado de sí mismo, tratando de evitar cualquier tipo de violencia, en especial la violencia de género”, consideraron los estudiantes y sus docentes, Illeana Sinorelli, Sonia Paul, Genoveva Madoz, Nancy Anello, Nicolás Schuk y Lucas Echegaray.
Otro punto de partida fue la necesidad de saber que la educación sexual no es solo “hablar de relaciones sexuales”.
“Es mucho más que eso. Tiene que ver con aprender a expresar emociones y sentimientos, a reconocer y respetar valores como la amistad, el amor, la solidaridad, la intimidad propia y ajena y a cuidarnos y cuidar a los demás. La educación sexual también tiene que ver con los derechos de las personas, por ejemplo, a ser bien tratados, a no sufrir presiones para tener relaciones sexuales si es que no quieren, a que se trate de igual manera a varones y a mujeres, a ser respetados no importa cuál sea la orientación sexual, a decir no a las relaciones de pareja violentas, entre muchas otras cosas”, precisaron.
Y señalaron que “el desarrollo y cuidado físico, afectivo, espiritual y socio-cultural son vitales para la formación integral de una persona”.
Algunos de los carteles elaborados, ya sobre los árboles de la plaza
Cultura y nuevas generaciones
“La cultura presenta cambios profundos y vertiginosos. Es necesario estar preparados para responder a los nuevos desafíos que plantea el momento actual. Hoy, nuestras generaciones reciben información de distintas corrientes. Todo está a dispoción en Internet y en los medios de comunicación masiva. Y, sin embargo, esa información no alcanza para disminuir algunos de los riesgos que las amenazan: dificultad para elaborar un proyecto de vida, inmadurez afectiva, iniciación sexual precoz, enfermedades… La educación sexual de la sexualidad va más allá de la transmisión de saberes. Consiste en enseñar a amar y a respetar al otro”, afirmaron.
Entre los objetivos propuestos al iniciar la actividad, se contaron los de: Promover la relación sobre la problemática de la violencia, Comprender la dimensión de las vivencias, Concientizar sobre la repercusión afectiva del “ser-en-el-mundo”, Valorar la importancia de amar, es decir, de dar y recibir, de comprometerse y vincularse personal y responsablemente, Desarrollar habilidades para desplegar la libertad responsable y la capacidad de amar, Asumir como personas únicas e irrepetibles que tenemos derecho a recibir una formación personalizada, Establecer el diálogo en forma natural y desde lo cotidiano.
Y entre los contenidos abordados, figuraron Sexo y género, Modelos para desarmar, Los conceptos de sexo y género, ¿A qué llamamos sexualidad?, ¿Qué se espera de nosotros?, La doble opresión de las mujeres, La violencia de género, Género y ciudadanía, Lo privado es político y El patriarcado, un sistema que desvaloriza a las mujeres.
El material de lectura, en tanto, estuvo conformado por “Galería de arte: el cuerpo femenino como resistencia”, “Estudios de género: claves para pensarnos a través del tiempo” y “Ventas en el tiempo: las conmemoraciones hacen historia”.
En cuanto a la estrategia para abordar la actividad, se realizó la lectura de material dado por los docentes, el análisis del mismo, la elaboración de conclusiones, la lectura de las conclusiones por parte de cada grupo de trabajo y finalmente la elaboración de tarjetas y carteles que aludieron a lo trabajado.
Los carteles fueron colgados de árboles en una plaza vecina a la institución, mientras que las tarjetas son entregadas en una campaña que se realizará por el mismo barrio donde se encuentra la escuela.