¡QUIERO EMPRENDER! – Cómo optimizarse
Escribe Lic. Karina Costabello (*)
Especial para EL DIARIO
No te ha pasado que no te alcanza el tiempo para hacer todo lo que quisieras hacer y le agregarías al día 8 horas más para poder cumplir con lo que tenés en mente? El tiempo es uno de los recursos que puede medirse con precisión exacta. Podés sentir que el tiempo te falta mientras emprendés, pero no es así.
Algunas personas no se atreven a comenzar a emprender porque no “tienen tiempo”. ¿Por qué entonces hay personas que sí emprenden? ¿Acaso ellos están bendecidos con 30 horas diarias? Creo que en realidad los que dicen que no tienen tiempo y por eso no emprenden están comprometidas con otras cosas (ver tele, dormir largas siestas, navegar en Internet) y que en vez de dedicar al menos 1 hora al día para su proyecto, 7 a la semana o 30 al mes, ¡eligen no hacerlo!
Todo pasa por el uso que le doy a mi tiempo (elección) y no por falta del mismo. Lo que ocurre es que no lograste sacar el máximo provecho de cada hora. En vez de desear días más largos, realizá todas tus tareas en tiempos más cortos. Ese es el consejo de Jurgen Klaric, especialista en neuromarketing.
1- Tené una agenda
Podés tener muy buena memoria y decirme que vas a recordar todos tus compromisos, pero la verdad que en la vorágine del día y las interrupciones de llamados y otras tareas, uno siempre se termina olvidando de algo. Cuando se trata de planificar, lo mejor es tener un soporte físico donde veas cuánto tiempo tenés disponible dedicar a tus tareas. Distribuirlas como si armaras un rompecabezas y cada tarea fuera una pieza. Si preferís hacerlo con tu teléfono porque es lo que siempre tenés a mano, hacelo. La idea es que sepas cuándo vas a realizar cada tarea y que estés atento en chequear o ponerte alarmas.
2- Establecé objetivos y prioridades
Las responsabilidades en tu negocio crecen y cambian, pero nunca desaparecen. ¿Qué vas a hacer para cumplir con todo? No te abrumes. Primero, establece cuáles son los objetivos. Será una guía para saber después qué tareas debes priorizar para alcanzarlos. Hay cosas urgentes y otras importantes. Aprende a distinguir y hacé una lista de prioridades. Decidí siempre por atender primero aquello que es fundamental para el bienestar de tu negocio.
3- Establecé la duración de las tareas
Si ya anotaste en tu agenda tiempo para una tarea, respetalo. Claro que hay situaciones externas que de pronto pueden interrumpir tus horarios. Pero mientras no haya estos imprevistos, ajustate al tiempo que estableciste para realizar algo. No abuses de la flexibilidad de tu agenda y te prolongues. Generalmente esto significa un sacrificio de tus horas de descanso.
4- Establecé fechas de entrega viables
El ritmo de trabajo de cada persona es distinto. Sé sincero con vos mismo y con los demás. Comprometete con otros para tener listo en un tiempo realista lo que les ofrecés. Medí cuánto tardás en hacer tu trabajo y cuánto tiempo disponible tenés. Es preferible que digas que vas a tardar más tiempo de antemano que prometer cumplir con un trabajo y luego no lo cumplas. Acordate: si dedicás a un proyecto más tiempo del que prometiste, perdés dinero. Si preferís entregar las cosas en la fecha prometida a toda costa, tendrás que invertirle tiempo extra que ya ibas a usar en algo más.
5- Delegá
Ojalá pudiéramos dominar todas las tareas que el negocio exige. Podés saber cómo funciona cada área, pero difícilmente somos expertos en todo. Reconocé si alguno de tus socios tiene las habilidades para hacerse cargo de una o varias tareas mejor que vos. Podrás disponer del tiempo que te llevaría realizarlas y tienes la seguridad de que van a estar en manos expertas. También está la opción de contratar a alguien. A veces pagar a un especialista es mejor que “gastar” tu tiempo en una tarea que va a agotarte este recurso.
6- Aprovechá las horas de mayor rendimiento
La actividad cerebral no responde igual en la mañana que después de comer. Es un asunto biológico: los procesos internos del cuerpo hacen que a ciertas horas del día sientas cansancio y en otras des lo mejor de vos. Identifica ambos momentos y aprovechá en tu agenda aquellos en los que rendís mejor. Sobre todo, acomodá ahí las tareas que ya identificaste como prioritarias.
7- Descansá
La batería de nuestro cuerpo también necesita recargarse. No solo se trata de dormir ocho horas por la noche. Mientras trabajás en el día, cada dos horas tomá una pausa de quince minutos. Cuando retomes el trabajo vas a tener una aproximación distinta. Tus ideas cobran mayor claridad cuando les das un respiro.
8- Detectá los distractores
Te llegan tres notificaciones, ves publicidad en la computadora, suena el teléfono y alguien entra a tu lugar de trabajo. En lo que decidís qué atender y qué ignorar, ya perdiste tiempo. La concentración es de lo más frágil. Volver a enfocar toda tu atención en la tarea que realizas te va a tomar algunos minutos. Lo mejor es reducir lo que te distrae lo más que puedas.
Para terminar, dejo algunas preguntas sobre tu tiempo para que te plantees si estás aprovechándolo de la mejor manera posible…
1. ¿Qué significa administrar el tiempo para vos?
2. Según vos, ¿cómo lo administrás?
3. Si tuvieras el privilegio de tener un par de horas más al día, ¿en qué las usarías?
4. ¿Admirás a alguien que según vos, es eficiente en la administración del tiempo?
5. ¿Cómo te hace sentir “la falta de tiempo”?
6. Desde esa emoción, ¿qué acciones tenés disponible?
7. ¿Cuántas horas dedicás al sueño de otro? ¿Y al tuyo?
8. ¿Cuántas horas a la semana dedicás a hacer ejercicio o deporte? ¿Y a leer algún libro?
(*) Comunicadora Social – Publicitaria.
Del Estudio Moon Comunicación, Marketing y Diseño