Denuncia de efectivos de la Departamental – A raíz de un hecho que ocurrió a la salida de un boliche
Preocupados por el posible encubrimiento de un hecho que consideran muy grave, agentes de la Departamental San Martín de la Policía de la Provincia de Córdoba tomaron contacto con EL DIARIO para contar un episodio ocurrido el fin de semana pasado a la salida del boliche XL, en el que resultó gravemente herido a golpes de puño un funcionario municipal del área de Seguridad Ciudadana
Entre las 5 y las 5.30 del domingo pasado, cuando cerraba el boliche XL, ubicado sobre la avenida Perón (ruta 9 vieja, en la salida hacia Ballesteros, frente al concesionario Renault), una persona que se retiraba en visible estado de ebriedad fue interceptada por el agente de Seguridad Ciudadana Miguel Burgos, quien al ver la situación en la que se hallaba le pidió las llaves de su vehículo, para impedirle que saliera a conducir en esas condiciones.
“Como toda respuesta, el empleado municipal recibió de parte del alcoholizado parroquiano una serie de golpes que lo dejaron inconsciente por momentos, cuando sus compañeros de patrulla se hallaban en el interior del local, terminando de certificar que el ingreso de personas registrado a la largo de la noche era el permitido”, describieron los agentes de la Policía que ayer llegaron a la Redacción de EL DIARIO.
Los uniformados manifestaron que “en esos momentos salían del local al cual habían ido a divertirse, no como adicionales, nuestra colega, la agente Daiana Paredes, y su pareja, el policía exonerado Exequiel Bertolino, quienes lejos de proceder a la detención del atacante, procedieron a encubrirlo”.
“Paredes lo subió al auto en el que horas antes había llegado al lugar, mientras que Bertolino tomó las llaves del vehículo del agresor y se lo llevó del lugar. Cuando el municipal fue al día siguiente a radicar la denuncia, se dio cuenta de que su atacante no estaba detenido y que el hecho no había sido siquiera expuesto en la Departamental”, agregaron los policías en la charla con este medio.
Consultados acerca de por qué hacían pública la situación, respondieron: “Porque vemos que todo sigue igual, la agente en funciones, y tememos que se tape todo; entonces, se mezcla todo y a ojos de la gente somos todos iguales”.
Chequeado en el municipio
Para chequear la denuncia de los policías, un periodista de este medio se comunicó con altos cargos del Ejecutivo municipal, desde donde se indicó que “el hecho existió” y que “se está en conocimiento de que ya tomó cartas en el asunto” el Tribunal de Conducta Policial, que conduce la abogada villamariense Ana Becerra.
En efecto, este medio pudo saber luego que el jueves llegó a la ciudad una comitiva enviada por Becerra y se llevó a Córdoba el libro de guardias adicionales, para certificar que Paredes no estaba de servicio en el local bailable, lo cual incidiría al momento de evaluar una eventual sanción, más allá de que podría caberle la figura del “incumplimiento de los deberes de funcionario público” y “encubrimiento”.
Pero, además, nuestro matutino pudo saber que la agente fue citada a declarar y de los escritos surgidos de sus dichos se desprende que el agresor de Burgos sería una persona llamada Javier Leonardo Melano.
En cuanto a los altos cargos municipales consultados, dijeron también que desde el ex-Palace Hotel, más precisamente desde la Asesoría Letrada, a cargo de Eduardo Luis “Tati” Rodríguez, “se va a presentar un escrito para acompañar al agente municipal Miguel Burgos en todo aquello que pueda necesitar”.
Lo que sí dejaron en claro es que “en modo alguno, este caso aislado puede enturbiar la gran relación existente entre la Municipalidad y la Departamental de Policía”.
El temor
En tanto, los agentes que llegaron ayer a nuestra sede de Periodistas Argentinos 466 reiteraron que “acá estamos hablando de encubrimiento y de otras cosas más, que queremos que se hagan públicas, porque tememos que todo pueda quedar en la nada, como ha sucedido otras veces, ya que los jefes suelen incidir en las decisiones que toma después el Tribunal”.
“Acá no somos todos iguales y los legajos de cada uno deben dar cuenta de quién es quién en la fuerza”, concluyeron.